Nace Antonio Machado en una vivienda del palacio de la Duquesa de Alba, (Sevilla), familia de la que era bibliotecario el padre, el 26 de julio de 1875, y muere en Collioure (Francia), el 22 de febrero de 1939, después de realizar una desesperante y trágica huida al exilio, en compañía de su anciana madre, huyendo de las represalias que imponían los vencedores golpistas.
Antonio se dedicó a la enseñanza del francés en diversas ciudades españolas, actividad que le permitía el sustento obligado para hacer lo que más le complacía: escribir algo de teatro y, en mayor cantidad, poesía.
Su estancia en Soria marcó decisivamente su carácter profundo y serio, siempre en constante discusión con su pensamiento, tratando de buscar con el raciocinio, aquellas difíciles cuestiones que la vida le planteaba.
Los siguientes poemas pertenecen a sus denominados “Proverbios y cantares”, una serie de poemas breves, de carácter reflexivo y sentencioso. En ellos encierra la desconcertante sabiduría que algunos filósofos no logran transmitir en un voluminoso libro.
Antonio se dedicó a la enseñanza del francés en diversas ciudades españolas, actividad que le permitía el sustento obligado para hacer lo que más le complacía: escribir algo de teatro y, en mayor cantidad, poesía.
Su estancia en Soria marcó decisivamente su carácter profundo y serio, siempre en constante discusión con su pensamiento, tratando de buscar con el raciocinio, aquellas difíciles cuestiones que la vida le planteaba.
Los siguientes poemas pertenecen a sus denominados “Proverbios y cantares”, una serie de poemas breves, de carácter reflexivo y sentencioso. En ellos encierra la desconcertante sabiduría que algunos filósofos no logran transmitir en un voluminoso libro.
Vivienda del palacio de las Dueñas
PROVERBIOS Y CANTARES (Selección)
I
El ojo que ves no es ojo
porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.II
Para dialogar,
preguntad primero;
después..., escuchad.
V
Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa:
Adivínala.VIII
Hoy es siempre todavía.XIV
Nunca traces tu frontera
ni cuides de tu perfil;
todo eso es cosa de fuera.XV
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo
y suele ser tu contrario.XVII
En mi soledad
he visto cosas muy claras
que no son verdad.XXIV
Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.XLIX
¿Dijiste media verdad?
Dirán que mientes dos veces
si dices la otra mitad.LI
Demos tiempo al tiempo:
para que el vaso rebose
hay que llenarlo primero.LIII
Tras el vivir y el soñar
está lo que más importa:
despertar.LVIII
Creí mi hogar apagado
y revolví la ceniza...
Me quemé la mano.LXVIII
Todo necio
confunde valor y precio.LXXXI
Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo,
madre, despertar.
I
El ojo que ves no es ojo
porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.II
Para dialogar,
preguntad primero;
después..., escuchad.
V
Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa:
Adivínala.VIII
Hoy es siempre todavía.XIV
Nunca traces tu frontera
ni cuides de tu perfil;
todo eso es cosa de fuera.XV
Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo
y suele ser tu contrario.XVII
En mi soledad
he visto cosas muy claras
que no son verdad.XXIV
Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.XLIX
¿Dijiste media verdad?
Dirán que mientes dos veces
si dices la otra mitad.LI
Demos tiempo al tiempo:
para que el vaso rebose
hay que llenarlo primero.LIII
Tras el vivir y el soñar
está lo que más importa:
despertar.LVIII
Creí mi hogar apagado
y revolví la ceniza...
Me quemé la mano.LXVIII
Todo necio
confunde valor y precio.LXXXI
Si vivir es bueno,
es mejor soñar,
y mejor que todo,
madre, despertar.
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