Para mí, arroz caldoso

¡Cuántos buenos ratos habremos echado alrededor de una buena perola de arroz!

El arroz es un alimento mágico (para algunos países asiáticos, es el milagro que los mantiene vivos) que se conoce en Europa occidental, gracias (como otros muchos cultivos y técnicas agrícolas) a la introducción de éste por los habitantes de Al-Andalus y, a través del resto de la península, a Francia, Italia, etc.

España es la segunda productora de arroz en Europa, con 750.000 toneladas (detrás de Italia) en la que Andalucía destaca sobre el resto de comunidades con un 40% del total de la producción, y de esta comunidad, Sevilla que, en las Marismas del Guadalquivir, en el espacio que conforma la Isla Mayor, alcanza a recolectar la increíble cifra de 300.000 toneladas, el 38% del total del país.

Una vez más (como ocurre con las naranjas) la fama se la llevan quienes no deben, por deficiente información y la mala comercialización que se realiza con nuestros productos agrarios.

Lo dicho: un buen plato de arroz (¡para mí, caldoso!) con mariscos, o con la exquisita perdiz, o también, como lo sirven en la zona de Villafranco del Guadalquivir, con pato, ayuda a sobrellevar mejor las penas. Afortunadamente, en Sevilla hay buena tradición de consumir este género y -como el mosto- bueno sería hacer una ruta de éste. Queda pendiente para más adelante.