Federico García Lorca: "Vuelta de paseo"
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*VUELTA DE PASEO*
Asesinado por el cielo.
Entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cab...
Música para despertar los sentidos. Las hermosísimas composiciones de este músico noruego no suelen estar en los circuitos comerciales, por eso me animo a traerlas a este blog para que las conozcáis, merece la pena intentarlo.
Subliminal esta pieza neobarroca, "Mi corazón está en las alturas", de Arvo Pärt: oigas lo que oigas de este compositor estonio no te pueda dejar indiferente. Buena música para combatir la aridez del verano y la agresividad que se ha instalado entre nosotros.
Hace un
par de semanas oí por primera vez la voz y el nombre de esta nueva cantante y
al instante me interesé por ella. Pronto fui encontrando datos sobre sus
actividades estudiantiles y musicales, descubriendo que lleva trabajando
bastantes años en este proyecto y que, además su actual profesión está ligada a la
enseñanza de la técnica musical.
“Detrás de
la voz de “Airyn” se esconde el rostro de Irene Lavado, una joven
cantante sevillana que, junto al compositor Juan Manuel Mantecón, da vida desde
hace tres años a un proyecto musical bautizado con su propio nombre: Airyn. Juntos
han creado el sello discográfico Creativa Sonora, gracias al cual han
podido desarrollar el álbum “Lossonidos de la tierra”,
que salió a la venta en diciembre de 2012.
Melodías
africanas, celtas, búlgaras y orientales conviven en este trabajo de once
temas, fruto de un arduo proceso de investigación, "con el fin de hacer
más accesible al público general la música étnica”.
Aunque
realizó estudios de Química y Laboratorio Clínico, Airyn es hoy profesora de
canto y técnica vocal en la escuela de música que Creativa Sonora tiene en El
Porvenir (un barrio de Sevilla). Su pasión por la música le viene desde pequeña, pues a los 11 años
comenzó a estudiar guitarra española y solfeo”.
Merece la
pena seguir con atención los nuevos trabajos de esta cantante que nos recuerda
–salvando las distancias-, a Loreena McKennitt y a Enya, personajes acreditados dentro de la música folk-new age.
El tiempo lo dirá. Al menos este primer disco consigue el aprobado.
(Datos extraídos del texto que Cristina Díaz publicara en diariodesevilla.es)
Continuando
con la música que Kurt Bestor y Sam Cardon compusieron para el formidable -e
incomprensiblemente olvidado- disco titulado “Innovators”, hoy he
querido traer este “Sage of Lamberéné”, dedicada en esta ocasión a
Albert Schweitzer, médico, filósofo, teólogo y músico franco-alemán, premio
Nobel de la Paz en 1952, que dedicó su vida al cuidado de los leprosos y de las
victimas de la enfermedad del sueño, en la antigua Lamberéné, actual Gabón.
La
pieza es una sabia mezcla de sonidos africanos y europeos, en la que los
compositores tratan de acercar dos formas tan distintas de concebir la música
como es la de Juan Sebastián Bach y la de las tribus de Gabón, logrando una
magnífica fusión afroeuropea, que alcanza registros verdaderamente inmejorables.
No me
cansaré de repetir: la obra de Sam Cardon y Kurt Bestor –y en especial, la de
este Innovators-, es para tenerla presente cada vez que uno quiera oír buena Música,
con M mayúscula.
Nos encontramos ante una excelente pieza musical, “Three
tools”, que sólo es una pequeña parte de un extraordinario todo, el disco “Innovators”,
compuesto por dos grandes músicos estadounidenses casi desconocidos en España, Sam
Cardon y Kurt Bestor, en el que “revolucionaron” la música
rock-étnico-sinfónica, y con el que trataron de hacer un homenaje a todas esas
personas innovadoras –más o menos conocidas- que hicieron posible, con su
determinación y valor, que el mundo avanzara y fuese algo menos injusto y cruel,
entre los que destacan, Albert Schweitzer, Black Pete, Chai Ling, Stephen
Hawking, Carmen Amaya, John Brodison, Charles Mallory Hatfield, entre otros.
Con este disco se pretendía celebrar el espíritu indomable
de algunos “innovadores”, pero a su vez nos descubrió a otros dos, cuyos nombres, Sam Cardon y Kurt
Bestor, no son conocidos mayoritariamente, pero que con su labor social y
musical contribuyen -a su manera- al bienestar del mundo. Como dice Bestor en
su web: “Mis logros en el pasado no significan nada si no hago algo con mi
música para mejorar el futuro”.
La pieza que he escogido –sobre los masones y la
construcción de catedrales de piedra- es una magnífica obra sinfónica, de
cierta inspiración religiosa, y cargada de una atrayente simbología musical que
la hace inmejorable. Una hermosa canción que forma parte de una obra destacable, dentro de la buena música contemporánea, y que no debería faltar en la discografía personal de los melómanos mínimamente exigentes.
El disco al que pertenecen estas dos canciones, “Rosensfole”, supone la incursión más destacada de Jan Garbarek en la música de su tierra de nacimiento, Noruega, eligiendo unas canciones basadas en el folklore medieval de ese país, donde la voz de su interprete, Agnes Buen Garnäs, sobresale con unos timbres bellísimos. En este disco, Garbarek utiliza sintetizadores, percusión, vientos y cuerda, convirtiendo la música que ejecuta, en una perfecta orquesta virtual, con lo que consigue aumentar la dramatización de la voz de la cantante, a la que acompaña en casi todo momento, con un suboculto sonido del saxofón soprano. La pieza, Venelite, de 7.34 minutos, está cargada de un magnífico color épico, y la siguiente, Rosensfole, de 2.45 minutos, tienen una belleza descriptiva y un lucimiento de la voz de Agnes de forma magistral. Disco recomendado para oírlo cuando el cuerpo te solicite placer y sosiego.