Sígueme también en este otro blog:

lunes, 28 de febrero de 2011

28-F: El día en que secuestraron a Andalucía






El oficialismo ha secuestrado nuestro verdadero Día Nacional de Andalucía. Los sectores reaccionarios al andalucismo, buscaron la manera de desmontar el carácter reivindicativo que el 4 de diciembre tenía, por otra fecha menos combativa y folclórica, y no encontraron mejor excusa que la del 28 de febrero, día en que los andaluces nos ganamos en las urnas el derecho que, por clamor, necesidad y historia, teníamos, pero que al ser "un pueblo de segundas" para el resto del país, incluso para los políticos nacidos en esta tierra, tuvimos que hacer un esfuerzo más por salvar el referéndum-trampa que nos pusieron, y conseguir ser una comunidad de primera.
Y de esta manera, nuestras "bien pensantes" cabezas, dieron con la tecla: decidieron, entre unos pocos, que el Día de Andalucía no fuera el 4 de diciembre, fecha combativa y de reivindicación (un 4 de diciembre de 1868, el pueblo andaluz, desde Cádiz, salió a la calle exigiendo autogobierno, república y federalismo. Después, este grito de cambio y libertad se extendió por el resto de España; también fue el día en que en 1977, más de dos millones de andaluces salimos a la calle reclamando sus derechos como pueblo, cosa que nunca se le exigió ni a Vascos, Gallegos y Catalanes, y donde cayó asesinado el joven Caparrós cuando intentaba colocar una bandera andaluza en el ayuntamiento ), y eligieron la actual, el 28-F. La jugada fue magistral. Desde entonces nos dijeron: Vuestro camino será el de las urnas, no el de la calle. Y las urnas -también la manipilación y la subvención- han venido dando el poder a esa nueva casta de señoritos -el PSOE- que desde hace treinta años gobierna corruptamente nuestra tierra. El objetivo de este partido -y de la gente que milita en él- solo es el de satisfacer los intereses de las distintas "familias" que lo componen, importándole bien poco, Andalucía y sus habitantes -es la misma actitud de los latifundistas castellanos que nos ocuparon-, dándose la paradoja de que la comunidad que más "representantes" tiene en el Parlamento de Madrid, sea la que menos se oiga en él, y carezca de un Partido Andaluz que lo represente.


Andalucía tiene que volver a andar. Desconfiemos de los falsos gestos andalucistas con los que nos engañan los que no creen en Ella. Para estos políticos, Andalucía sólo es el coto donde vienen, cada cuatro años, a la caza del voto despistado. Seamos exigentes. Ser andaluz no es dar vivas a la virgen del Rocío, ni vestirse de feria de vez en cuando, ni ser más o menos gracioso. Ser andaluz significa, querer a su patria y romperse la cara por defenderla. Aunque las comparaciones suelen ser odiosas, esta no la silencio: Aprendamos a querer nuestra tierra como hacen con la suya Catalanes y Vascos.


domingo, 27 de febrero de 2011

El peligro de presenciar puestas de Sol



Nunca he podido evitar que las puestas de sol me entristezcan. No sé por qué, transmiten una honda sensación de agobio, la constatación evidente de que algo se muere. Me ocurre todo lo contrario que al "Principito" de Exupery, que solía ver cientos de ellas al día, cuando se encontraba decaido y triste. Yo, en su estado, no podría soportar ni media docena. No es que me disgusten, sencillamente es que me afectan. Producen en mi interior, el mismo efecto que provoca el alcohol en los desesperados que beben para atenuar el amargor de sus penas, o ahogarse él mismo, en el licor.

Lo que estoy diciendo es algo que sólo entenderán aquellos que sienten la misma sensación. Cómo explicar con palabras el vacío interior que produce la caída del dios astro, llevándose en su precipitada huida , retales maltrechos del alma que se apasionaron con su observación.

Tendría que estar terminantemente prohibido que los tristes pudieran ver puestas de sol. También debería ser extensible esta ley para los felices y dichosos. Aquel que no se cuide, por muy eufórico que se encuentre, corre el riesgo de caer en su hechizo, y después, ya se sabe, nadie es capaz de salvar su caluroso abrazo. Una puesta de sol tiene el mismo poder magnético que el canto de cien sirenas; si no andas con cuidado, te atrae, te atrapa, y estás listo para toda la vida: te conviertes en una persona, incurablemente triste. Muchos de los afligidos que veis deambular por las calles, son individuos que se expuesieron sin recato a los encantos dorados del Sol.






sábado, 26 de febrero de 2011

Rod Stewart: "Greats American Song Books"

Rod Stewart, con su maravillosa voz rota, nos regaló a partir del 2002, y hasta el 2009, año en el que se publicó el último, una serie de cinco álbumes con registro jazzístico, bajo el nombre genérico de: “Greats American Song Books”, compuestos de múltiples versiones de temas de la década de los 30 y 40 del siglo pasado, creados por magníficos compositores como Irving Berlín, Cole Porter, George e Ira Gershwin, etc.Con el primero de estos alcanzó gran popularidad, situándose en los puestos más altos de las listas más importantes de EE.UU., pero es a partir del tercero, cuando obtiene su mayor éxito, colocándose en el número uno de ventas en EE.UU. y Canadá. Introduce en éste una fabulosa versión del tema de Louis Armstrong, “What a Wonderful Word”, interpretada a dúo junto a Steve Wonder, y otra con Dolly Parton, “Baby, It´s Cold”, siendo con este álbum con el que obtendría el primer Grammy de su carrera artística.

En el cuarto volumen incluye insuperables duetos con Diana Ross y Elton John. Del quinto, qué decir, me quedo con la deliciosa “Beyond the Sea”, una de las canciones más versionadas de la historia de la música, pero que en esta ocasión resulta encantadora con los registros de su inconfundible voz. Forman un conjunto de “Esenciales”. Yo, que soy una incondicional, no me canso de escucharlos, es un placer para los oídos.

Son tantas las canciones que me gustan que no sabía por cual decidirme para incluir en el post, al final me incliné por “The Way you Look Tonight”, perteneciente al primer álbum. Es un tema sugerente, elegante, con un exquisito solo de xilófono en medio de la canción, que lo hace sublime. Delicioso para oír en buena compañía, o mejor aún, bailarlo muy, pero que muy pegado, a esa buena compañía.

viernes, 25 de febrero de 2011

Manifestación en Sevilla el 26-F: Hay razones para acudir


Mañana sábado, 26 de febrero, hay convocada una manifestación en Sevilla, que partirá desde San Telmo (Puerta de Jerez), en defensa de las pensiones, de los salarios, contra la reforma laboral, el copago en la sanidad pública, contra la carestía de la vida y por la profundización en la autonomía andaluza.
Como ven, tenemos motivos de sobra para acudir a ella. Espero que acudan los parados andaluces, los castigados por la crisis, la juventud sin futuro, los jóvenes prometedores, los coherentes, los solidarios, los agobiados, los rebeldes, los protestones vocacionales que suelen poner a parir a Zapatero y al PSOE, sólo en los foros de Internet y en la barra de los bares, los rebotados, etc.
Allí es donde quiero que estén, si es verdad que lo están pasando mal y quieren cambiar el rumbo del país. El sábado tenemos ocasión de manifestar nuestro descontento y malestar, y hacer llegar hasta este gobierno traidor, las quejas de todo un pueblo. Necesitamos más hechos y menos palabras. Si queremos parar todas estas injusticias, sólo movilizándonos lo conseguiremos; sentados en casa, no lograremos más que perpetuarlas.

En esta ocasión no hay justificación para los que, como yo, somos excesivamente escrupulosos en marchar junto a CC.OO. y UGT. Estas Centrales no convocan -están gastándose, plácidamente, los dineros que han "trincao" por ser buenos chicos-, así que no tenemos excusas para dejar de ir. Nos jugamos muchos en ello.

¡El sábado 26-F puede ser un gran día! El resultado depende de todos nosotros.






jueves, 24 de febrero de 2011

"Mariposas en el estómago"


Hay cosas que no se pueden decir –perdón, rectifico (no sea que me llamen, también, fascista), no debieran decirse- por la gravedad que conllevan tales declaraciones. Ya sé que en “petit comité” son muchas las barbaridades que decimos y hacemos, pero de ahí a emitirlas en público y en el mismísimo congreso, supuesta casa del pueblo, y por una diputada elegida por él, va un largo trecho. El Parlamento no se puede convertir en un corrillo de cafetería donde todo “quisqui” deja caer sus estupideces ante un grupo de amiguetes que, animados por las copas de coñac y aguardiente, se les calienta la boca y comentan sus últimas conquistas del fin de semana, o las experiencias que descubrió en ese pequeño viaje que realizó a tierras de nadie. Si de algo esencial no debe carecer un político, eso es sensibilidad, sin ésta es imposible que puedan captar las necesidades vitales de la población a las que dicen representar.
Hay cosas, que sólo con pensarlas, ya son graves, pero jamás deben desbordar nuestros labios, por crueles, injustas y dañinas. Son como agujas minúsculas que introducimos en los sentimientos del contrario, puñales de plata que clavamos alrededor de su corazón, culebras voraces que recorren sus arterias. Muchas veces las decimos sin la menor intención, pero producen el mismo efecto.
No hay nada más cruel en la vida que mofarnos del físico que, al poco agraciado, le cayó en suerte, cuanto más, de las deficiencias de su cerebro. Uno no es culpable de los defectos con los que viene al mundo, por lo tanto no puede ser objeto del comportamiento irracional con el que obramos.

Francamente me ha sorprendido que tamaña ofensa haya venido de Celia Villalobos. La verdad, no me lo podía esperar. Son de las personas del PP que menos mal me caen, y que en más de una ocasión he defendido cuando la prensa “apesebrada”, y los derechones del PSOE, la han atacado, más que por la inconsistencia de sus palabras, por la comunidad de procedencia de ésta. Siempre me pareció –dentro de la diferencia ideológica que nos separa- una persona seria, comprometida y responsable, alguien se contagió algo de los valores de la izquierda que conoció, cuando aún era joven y coqueteaba –como la mayoría de “niños de papá”- con los rojos de la época.
Quiero creer que hoy estará arrepentida por el desatino de sus palabras. No hiere el que quiere, si no el que puede, y Celia –insisto en creerlo- pienso que no lo ha intentado, pero el caso es que lo ha dicho, además, en un lugar donde las palabras retumban como en una cueva. Luego, en lugar de enmendarlo y pedir disculpas, acaba arreglándolo, llamando fascista al presidente de las cortes, en un acto soberbio de fuga (¿cuando se darán cuenta nuestros políticos de que no se debe hablar mal de las personas cuando éstas no están presente, y mucho menos, cuando penden de ellos la amenaza de un micrófono?).
Por una vez saldré en defensa de Bono. Mire Doña Celia: mandarla a callar ante el insulto que usted profirió contra unas personas que no le hacen daño, no es una actitud fascista, no es más que la acción que cualquier ciudadano que se precie está obligado a realizar como mínimo, la otra me la callo. La soberbia, señora mía, hace que nos caigamos más de una vez del caballo. Algunos nos levantamos, nos sacudimos las ropas y tenemos más cuidado en la próxima ocasión; usted, no sólo se cae de bruces sino que además derriba –por enojo- al cuadrúpedo. Mírese al espejo detenidamente. ¿Cree usted que se encuentra con razones suficientes para ir insultando?

Lo he dicho y lo vuelvo a repetir: todos nos equivocamos en nuestra vida, pero no es de buena persona insistir en nuestros errores y mucho menos enrocarnos. Usted, entre otras cosas es católica y debería saber que cosas como estas le impedirán subir al cielo. Aunque ustedes -todo son ventajas para cierta gente- lo tienen solucionado con el último acto en vida de la extremaunción, procedimiento al que no tenemos acceso el resto de los mortales.

Adelanto parte de un reportaje enternecedor, aparecido ayer miércoles, en las páginas del diario Público.es :

“Tomás y Magdalena, discapacitados, el mejor ejemplo de “pareja normal”

“La primera vez que la vi me gustó su simpatía y su saber estar. Luego empezamos a echarnos miraditas y la gente se dio cuenta antes que nosotros de que estábamos enamorados". Así relata Tomás Lorenzo cómo fue el inicio de su relación con Magdalena Mora. Ella, por su parte, recuerda "las mariposas en el estómago". "Cuando hacíamos cosas juntos: íbamos a pasear, a merendar, salíamos de compras...", añade”.
Me quedo con la bella frase de Magdalena para definir sus sentimientos: “...mariposas en el estómago”. ¿Seríamos nosotros capaces de encontrar una mejor definición para describir un sentimiento?
Ayer no fue su día, Señora Villalobos.


miércoles, 23 de febrero de 2011

23-F: Treinta años después




Hoy se cumplirán treinta años de aquel esperpéntico intento de golpe de estado que un grupo de guardias civiles, al mando del teniente coronel Antonio Tejero en Madrid y algunos militares en Valencia, al mando del capitán general de la II región militar, Jaime Milans del Bosch, quisieron llevar a efecto. Aquello no fue más que la constatación de una amenaza anunciada, ya que a nadie sorprendió la realización de aquel acto, puesto que ésta era una constante en nuestras vidas desde que el viejo dictador muriera plácidamente en la cama y sus pupilos (militares, viejos falangistas, excombatientes, nuevos cachorros) mantuvieran a la joven democracia –y al presidente de turno, Adolfo Suárez- medio secuestrados.



Alfonso Armada, segundo jefe del Estado Mayor del Ejército




De hecho, de todos eran conocidas las continuas reuniones conspirativas que mantenían sectores destacados del franquismo, con miembros del ejército y grupos de la ultraderecha, “para solucionar, decían, los males por los que atravesaba España, males originados en su mayoría por la resistencia que mantenían los sectores franquistas a disolverse y acatar las nuevas leyes por las que se regían el resto de la población, además del acoso a que, el entonces feroz partido de la oposición, el PSOE, sometía al gobierno de Suárez, deseoso de llegar a un poder que se le resistía en las urnas, más el conflicto interno que se producía dentro de las filas de la UCD, donde las distintas familias que lo componían, luchaban vergonzosamente por coger la dirección del partido y las riendas del estado.

Lo que sí sorprendió, fue que con todos estos antecedentes, y las detenciones que se habían producido en 1978 en la operación Galaxia -donde fue apresado y condenado a siete meses de prisión, el teniente coronel de la guardia civil, Antonio Tejero- los servicios de contraespionaje español y americano, no hubieran detectado esta conspiración que se organizó y preparó sin el menor cuidado. Todos sospechaban que algo se tramaba contra el poder legalmente establecido, pero los encargados de descubrirlo y paralizarlo, o no quisieron, o miraron para otro sitio.




Jaime Milans del Bosch, Capitán General de la II Región Militar




Esta es una de la muchas incógnitas que a día de hoy quedan por resolver. La otra, el grado de participación de algunos dirigentes del Partido Socialista, si no de todo el partido, en la gestación del golpe de estado (se habló durante mucho tiempo de la presunta implicación de Enrique Múgica, ex Defensor del Pueblo, al que se le vio reunirse en varias ocasiones con el general Alfonso Armada), y, por último, la sospecha de que Juan Carlos estaba al tanto de todo, pues no era posible que su mano derecha, el general Armada (segundo Jefe del Estado Mayor del ejército), no le tuviera informado de lo que se proponía y, mucho menos, que actuara por su cuenta. Es más, el hecho de permanecer escondido, esperando ver en qué acababa la revuelta, no apareciendo hasta bien estrada la madrugada del día 24 (una y cuarto), cuando el golpe estaba más que frustrado -a causa de la negativa del intransigente teniente coronel Tejero, que no aceptaba la lista que el general Armada le presentó para formar el futuro gobierno, en la que, presidido por él, incluía a miembros del Partido Socialista y al propio Santiago Carrillo-, resulta del todo sospechoso. Fue célebre la frase que le espetó el bigotudo guardia civil al leerla: "Yo no he asaltado el congreso para esto", y le exigió que se marchara, con la amenaza de pegarle un tiro.



Antonio Tejero, teniente coronel de la guardia civil



Afortunadamente, el golpe de estado fracasó por diversos motivos, el más importante fue la indecisión de algunos capitanes generales que no se atrevieron a secundarlo, hasta ver cómo evolucionaba la intentona, y la mala organización del mismo, dejando en un segundo plano la formalización del previsible gobierno provisional que tomaría las riendas del país, unido a la poca maduración del acto. Todo fue demasiado espontáneo, improvisado, realizado con más vísceras que cerebro. La extrema derecha estaba impaciente por cambiar el rumbo político del país y no encontraron mejor ocasión para ello que el malestar que se vivía en aquellos días para intentar subvertir el futuro de los españoles e introducirnos de nuevo en las cavernas de la dictadura.
Por fortuna, esta trágica aventura no llegó a buen puerto, aunque nos dejó bastantes heridas. Desde entonces la democracia se adulteró, sobre todo, a partir de la entrada en el poder del Partido Socialista, el cual, para pagar las deudas contraídas con Billy Brandt (tanto económicas como políticas) comenzó a adulterar el carácter que impregnó la transición, y sucumbió a los mandatos que le exigía la poderosa Alemania, pero, sobre todo, el espíritu de las revueltas quedó secuestrado ante las continuas llamadas al orden, la responsabilidad y el fantasma de un nuevo golpe de estado. Estas fueron las armas más precisas para adormecernos y llevarnos al letargo social que hoy, treinta años después, padecemos. La ciudadanía observa impasible, cómo un puñado de políticos sin escrúpulos conduce al país, y a todo un pueblo, a la más cruel ruina.
Estas son las lecciones de un 23-F que falló en las formas, pero no en el fondo, ya que desde entonces, España dejó de ser el país insurgente y reivindicativo que fue hasta entonces. El "tejerazo" fracasó, pero el golpe de estado contra las libertades y la democracia, triunfó. Para el PSOE, resultó todo un éxito, fue el más beneficiado del clima que se creó como consecuencia de él.



martes, 22 de febrero de 2011

La hipocresía de Occidente




La hipocresía de Occidente contiene unos parámetros tan insospechados, que, por mucho que lo preveas, siempre te cogen desprevenido. Sorprende oír la serie de declaraciones que últimamente están realizando los adalides de la “democracia”, respecto a las sangrientas respuestas que los gobiernos sátrapas están realizando contra la población de los países del norte de África, y, en concreto, de la península arábiga.
Uno ha visto y oído bastante en los años que lleva viv
ido, pero nunca deja de asombrarse cuando la política “formal” entra en juego. Me llena de perplejidad comprobar cómo este corrupto Occidente tiene la osadía de recriminar a unos gobiernos criminales que, hasta hace dos días, eran “admirables colaboradores y perfectos gendarmes” a su servicio, para que controlaran el “terrorismo” islamista y el continuo flujo de emigrantes hacia sus países desarrollados.
No hace más de dos semanas, los máximos dirigentes de Túnez y Egipto, de golpe, por necesidad del guión que reescribe EE.UU, se han convertido en el objetivo a batir y destronar, sin saberse a ciencia exacta, qué nuevos propósitos se reserva el Imperio para esa parte estratégica del mundo.
Ben Alí (2
3 años en el poder) y Hosni Mubarak (30 años) –hasta poco después de las revueltas que cogieron por sorpresa a Europa- eran miembros destacados de la Internacional Socialista, lugar donde se codea lo más “cool” de las democracias del mundo, y jamás se les reprochó la tiranía con la que gobernaban a sus respectivos pueblos, ni se percibían del olor a rancio que todos ellos desprendían.
Tampoco hace mucho que el, ahora maligno, Muamar Gadafi (41 años en el poder) se paseara por toda Europa con su estrafalaria jaima, y ninguno de estos gobiernos tan democráticos osó recriminar su política represiva ni su dilatada permanencia en el poder, incluido el nuestro, igual que ha sucedido con el corrupto y asesino gobierno de China, el cual ha sido recibido con todos los honores hace bien poco, allá donde ha estado, incluido San Obama, al que se le llena la boca, todos los días, de lecciones de democracia y defensa de los valores humanitarios .

No creo que lo que se proponga Occidente sea la “liberación” de estas poblaciones, ni mucho menos, la mejora de sus condiciones sociales. ¿Cual es la jugada? El tiempo nos lo revelará, pero mientras tanto diré que no hay revolución que valga lo suficiente como para justificar un sólo muerto, cuanto menos, los más de doscientos cincuenta que llevan en Libia, más otro tanto similar en Egipto y Túnez.
La revolución la hacen los pueblos en beneficio de los que aspiran a gobernar, olvidándose a los pocos meses, las consignas por las que se movilizaba a la masa y las promesas de bienestar y enmienda que estos hacían si llegaban al poder. El pueblo pone los muertos, y ellos, los gobernantes, recogen los beneficios. No hace falta retroceder muchos años para ver en qué han quedado algunas de las más importantes: Unión Soviética, China, Corea, Cuba, México, etc.
Son muchos los optimistas que quieren ver en estas movilizaciones, una espontánea reacción juvenil contra la opresión y la falta de democracia, algo que a mí, personalmente, me cuesta creer y, sospecho, que el dólar americano anda, por detrás, motivando a un sector de la población. Sólo con el patrocinio del dinero USA y la agitación de organizaciones radicales islamistas que ven la ocasión para coger un trozo de tarta, se pueda entender que, de pronto a porrazo, se organice semejante revuelta en una parte del mundo tan poco sensibles a las necesidades de cambio. De momento, Europa, sospechosamente, recortará las ayudas que venía ofreciendo a los países del antiguo Telón de Acero que "colaboraron" a que cayera el régimen Soviético, y las destinará a "premiar" a los países que están acabando con las dictaduras que ellos fomentaron y permitieron.
Queremos creer que las teorías marxistas y el comunismo están obsoletos y desfasados (es una musiquilla que no se cansa de repetir la derecha mundial, esa que gobierna desde el Neolítico), pero nos equivocamos al realizar este precipitado análisis; los que fallamos, en su aplicación, somos los hombres, que la interpretamos y ejecutamos como nos parece. No son las ideas las que están equivocadas, como no lo están las sagradas escrituras; es el hombre el que está, incorregiblemente, perdido, y como tal, toda actividad que realiza la convierte en un conflicto de intereses creados, completamente divorciados de las necesidades básicas y perentorias del resto de la población.
La única revolución justa, necesaria y pendiente, para que pudiera mejorar el mundo, debería ser la personal. Sin ella, cualquiera que se realice sólo produciría dolor y muerte. Dolor y muerte para el pueblo, porque, pregunto: ¿Cuántos líderes han visto ustedes que hayan caído desde que empezaron estas revueltas que comentamos? ¡Ninguno! Ellos están a verlas venir, por si ésta fracasa y hay que volver a rendir pleitesía al dictador de turno.



lunes, 21 de febrero de 2011

Estampas cotidianas de nuestro pasado (I): La colada

Utensilios para la colada: El lebrillo y el refregador



Esta era la lavadora "superautomática" con la que nuestras madres y hermanas se enfrentaban cada vez que tenían que hacer la colada. Algunas aún la recordarán, como la triste -y penosa- condena que tuvieron que pagar por haber nacido mujer, y por los muchos callos que les dejó en las manos, nudillos y, sobre todo, en el alma. Si hay que buscarle algo "bueno" a este martirio, es que no producía depresiones, dado que a sus "propietarias" no les quedaba tiempo para pensar en ello, y mucho menos, aburrirse.
Afortunadamente, con el tiempo y el avance de la técnica, la actual lavadora vino a sustituir al obsoleto lebrillo y al penoso refregador que destrozaba la espalda y los puños de las esclavizadas mujeres. Desgraciadamente, aún siguen viéndose en algunas zonas rurales de nuestra Andalucía, donde, a pesar de las no sé cuantas "modernizaciones" que nos promociona la Junta y haberse cumplido la primera década del siglo XXI, la electricidad continúa sino llegar a muchas zonas deprimidas de nuestra Comunidad, con lo que todos estos avances tecnológicos sólo sirven para observarlos en los escaparates de las tiendas.




Su funcionamiento era simple y sencilla. No se necesitaban instrucciones técnicas para ponerla en marcha, sólo la fuerza de dos brazos para acarrear con el cubo de cinc, el agua que recogían en el pozo del patio o en la fuente de la plaza del pueblo. Luego, cuando el lebrillo estaba lleno, colocaban el refregador, cogían un buen trozo de jabón verde (a veces eran de los que elaboraban ellas mismas artesanalmente) y ¡a refregar hasta el agotamiento! En ocasiones se producían ligeras averías: o bien las ondulaciones del artilugio se desgastaban por la briega continua de los nudillos, o bien, por la mañana temprano cuando pretendían comenzar la tarea, y el agua, por efecto del fuerte frío de la noche, estaba helaba y había que derretirla. La primera se solucionaba "fácilmente", sustituyendo el averiado artilugio por uno nuevo, y la segunda, calentando cubos de agua que añadían al congelado elemento.
¡Toda una alegría para empezar la nueva jornada!

Un fuerte abrazo y un merecido recuerdo para las mujeres que nos precedieron. Sin ellas, nada de lo que tenemos y somos, hubiera sido posible.
Decía Manuel Rivas, refiriéndose a ellas, en un pequeño poema:

Él era fuerte y débil como un marine.
Ella frágil e invencible,
como una guerrillera del Vietcong.
¡Cuánto le debemos a la mujer! De no haber sido por ella, el mundo se hubiera extinguido hace mucho tiempo. 



sábado, 19 de febrero de 2011

"La Puerta del Perdón" y sus Aldabones


Al fondo, la Puerta del Perdón, conectada a la calle central de la Alcaicería de la Seda



Trataremos en este post uno de los detalles que, por pequeños, pasan desapercibidos a los visitantes que se acercan a contemplar la catedral de Sevilla, y en concreto, la parte que queda de la antigua mezquita grande de Isbiliya. Son dos magníficos aldabones que se pueden localizar en la denominada Puerta del Perdón, acceso principal que daba paso al sahn, o patio de las abluciones (hoy, Patio de los Naranjos). Está situada al norte del solar donde se levantaba la gran mezquita de Isbiliya, en ella podremos observar una de las mayores hermosuras (después de la Giralda) que dejaron nuestros alarifes almohades.
Es un arco túmido con fábrica de ladrillos, sobre el que se levanta un magnífico tejaroz, rematado por un cuerpo de arcos lobulados y paños de sebka. El resultado no pude ser más elegante y vistoso.


Puerta del Perdón. Interior del sahn


Pero lo que más destaca del conjunto -por su amplitud y laboriosidad- es la puerta en sí, compuesta de dos enormes hojas de madera de cedro, revestidas con chapas de bronce, ambas decoradas con motivos de lacerías y atauriques, además de inscripciones con caracteres cúficos en el que, como era norma general, se repitan versos del Corán.



Detalle de una de las hojas y de la aldaba de la puerta


Y es, sobre estas dos imponentes hojas, tan ricamente decoradas, donde ocupan un lugar destacado nuestras pequeñas joyas: dos bellos aldabones, realizados también en bronce y adornados con atauriques. Son dos magníficas realizaciones del arte almohade en nuestra tierra.
Los que hoy podemos contemplar en la puerta son una perfecta reproducción de los originales que, hasta hace pocos años, permanecían en ella, y que con buen criterio se retiró y se mantienen expuestos en el museo catedralicio.


Aldabones oríginales de la Puerta del Perdón

viernes, 18 de febrero de 2011

Opinando sobre política: Perlas singulares para el autoconsumo




He querido rebuscar algunas impresiones que determinados personajes han tenido sobre la política. Como os ocurrirá a vosotros, algunas me parecen más acertadas que otras, y con las que podremos estar más o menos de acuerdo, pero tienen el valor de haber sido hechas por personajes “importantes”, si por importante entendemos ser alguien conocido. Lo que vosotros y yo opinemos de ella, no cuenta, o, al menos, importa menos, ya que nosotros hemos nacidos para obedecer y no para pensar.

De todas maneras, como jamás me resigno a dar por bueno todo lo que me impongan, y haciendo un esfuerzo inadecuado para las personas como nosotros, me estrujo un poco las seseras y os ofrezco un puñado de reflexiones que puedan quitar el oxido que nos han depositado en el cerebro.
Todo hombre es capaz de realizar lo que cualquier otro semejante, y por lo tanto, no podemos sustraernos de participar en la creación del pensamiento del país ni el ejercicio del desarrollo político de éste. Como dijo Aristóteles, “el hombre es un animal político”, y Thomas Mann añadió, “todo es política”, así que, por necesidad y coherencia, el pueblo no puede quedarse al margen de la actividad intelectual y social del país y dejar la responsabilidad de ésta en manos de los “profesionales” de ella. Para que no nos mangoneen, es necesario que el pueblo crezca, intelectual y políticamente.
Y ahora pasemos a echarle un vistazo a estas perlas que, si no me lo toman a mal, quiero iniciar con esta lapidaria frase que el “gran filósofo” Groucho Marx (el del cine, no el pensador alemán) hizo:
  • La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.
Y ahora, pasemos a las demás.

  • “La política es quizá la única profesión para la que no es necesaria preparación”.
Robert Louis Stevenson
  • “La política es enemiga de la imaginación”.
    Ian Mcewan

  • “La política es el reflejo de la actividad comercial e industrial del mundo”.
    Emma Goldman

  • “La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez”.
    Winston Churchill

  • “Sería una gran reforma en la política el que se pudiera extender la cordura con tanta facilidad y tanta rapidez como la locura”.
    Winston Churchill

  • “En política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”.
    Antonio Machado

  • “En política lo importante no es tener razón sino que se la den a uno”.
    Konrad Adenauer

  • “El arte de la política consiste precisamente en saber cuándo es necesario golpear a un adversario ligeramente por debajo del cinturón”.
    Konrad Adenauer

  • “Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral”.
    Francis Bacon

  • “Mientras religión y ética pueden dirigirse al individuo aislado y podrían existir en un solo hombre sobre el mundo, la política necesita para su posibilidad la existencia de la sociedad”.
    María Zambrano

  • “Actúo en política como en la guerra: distraigo a un flanco para batir al otro”.
    Napoleón Bonaparte

  • “La política no es una ciencia exacta”.
    Otto Von Bismarck

  • “Política es eso: el arte de ir levantando hasta la justicia la humanidad injusta; de conciliar la fiera egoísta con el ángel generoso; de favorecer y de armonizar para el bien general, y con miras a la virtud, los intereses”.
    José Marti

  • “Las finanzas son un arma de fuego. La política es saber cuándo apretar el gatillo”.
    Mario Puzo

  • “Todo comienza en mística y termina en la política”.
    Charles Péguy

  • “La política es absorbente. Al hombre dado a ella no le debe quedar tiempo para pensar en sí”.
    Ramiro De Maeztu

  • “La política, como el bosque tropical, se alimenta de su propia basura”.
    Paul Carvel

  • “La política necesita a gente que no necesite a la política”.
    Paul Carvel

  • “Lo decisivo para actuar en política es la pasión moral”.
    Theodor Heuss

  • “En política son los medios los que deben justificar el fin”.
    Albert Camus

  • “La política se degrada, conviértese en profesión. En los pueblos sin ideales, los espíritus subalternos medran con torpes intrigas de antecámara. En la bajamar sube lo rahez y se acorchan los traficantes”.
    José Ingenieros

  • “La acción política sólo es maniquea en sus grados bajos, y el maniqueismo tiene el efecto de camuflar el azar y la incertidumbre de la acción”.
    Edgar Morin



Y, para finalizar, la inmejorable frase de François René de Chateaubriand:
  • “Si nos salimos de los hechos, en política, nos perdemos sin retorno”.
Pues eso, no nos salgamos de los hechos y, mucho menos, de las realidades históricas, si no queremos estar dando continuos trompazos.

jueves, 17 de febrero de 2011

¡A sus órdenes, Tío Sam!




En esta perra vida, uno se envalentona con quien puede y te lo permite, a sabiendas de que tu engallamiento no te producirá graves consecuencias. También están los que sólo se atreven a encararse con su sombra –son la mayoría-, por lo que pudiera pasar. De ahí la manida frase de que “uno es fuerte con quien puede, no con el que le gustaría”. Es la ley que predomina en toda relación humana, por la cual, siempre ha de haber alguien que esté jodido y otro, maravillosamente jodiendo. La condición del hombre está determinada por estas dos dualidades, haciéndolas extensibles a todas sus facetas sociales, no permaneciendo fijas a un carácter específico, ya que, por desgracia, esta se vuelve rotatoria y por lo tanto, aquél que permanecía abajo, cuando la ocasión se lo permite, se levanta del suelo, con más soberbia y enojo, y derriba al que encuentra a su paso, por supuesto, más débil que él. Es lo que los entendidos denominan como “el efecto suplantador del oprimido”, carácter fuertemente asociado a personas y colectivos que han vivido durante bastante tiempo bajo un estado de dominación, o de un insalubre complejo de inferioridad.

He llegado a esta conclusión después de escuchar la noticia en la que anunciaban que la ministra española de Asuntos Exteriores, daba dos días de plazo al gobierno iraní, para que diera explicaciones y pidiera disculpas, por la detención del cónsul español en Teherán, transcurridos los cuales y no recibiendo una justificación razonable, rompería relaciones diplomáticas.
Al oír estas declaraciones, la verdad, uno se queda planchado. ¿Son acaso consecuencia-efecto de la famosa “cuota” con la que Zapatero rellenó un gobierno que no le hi
ciera sombra, o tal vez un intento más de contentar al “Amo americano”? Porque no de otra manera se puede entender este ultimátum bravucón a Irán, cuando jamás se ha atrevido a presentar ni una sola queja ante el dictador marroquí, por las detenciones y agresiones que han recibido numerosos ciudadanos españoles.
Quiero creer que estas incoherencias son debidas, más que a su incapacidad intelectual, a las exigencias del guión que les obliga a interpretar “El Dueño del Mundo”, no de otra manera pueden explicarse estas incongruencias políticas, máxime cuando la gran superpotencia está apostando fuerte por desestabilizar la zona.

Cumplido el primer objetivo –encender la mecha- en Túnez y Egipto, el fuego se va propagando por el resto de países marcados. Estos no irán cayendo por “efecto dominó”, término que, equivocadamente, utilizan nuestros magníficos desinformadores, sino por la táctica “del salto del caballo”, movimiento que cualquier aficionado al ajedrez conoce, consistente en moverse para cualquier casilla, salvando el obstáculo que tiene al lado. Esta y no otra es la estrategia de EE.UU. (¿será posible que siempre esté metido en todos los conflictos mundiales y luego se queje de ser un objetivo a batir?).
La justificación para intervenir –y la que expresan por cacofonía sus lacayos- consiste en que quieren llevar la “democracia” –su indigna democracia- a unos rincones del mundo que jamás han sentido la necesidad de tenerla. También, la de renovar al sátrapa de turno que gobierna en esos países desde hace varias décadas. Pero esto no son más que meras excusas, ya que todos sabemos lo poco que le importa al Imperio las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas de la población mundial, y menos cuando lo primero que debería hacer es barrer la porquería que se esparce por todo su territorio y darle una mano de pintura a su viejo Tío Sam que, por si no lo saben, lleva gobernando desde hace algo más de dos siglos –aunque haya cambiado, de vez en cuando, la mascara- y nadie ha caído en sustituirlo.

Por lo que es a mí, me entristece comprobar cómo, una y otra vez, los respectivos gobiernos que se suceden en España, van a remolque y quieren ser complacientes con la poderosa USA. No es que prefiera que mantengan una irreal beligerancia con ella, pero sí al menos que tuviésemos personalidad, fuésemos coherentes y ecuánimes, lo justo para sentirme un ciudadano libre que no vive en un país hipotecado. La actitud de nuestro políticos, siempre dispuestos a limpiarle la baba al emperador de turno, me abochorna y me cubre de rabia. No puedo evitarlo.


miércoles, 16 de febrero de 2011

Simone de Beauvoir, o el derecho a ser mujer






Simone de Beauvoir, nace el 9 de enero de 1908 en París, en el seno de una familia acomodada. A través de los cinco volúmenes memorialísticos que, intercalados con novelas y ensayos, escribe a lo largo de su vida, sabemos de ella que pronto descubre la existencia de otros “yos,” aparte del suyo, a los que debe enfrentarse, contra los que debe luchar y medirse, así como una clase burguesa a la que pertenece por nacimiento.
En 1929 conoce a Jean Paul Sartre, personaje crucial en su vida, cuando ambos estudiaban en la École Normale Supérieure, relación que se prolongó a lo largo de toda su existencia, hasta 1980, año en el que Sartre pasó “a vivir entre quienes le admiraban”, frase con la que ellos designaban la muerte. Su relación se puede describir de poco menos que especial, como pareja constituía
n lo que ellos calificaban como un “amor necesario”, para distinguirla de los “amores contingentes”, distintos amantes que pasaron por la vida de ambos y con los que mantuvieron romances más o menos largos, al margen del suyo, y que se confesaban mutuamente.
Este tipo de relaciones están perfectamente documentadas en muchos de sus libros: “Los Mandarines”, “La Invitada”, etc. Con su último volumen autobiográfico, “La ceremonia del adiós”, escrito en 1981, un año después de la muerte de Sartre, consigue la ira de tod
os los admiradores de éste, al describir de manera cruda los últimos años de la vida del pensador, no exentos de alcohol y decrepitud senil. Unos años antes se había embarcado en una aventura semejante, diseccionando en “Una muerte muy dulce”, 1964, la agonía y el fallecimiento de su madre, que obtuvo el beneplácito del público, incluidos los “sartrianos”, da que pensar entonces, que lo que no le perdonaron con “La ceremonia del adiós”, fue que “mancillara” la figura del maestro, un hombre.

Simone de Beauvoir decide muy joven su carrera, deslumbrada por los personajes de sus lecturas favoritas: la “Jo” de “Mujercitas”, o “Maggie Tulliver” de “El molino junto al Floss”, así co
mo de las creadoras de estas obras. Su primera novela, “Cuando predomina lo espiritual”, rechazada por los editores, vería la luz muy tardíamente, en 1979.
Entre 1931 y 1943, se dedica al magisterio, siendo este último año cuando consigue publicar por primera vez: “La invitada”, una novela irónica, densamente poética, en la que desarrolla el tema de los “amores contingentes”. La experiencia de la guerra daría paso a una escritora cuya conciencia moral y la visión del mundo que la rodeaba, sería el centro de gravedad de su obra. Su carrera intelectual gira absolutamente cuando publica “El segundo sexo”, 1949, obra extensa de dos volúmenes, que cambiaría la historia de las reivindicaciones femeninas en el pasado siglo. La influencia de este ensayo traspasaría las fronteras de Europa y llegaría al mundo anglosajón. El movimiento de liberación de la mujer estadounidense, “Women´s Lib”, de los años sesenta, reconoce su deuda con Simone de Beauvoir.

Escribe como mujer, y lo que ello significa frente al mundo, desnudándose totalmente en su obra y despreciando la actitud de las mujeres que desencantadas y frustradas de sus relaciones, achacan toda la culpa de ello al hombre. Su obra es magnética, diseccionando de manera apasionada el alma humana, mostrándonos, a veces, de una manera implacable, a la mujer débil que no sabe hacerse responsable de sí misma y de su vida.
Muere en París, el 14 de abril de 1986, dejándonos pocas, pero exquisitas obras, tanto en ensayos, narrativa y memorias, e incluso una pequeña incursión en el mundo del teatro.

Si algo hemos avanzado en la liberación y autoestima de la mujer actual, se lo debemos, en parte, a esta comprometida y gran autora.


Autora: Carmela

martes, 15 de febrero de 2011

Todos contra Sevilla





Si te das una vuelta por Andalucía, alegra observar las fenomenales infraestructuras que se están llevando a cabo, y que, por fin, esta olvidada comunidad está dejando de ser –en algunas materias; en la mayoría, aun continúa siéndolo- el furgón de cola del anterior poder centralista, el cual sólo atendía a las demandas de la capital del reino, y a las presiones de las dos regiones periféricas: Cataluña y País Vasco, algo parecido a lo que sucede ahora, pero a lo "democrático", con lo que se demuestra que el “poder” no es cíclico como algunos quieren hacernos creer, si no que es estable y continuado.  
Pero después de digerir el contento inicial que tales obras deparan, uno no puede dejar de reflexionar y analizar lo que ha visto y llega a la triste conclusión del ninguneo y discriminación que se está cometiendo contra una de sus capitales, Sevilla, por tener la "desgracia" de haber sido elegida capital de la comunidad, algo fuera de lo normal, ya que es la única (que yo sepa) a la que se le castiga por tal motivo. Nadie cuestiona la capitalidad de Barcelona, Vitoria, Valencia, Zaragoza, Toledo, Santiago de Compostela, etc., estén mejor o peor elegidas, ni siquiera en el caso de la primera, que es un caso exacerbado de centralismo autonómico, y que ha fagocitado a las tres restantes ciudades que componen la citada comunidad. 
Estas no son más que las consecuencias lógicas de las luchas intestinas que aún mantienen, inconscientemente, los distintos grupos de personas con los que repoblaron la región, después de haber quedado casi desierta de población autóctona, tras la ocupación castellana. De nuevo, el extenso territorio andaluz se vio envuelto en una lucha de “clanes”, algo que fue de vital significación para la pérdida de Al-Andalus: las rivalidades tribales, por hacerse con el control del poder y la posesión de las mejores tierras.  
De hecho, el andaluz, aun en el siglo XXI, inconscientemente, se siente “un nacido accidental en esta comunidad”, máximo representante de la ideología del imperio en el lugar y defensor de sus señas paternales, sin aspiraciones de integrarse en una nueva comunidad de hombres venidos a vivir a otra tierra, como ha ocurrido con otras regiones del mundo, las más significativas, Estados Unidos de América y Australia. Con la autonomía, esta lucha de intereses y desencuentros se ha hecho más patente. Treinta años de reinado “socialista” han fomentado y aumentado estas desigualdades, creando el cultivo adecuado para que las tribus enfrentadas se posicionen más claramente. 
El caso es que mientras los sevillanos nos miramos el ombligo –este es uno de los ejercicios que mejor sabemos hacer-, jienenses, granadinos y, sobre todo, malagueños, no han dejado de pescar en el río revuelto para satisfacer sus ambiciones, siempre respaldados por la inestimable ayuda de los distintos consejeros que pasan por el gobierno de la Junta de Andalucía, que, extraña coincidencia, casi siempre son de las citadas provincias y los más activos enemigos de Sevilla. 
Así, desde que se inició la autonomía y el estado central fue traspasando las competencias que tenía en la comunidad a la Junta, ésta, en los presupuestos anuales, fue discriminando ostensiblemente a esta provincia, siendo de las ocho la que menos dinero recibe, año tras años, en relación con el número de habitantes que cuenta. Desde entonces, Sevilla ha sido la cenicienta de las inversiones de la Junta. Por ello no es de extrañar que mantengamos unas infraestructuras obsoletas, indignas de una capital autónoma, por capitalidad, historia y población, y que tengamos que conformarnos con unas carreteras que ya estaban desfasadas cuando las construyeron, teniendo que soportar la población metropolitana constantes atascos diarios para trasladarse a su trabajo mientras que en otras provincias orientales se siguen construyendo autovías de tres y cinco carriles¡¡¡¡, para el disfrute de los turistas, con una SE-40 paralizada que Dios sabe cuando se reiniciará, después de un montón de años de retraso, con un metro que hace más de veinte años que debería estar funcionando y para el que la Junta "no tiene dinero" mientras se sigue financiando el de Málaga.  
Pero esto parece que no le importa al sevillano. Para él es más importante saberse el centro del mundo, que sus Esperanzas salgan el viernes santo, su virgen de los Reyes, que esté lista la feria para el pistoletazo inicial, la visita a su rey “santo”, que no se atrevan a tocar la Giralda los “moritos”, que la catedral siga en su sitio, y pare usted de contar, mientras los otros –políticos, consejeros y ciudadanos- barren para su ciudad, como Dios manda y pese a quien pese.  
Alegra observar cómo Andalucía se actualiza, pero unas ciudades más que otras, aunque los sevillanos no se den cuenta del agravio comparativo y sus políticos, guarden un silencio cómplice y miren para otro sitio. La provincia de Sevilla fue una marginada en los presupuestos del Estado en tiempos del franquismo, pero en nada se ha beneficioado con la descentralización política y la implantación del estado autonómico, ya que "gracias" a la actuación premeditada y cateta de los responsables de nuestra autonomía, Sevilla está siendo relegada en este proceso urbanístico y se encuentra con las mismas infraectructuras que se ejecutaron para la Exposición del 92.  
El sevillano es, esencialmente, culpable -junto a sus políticos locales- del atraso que padece su provincia, por indolente, irresponsable y poco exigente. 




lunes, 14 de febrero de 2011

Chorradas para el día de San Valentín


Todo vale, todo se vende y todo se compra... hasta -¡por desgracia!- el Amor.
En respuesta a un comentario que hacía a una amiga de este Rincón, dije: "El amor, como el resto de las cosas, es más sencillo de lo que creemos. Somos nosotros los que las complicamos y la hacemos, a veces, imposibles".
Me reafirmo en ello. Tenemos que darnos una capa de autenticidad y no tratar de ocultar nuestras culpas con una avalancha de caricias: el exceso axfisia.









































Vuelve San Valentín y de nuevo el engaño


Como no he cambiado en nada la opinión que tengo sobre este macabro día, bien vale lo que dije el año pasado, por lo tanto, sin quitar ni añadir una coma, vuelvo a publicarlo. Que Apolo nos perdone por haber convertido algo tan bello -el Amor-, en un acontecimiento deleznable.



En una sociedad como en la que estamos, vacía de valores, sin contenidos éticos ni morales, motivados siempre por la apariencia y viviendo del camuflaje y la improvisación, necesariamente necesita de estos días para reparar las carencias de los otros trescientos sesenta y cuatro de inactividad y olvido. Porque a la humanidad, lo que más le fatiga son las carreras de fondo, donde el agotador día a día, pone a prueba su poder de resistencia; a esta sociedad, lo que le caracteriza, son las pruebas de velocidad; son más brillantes y exigen menos constancia. Asombra pasear por la calle y observar la de reclamos publicitarios que hay para cumplir con este día rehén de los mercados; recuerdo que, cuando joven, casi no se hablaba de él, hasta que unos grandes almacenes se propuso, a base de repetir un año tras otro, eslóganes babosos,para que los ciudadanos pasasen por sus departamentos si no querían que, gracias a la pareja, el día se les transformara en un infierno. Luego, con el paso del tiempo, nos fuimos idiotizando y el resto de los comercios, que vieron el filón que la estupidez les proporcionaba, adoptaron la misma política publicitaria para ellos, y hoy te encuentras a las agencias de turismo ofertando prometedores viajes para enamorados –habitación y baile incluidos-, como si la ausencia de estos fueran los causantes de la escasez de cariño; las floristerías te seducen con el ramo de rosas más singular y romántico, digno de regalar a la persona que más odias durante el resto del año; las perfumerías, sus magníficos y caros productos, para ocultar el olor que despide el amor mal conservado; y, por último, lo más asombroso, las cestas de frutas variadas que, en un intento de ampliar mercado, exhiben las verdulerías del barrio, para tratar de quitar el mal regusto que la carencia de afecto te deja en el alma. Para los que somos mastines, las fogosas salidas de los galgos no nos impresionan; sabemos que el trayecto a recorrer es bien largo y que en cualquier revuelta, nos lo encontraremos echado. El amor, como al resto de las cosas importantes en la vida, hay que tratarlo con delicadeza y respeto; solo así lograremos concluir nuestros días de estancia en esta vida medio satisfechos.


domingo, 13 de febrero de 2011

Las Gradas de la Catedral de Sevilla







Por lo que cuentan algunos estudiosos de la historia de Sevilla, los peldaños que ayudan a salvar el desnivel que existe en el ángulo noroccidental del solar de la Catedral (esquina calle Alemanes con avenida de la Constitución), puede ser que procedan de las gradas que servían de asiento en el Teatro y Anfiteatro de la vieja Hispalis, cosa que es difícil de aceptar, a no ser que éstas ya estuvieran allí desde que se edifica la Mezquita Mayor de Isbiliya, y los constructores de la Catedral las respetaran, igual que hicieron con el patio de Los Naranjos y La Giralda, documentación que he tratado encontrar y no he hallado, ni siquiera, el año en que éstas se colocaron. De momento, son todo conjeturas, no puedo aportar más datos sobre este tema.

Estas llamativas
Gradas de la Catedral se hicieron famosas después del “descubrimiento” de América (en concreto, las que dan para la avenida de la Constitución, en el espacio en el que se ubicaba la fuente del Hierro, lugar donde hoy está enclavada la iglesia del Sagrario), ya que era el lugar escogido por tratantes, comerciantes, prestamistas, etc., para realizar sus transacciones y negocios, incluso a mediados del siglo XVI, para la venta de esclavos, ante la actitud permisiva de las autoridades religiosas. Éstas sólo protestaron y tomaron medidas reprobatorias, cuando los comerciantes empezaron a invadir, con sus cabalgaduras y sus animales, el interior del templo en los días de lluvia, o para cruzar a la parte opuesta (la plaza de la Virgen de los Reyes) y ahorrarse el rodeo.



Para ello, mandaron colocar alrededor del solar, en el año 1565, un total de 157 columnas encadenadas entre sí, que delimitaban el espacio y la zona donde acababa la jurisdicción civil y comenzaba la religiosa, cosa que hacían respetar gracias a la ayuda de alguaciles que imponían el derecho eclesiástico, incluso en el caso de maleantes que eran perseguidos por la justicia. Algunos investigadores afirman que estas columnas proceden del Circo de la Híspalis romana, que estaba situado en la explanada que hoy ocupa la Catedral y demás plazas adyacentes, pero al igual que ocurre con las gradas, no hay ningún testimonio escrito que lo confirme.


Ante las quejas del Cabildo Metropolitano, el rey Felipe II decidió construir, entre los años 1584-1598, para la Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla, un edificio renacentista a cargo de Juan de Mijares, sobre planos de Juan de Herrera, donde acoger a estos comerciantes que tanto importunaban en la Catedral, y que en 1785 quedó convertido en Archivo General de Indias, por real mandato de Carlos III, en el que se puede investigar todo lo relacionado con la conquista y la colonización de las américas, y que hasta ese momento se hayaba desperdigado en los archivos de Simanca, Sevilla y Cádiz.




sábado, 12 de febrero de 2011

Franz Fafka: "El Puente" (Relato)


¿He dicho alguna vez que disfruto leyendo a Kafka? ¿Y que me recuerda la locura juvenil que se debe tener cuando se ansía algo y se es, sobre todo, joven?

Kafka me recuerda los pasados años 70. Estaba rabiosamente de moda entre "la intelectualidad y el progrerío" de aquella época. Era raro no encontrar a un melenudo con barba, tejanos Lois por los tobillos, calzados con botas de piel vueta y camisa de franela desabrochada, que no llevara bajo el brazo, o en la bolsa, el complemento que lo caracterizaba: un par de libros; uno, de la más exitante poesía social o surrealista, y el otro (definitorio) de Franz Kafka. Y es que si querías ser alguien, no se te podía ocurrir decir que no lo habías leído. Son modas, pero que como en ésta ocasión, no hacían mal a nadie. ¡Benditas modas! ¡Por qué no habrán seguido proliferando!

Franz Kafka nació en Praga, el 3 de julio de 18883, y murió en Kierligh (Austria), el 3 de junio de 1924, cuando sólo contaba 41 años. Su obra, escrita en alemán, es considerada como una de las más influyentes de la literatura universal del siglo XX, a pesar de que ésta fue corta: tres novela (El Proceso, El Castillo y América), una obrita corta (La Metamorfosis) y unos interesantes relatos breves, de los que he entresacado "El Puente", perfecta ejecución de la técnica del cuento: sustancia y brevedad. Que lo disfruten.


El Puente

Yo era rígido y frío, yo estaba tendido sobre un precipicio; yo era un puente. En un extremo estaban las puntas de los pies; al otro, las manos, aferradas; en el cieno quebradizo clavé los dientes, afirmándome. Los faldones de mi chaqueta flameaban a mis costados. En la profundidad rumoreaba el helado arroyo de las truchas. Ningún turista se animaba hasta estas alturas intransitables, el puente no figuraba aún en ningún mapa. Así yo yacía y esperaba; debía esperar. Todo puente que se haya construido alguna vez, puede dejar de ser puente sin derrumbarse.

Fue una vez hacia el atardecer -no sé si el primero y el milésimo-, mis pensamientos siempre estaban confusos, giraban siempre en redondo; hacia ese atardecer de verano; cuando el arroyo murmuraba oscuramente, escuché el paso de un hombre. A mí, a mí. Estírate puente, ponte en estado, viga sin barandales, sostén al que te ha sido confiado. Nivela imperceptiblemente la inseguridad de su paso; si se tambalea, date a conocer y, como un dios de la montaña, ponlo en tierra firme.

Llegó y me golpeteó con la punta metálica de su bastón, luego alzó con ella los faldones de mi casaca y los acomodó sobre mi. La punta del bastón hurgó entre mis cabellos enmarañados y la mantuvo un largo rato ahí, mientras miraba probablemente con ojos salvajes a su alrededor. Fue entonces -yo soñaba tras él sobre montañas y valles- que saltó, cayendo con ambos pies en mitad de mi cuerpo. Me estremecí en medio de un salvaje dolor, ignorante de lo que pasaba. ¿Quién era? ¿Un niño? ¿Un sueño? ¿Un salteador de caminos? ¿Un suicida? ¿Un tentador? ¿Un destructor? Me volví para poder verlo. ¡El puente se da vuelta! No había terminado de volverme, cuando ya me precipitaba, me precipitaba y ya estaba desgarrado y ensartado en los puntiagudos guijarros que siempre me habían mirado tan apaciblemente desde el agua veloz.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...