Federico García Lorca: "Vuelta de paseo"
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*VUELTA DE PASEO*
Asesinado por el cielo.
Entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cab...
Siempre me gustó esta canción de Aute, pero la versión de León Gieco le añade "un no se qué" que la hace aún más atractiva. Por eso la traigo a este Rincón, es interesante recordarla.
Qué mejor, para finalizarar esta semana dedicada a la lírica, que acabarla oyendo la música de este gran nuevo trovador cubano, Silvio Rodríguez, que pone en sus poemas y en sus notas toda la sensibilidad y el mensaje que lleva dentro.
Es un buen remate musical a una sabrosa semana de letras.En ella, Silvio nos invita a caminar con él. ¡Cojámosle la palabra!
Detrás de cada Navidad hay otras, muchas, inmensas, insufribles Navidades oscuras. No lo olvidemos, detrás de nuestros empachos y borracheras hay un mundo injusto de miserias.
Yo no sabría cómo hacerlas compatibles, desconozco la manera, sólo puedo decir que cuando llegan estas fechas se me encoge el corazón y se me aquieta el alma.
Temo la llegada de estas fiestas, es como si la humanidad se desbocara en el consumismo, en la hipocresía, me asquea tanta ¡"Feliz Navidad"!, tanto ¡"Própero Año Nuevo"!, y la tristeza que me provoca las ausencias familiares que siempre eligen estos días para instalarse en nuestras mesas.
Yo, si he de escoger, prefiero que sea Navidadlos trecientos sesenta y cinco días del año... Y que el amor y la amabilidad que nos esforzamos en mostrar sea para siempre duradera.
Feliz Solsticio de Invierno para los que creen necesario un mundo nuevo.
Canción de Navidad
El fin de año huele a compras, enhorabuenas y postales con votos de
renovación; y yo que sé del otro mundo que pide vida en los
portales, me doy a hacer una canción. La gente luce estar de
acuerdo, maravillosamente todo parece afín al celebrar. Unos festejan
sus millones, otros la camisita limpia y hay quien no sabe qué es
brindar.
Mi canción no es del cielo, las estrellas, la luna, porque
a ti te la entrego, que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan
sólo de quien pueda escucharla, porque a veces el sordo lleva más para
amarla.
Tener no es signo de malvado y no tener tampoco es
prueba de que acompañe la virtud; pero el que nace bien parado, en
procurarse lo que anhela no tiene que invertir salud.
Por eso canto a
quien no escucha, a quien no dejan escucharme, a quien ya nunca me
escuchó: al que su cotidiana lucha me da razones para amarle: a aquel
que nadie le cantó.
Quintín Cabrera fue un uruguayo que decidió cruzar el charco en 1968, para instalarsey morir en España. Aquí se unió al grupo de cantautores protestantes y malditos que intentabn amargar la vejez al viejo tirano.Una vez muerto el perro siguió la rabia, y la desagradecida democracia y los nuevos dictadorzuelos que a ella accediron, impusieron la ley del silencio sobre sus canciones y su persona, lo que le llevó a proclamar, con algo de sorna, en Milonga para cantoresque
"Hay cantores de consumo,
y hay cantores consumidos
y hay otros que se consumen
para poder ser oídos.
Cantores que desafinan
hay muchos entre los buenos
seguro que son los menos
como hay entre los más,
los que por buenos se tienen
con solo desafinar.
Hay muchos cantores pobres.
También hay pobres cantores
que se enriquecen cantando
a la miseria y a la pena,
hablando de explotación
a gentes de panza llena.
Cantores de hit parade
duran poco, lo juro,
que se ven en un apuro
enfrentándose a la gente
porque ésta ven que enlatados
sonaban muy diferente.
Hay cantores mentirosos
que mienten si están cantando,
que cuando piensan en negro
el disco les sale blanco
y por cuidar las ventas
ni su gusto están cuidando.
No es lo mismo estar cantando
arriba de una tribuna
que andar cantando
a la luna en esas boites tan
finas,
pues ya se sabe la balanza
para el lado que se inclina.
Y de aquí sale la fuerza
del que se siente seguro,
pues su canto corajudo
ya jamás lo harán callar
aunque tenga que cantar
a señas, como los mudos".
Es que esto de la democracia, Quintín, es un invento delos mandones, mangones, o como se llamen, para seguir chupando otros 2.500 años... Si los dioses del Olimpo y el Pueblo un día no lo remedian.
¿De qué se ríe?
En una exacta foto del diario señor ministro del imposible
vi en pleno gozo y en plena euforia y en plena risa su rostro
simple
seré curioso señor ministro de qué se ríe de qué se ríe
de su ventana se ve la playa pero se ignoran los cantegriles
tienen sus hijos ojos de mando pero otros tienen mirada triste
aquí en la calle suceden cosas que ni siquiera pueden decirse
los estudiantes y los obreros ponen los puntos sobre las íes
por eso digo señor ministro de qué se ríe de qué se ríe
usted conoce mejor que nadie la ley amarga de estos países
ustedes duro con nuestra gente por qué con otros son tan
serviles
cómo traicionan el patrimonio mientras el gringo nos cobra el
triple
cómo traicionan usted y los otros los adulones y los seniles
por eso digo señor ministro de qué se ríe de qué se ríe
aquí en la calle sus guardias matan y los que mueren son gente
humilde
y los que quedan llorando de rabia seguro piensan en el desquite
allá en la celda sus hombres hacen sufrir al hombre y eso no
sirve
después de todo usted es el palo mayor de un barco que se va a
pique
seré curioso señor ministro de qué se ríe de qué se ríe.
Siempre es reconfortante oir a Silvio, quizás el máximo exponente de aquello que, a finales de los sesenta, se llamó la "Nova Trova Cubana". Él es el "responsble" de algunos de nuestros enamoramientos, de nuestras nostalgias, de nuestros profundos vacíos, porque de su intelecto y su boca han salido, tal vez, los mejores mensajes de amor que el hombre haya compuesto. Cualquiera de sus canciones podría haber servido para mostrar lo dicho, pero puestos a escoger he preferifo ésta, "Oleo de mujer con sombrero", tengo debilidad por ella.
Estos Trovadores modernos han sabido conjugar en una canción dos de los elementos esenciales en un composición musical: letra y melodía acertada, logrando así unas casi perfectas canciones que, cuando se oyen, dulcifican y equilibran el alma. ¡Nunca, una canción, amansó tánto a una fiera!
Óleo de mujer con sombrero
Una mujer se ha perdido
Conocer el delirio y el polvo, Se ha perdido
esta bella locura, Su breve cintura debajo de mí. Se ha perdido mi forma
de amar, Se ha perdido mi huella en su mar. Veo una luz que vacila Y promete dejarnos a oscuras. Veo un perro
ladrando a la luna Con otra figura que recuerda a tí. Veo más: veo que no
me halló. Veo más: veo que se perdió. Una mujer innombrable Huye como una gaviota Y yo rápido seco mis
botas, Blasfemo una nota y apago el reloj. Qué me tenga cuidado el
amor, Que le puedo cantar su canción. La cobardía es asunto De los hombres, no de los amantes. Los amores
cobardes no llegan a amores, Ni a historias, se quedan allí. Ni el
recuerdo los puede salvar, Ni el mejor orador conjugar. Una mujer con sombrero, Como un cuadro del viejo
chagall, Corrompiéndose al centro del miedo Y yo, que no soy bueno, me
puse a llorar. Pero entonces lloraba por mí, Y ahora lloro por verla
morir.