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domingo, 28 de febrero de 2010

Andalucía para sí, los pueblos y la humanidad



Hoy es un día de celebraciones para los que hicieron difícil la llegada de lo que tenemos. Para los que creemos que esto sólo es el principio, que se convierta en otro más reivindicatico.




¡Adelante!




(La bandera fascista que aparece en el edificio pertenecía a Fuerza Nueva que, en un acto de provocación, -como ocurrió en Málaga y el resto de ciudades, y que el gobierno de la UCD, del "prestigioso" Adolfo Suárez, no quiso evitar-, bombardeó a los componenetes de la manifestación con cientos de botellas de vidrio que habían acumulados en la terraza, y que luego, en un acto de autodefensa de los manisfestante, la policía protegió y evacuó del edificio a los fascistas y cargó contra las personas que habían sido agredidas por los cachorros negros.)
















































sábado, 27 de febrero de 2010

28 de febrero: Día de Andalucía









Bandera y escudo de Andalucía
































Blas Infante, padre de la patria andaluza



Cuando los actos de protestas y las movilizaciones reivindicativas son asumidas –y lo que es aún peor, dirigidas- por los estamentos oficiales, éstas acciones comienzan a perder la esencia primaria que las motivaba, y se transforman en auténticas verbenas gubernamentales, donde la ocasión de poder exigir la reparación de injusticias históricas contra la comunidad, queda acallada por el discurso vacío y las actividades folklóricas.

El primer paso que se dio en este camino para silenciar el clamor de los andaluces en sus demandas de reconocimiento del pasado histórico, fue la de cambiar la fecha del 4
de Diciembre (más combativa), que era la habitual, por la del 28-F, (más festiva.) Y no es de extrañar esta determinación, porque ¿qué actitud se puede esperar de personajes que, en los años 70, se mofaban de la bandera en la que hoy se envuelven, y a la que, en tono de burla, llamaban “la bandera del Betis” (palabras de Alfonso Guerra, busquen en las hemerotecas) y, al padre de la patria, Blas Infante, “ese moro negro”, (también de la cosecha de Alfonsito, que siempre fue de lengua rápida y viperina)?

En la actualidad, el carácter reivindicativo que en su día tuvo esta fecha se ha ido difuminando, ocultándola en una celebración oficialista en la que los socialistas jamás han creído, recayendo la labor de denuncia en manos de sectores que po
ca o ninguna influencia tienen sobre la sociedad, ni fácil el acceso a los medios de comunicación. Realidades como la del subdesarrollo económico de la región (26% de tasa de desempleo, la segunda más alta del estado); el fracaso escolar por falta de inversiones en esta materia (la segunda más baja); la carencia de industrias, haciendo depender la economía sólo del turismo y la agricultura, dos sectores en visible retroceso; la deficiente sanidad (aunque seamos noticias, de vez en cuando, de maravillosos transplantes, la gente se sigue muriendo aquí de un simple resfriado), hacen que las motivaciones por las que salíamos a la calle los 4 de diciembre, aún sigan estando vigentes. Se cumplen ahora 30 años de autonomía y Andalucía continúa estando en el furgón de cola del país, el mismo sitio que ocupábamos antes de acceder a ella. Queda claro que lo que se pretende con festividades como estas es que el pueblo andaluz se acostumbre al hecho lúdico y se adormezca en su actitud reivindicativa, para que no se percate de las desigualdades que, frente a otras comunidades históricas del estado, tenemos.

Andalucía aún tiene pendiente su reconocimiento histórico a nivel de estado, y de que los propios andaluces, de una maldita vez, nos lo creamos. La cultura milenaria de esta comunidad ha sido obviada por el centralismo madrileño, mientras tenía las competencias, y sigue siendo arrinconada, por la autonómica. Culturas como la tartésica, fueron incluidas por los historiadores al uso, como de ibérica, cuando no, por fenicia, creando un revoltijo histórico con el único propósito de usurparnos la importancia y el esplendor que un
reino andaluz como el de Argantonio tuvo en el siglo VI a.C.

También es hora de acabar con la falsa leyenda que recae sobre Al-Andalus. Ni eran árabes los habitantes de estas tierras, ni los invasores reconquistaban nada. Fue una agresión, disfrazada de guerra religiosa, de todas las fuerzas interesadas de Europa, para apoderarse de las riquezas y los adelantos que poseía este reino. Que quede claro. Aquello fue un saqueo en toda regla y, desde entonces, Andalucía no ha vuelto a levantar la cabeza, teniendo a este territorio durante más de 500 años en una situación de esclavismo; algunos aún recordamos la miseria que recorría, hasta hace bien poco, nuestras calles. Reivindicar, también, el carácter netamente andaluz del Califato de Córdoba, el del reino Nazarí de Granada y el del culto
Al-Mutamid en Sevilla. Vuelvo a repetir mil veces si hace falta: si a Juan Carlos se le considera ciudadano español, nuestros antepasados reyes andaluces deben ser reconocidos de igual manera, ya que los respaldan razones históricas y derechos adquiridos por nacimiento.

También tiene aún pendiente la reforma agraria que acabe con los grandes latifundios que mantienen la propiedad de esta extensa tierra en manos de unos pocos terratenientes; la creación de zonas industriales que dé trabajo a los ciudadanos, y nos haga menos dependientes de las demás regiones (no se puede aceptar qu
e la producción agrícola andaluza, se envase en empresas de otras comunidades, como ocurre ahora); la exigencia de una Hacienda netamente Nacional, independiente de la estatal, para que todo aquel empresario de fuera que se aproveche del consumo de los ocho millones y medio de andaluces, dejen sus impuestos aquí, y no los ingresen en la comunidad donde tienen el domicilio fiscal; y por fin, lo más importante: que los andaluces tomemos conciencia de pueblo y de lo que significó nuestra extraordinaria historia, y abandonemos, cuanto antes, esa mentalidad españolista que los vencedores nos inculcaron; Andalucía no será jamás libre hasta que nosotros no hayamos logrado quitarnos las cadenas y que políticos honestos que defiendan a su pueblo, sin estar hipotecados a las prebendas del cargo ni a las directrices de Madrid, tomen las responsabilidades del gobierno de la comunidad.

Que tengamos un reflexivo día de Andalucía y no acudamos a las representaciones títeres que nos ofrecen los que no creen en esta tierra.







viernes, 26 de febrero de 2010

El estado de la enseñanza en España

Cuando yo era niño, la enseñanza se elegía como una profesión vocacional, a la que acudías, repleto de intenciones, con la voluntad utópica de ayudar a formar nuevos individuos que enriquecieran con sus conocimientos la sociedad. Pero desde hace algún tiempo, este proyecto creativo se ha venido abajo, con la colaboración (¿quizás sería más correcto llamarlo desinterés?) de los distintos gobiernos que se han sucedidos en la democracia y la despreocupación bochornosa de la nueva generación de padres, más preocupados porque el niño no les incordie, que del progreso educativo de éste.

El resultado normal que produce esta inhibición por parte de dos de los elementos que debieran ser básicos en esta empresa, es el que se vive actualmente en la escuela, que de ser en el pasado una fábrica de valores y conocimientos, ha pasado a convertirse en un aparcamiento, donde los padres depositan a sus hijos para que les dejen tiempo y espacio en sus quehaceres diarios, y la administración, los tiene “recogidos” (sin preocuparles cómo ni la escasez de medios) para contentar a esos progenitores que son una buena cantera de votos. Para los que tenemos un hijo en la enseñanza, cada mañana -como los padres que tienen al hijo minero- nos quedamos con la incómoda incertidumbre de lo que le pueda ocurrir en el desempeño de su trabajo. Un día es el alumno, otro los padres, la custión es estar siempre con la muleta en la mano toreando las embestidas que les produce una profesión que, teóricamente, no está considerada de riesgo.

A nadie le preocupa hoy la enseñanza y la involución que está sufriendo; los padres por pasotismo y comodidad (es bastante cansado estar pendiente del progreso educativo de tu hijo y aún más, ponerte un rato todas las tardes para apoyarles en sus tareas escolares), y los políticos, porque sus hijos tienen el problema resuelto y, aunque peque de malvado, porque para los que gobiernan, un pueblo sin formación y conocimientos, es más manipulable. Esta es la triste y terrible realidad de la enseñanza en España y la complicada realidad que viven los maestros y profesores de este país a diario, una prueba harto difícil para seguir psicológicamente estable durante muchos años. Ahora quiere retomar Zapatero el tema del pacto por la educación, y me temo, que, como en casos anteriores, el sector de los implicados y que mejor puede opinar sobre la materia, quedará, una vez más, marginado en estos contactos que tratan de solucionar el problema que los políticos han creado.
Lo que transcribo a continuación no es más que la triste realidad de una clase en cualquier centro de enseñanza pública de España. Una clase de 60 minutos, donde los primeros cinco los pierdes pidiendo que se sienten; otros cinco en que bajen las piernas de las mesas; cinco más rogando que se quiten las gorras; otros cinco explicando que en el aula no se come; y cinco más exigiendo que apaguen los móviles, con lo que de un tirón hemos perdido media clase y las ganas de seguir en el intento de acabarla. Esta actitud, si no generalizada sí bastante frecuente, termina con la integridad psíquica de cualquier ser humano, aunque estos sean profesores.


"Esta trascripción, aunque parezca exagerada, es verídica y exacta. Esto es una clase con 1º ESO (11/12 años) un jueves a 5ª hora. Sólo es un ejemplo.
Los nombres de los alumnos son ficticios para que su ignorancia quede en la intimidad de la clase.


Yo: Bueno chicos, hoy vamos a estudiar el vocabulario de las comidas en inglés: copiad estas 5 categorías (las escribo en la pizarra) y escribís en cada columna todas las palabras que os sepáis.
Amanda: ¿En inglés?
Yo: Sí, mejor que en Ruso, en inglés.
Luis. Profe, ¿cuántas categorías?
Yo: 5. Las que hay en la pizarra.
Luis: A mi no me caben.
Yo: Pues prueba a poner la hoja apaisada
Luis: ¿Qué significa apaisada?
Yo: Horizontal, o sea: así (lo demuestro)
Juan: ¿Qué título ponemos?
Yo: Prueba con “Food”, que es el que he escrito en la pizarra.
Fran: ¿Puedo hacerlo a lápiz?
Yo: No, no puedes. Ya sabes que en el cuaderno sólo se escribe con bolígrafo.
Jessika:¿Cómo se dice pepino?
Yo: He dicho que escribáis el vocabulario que sepáis vosotros. No el que sepa yo.
Noel: ¿El huevo es una verdura?
Yo: No, no es una verdura
Federico: ¿Qué título ponemos?
Yo: Lo he dicho ya dos veces.
Amanda: ¿Se puede poner “rechicken”?
Yo. No, porque repollo no se dice así en inglés (risas generalizadas)
Nieves : ¿Cómo se dice calamar?
Yo: He dicho que escribáis el vocabulario que sepáis vosotros. No el que sepa yo.
Jesús : ¿Hay que escribirlo en el cuaderno?
Yo: Pues a no ser que quieras escribirlo en la mesa...
Ricardo: Profe, ¿Pero, qué hay que hacer?
Yo: ¿Pero tú te has lavado las orejas esta mañana?
Nieves : ¿Puedo poner zumo en la categoría de postres?
Yo: Mejor ponlo en la de líquidos.
Fran: ¿Puedo poner pollo en la categoría de postres?
Yo: En este continente, no.
......................................
10 minutos después.


Yo: Bueno, ahora vamos a empezar. Levantáis la mano y vais diciendo palabras; yo las escribo en el encerado. Empezamos con las verduras.
(Levantan la mano 10 alumnos y todos gritan a la vez distintas verduras)
Brócoli!
Carrots!
Salad!
Pepination!
Eggs!
Yo: He dicho que los huevos no son una verdura. Y por favor, levantad la mano y esperad a que yo os nombre para decir la palabra porque no tengo 10 orejas para entenderos a todos al mismo tiempo. ¡Arturo, no le pases notitas a María que se las leo al resto de la clase!
Arturo: ¿Con cual empezamos?
Yo: Con las verduras. Empieza tú, Marisol.
Marisol. Es que se me ha olvidado el cuaderno en casa.
Yo: ¿Y qué llevas haciendo estos 15 minutos, criatura? A ver, hazlo tú, Pepe.
Pepe: ¿Quién, yo?
Yo: Eres el único Pepe que hay en la clase, así que vas a ser tú.
Pepe: Orange
Yo: La naranja me la pones en frutas, por favor.
Juan: Profe, el otro día oí un chiste verde, ¿puedo contarlo?
Yo: Pues aunque haya verduras de por medio, no, no puedes contarlo.
María: ¿Esto cae en el examen?
Yo: Bueno, puede que tengáis suerte y para entonces esté recuperándome de esta clase en un sanatorio mental, y entonces no habrá examen.
Todos: BIEEEEEN!"


Juzguen ustedes mismos. Así no puede seguir nuestra enseñanza.

jueves, 25 de febrero de 2010

Los nuevos señoritos andaluces

Andalucía, por lo que se ve, está condenada a sufrir hasta los últimos días de su existencia, la plaga de “sus señoritos”. Si no nos bastaban con los clásicos que, desde hace quinientos años, han recorrido nuestras tierras con los mismos efectos devastadores que las plagas de langostas sobre Egipto, ahora, desde hace tres décadas, ha surgido una nueva, al amparo de la política, aún más agresiva y dañina que la otra, pues tienen todos los elementos audaces que conllevan la juventud y el descaro que les proporciona el sentirse protegidos por el partido y la “compresión” de los respectivos compañeros.

“Por sus hechos los conoceréis”, sentenciaba el evangelio, y esta sentencia es la que hay que aplicar a la actitud que practican un elevado número de miembros del partido socialista en la comunidad. Su carrera desenfrenada por mimetizar a los caciques que desde la invasión castellana hemos tenido que padecer, les ha hecho perder la cabeza y no se paran ante cualquier dificultad para lograr su objetivo. Relatar el largo número de casos que ha salido a la superficie en los años que llevan de gobierno es una labor algo tediosa, cuando ya es bien conocida por la opinión pública a través de los medios de comunicación. El caso que me incita a escribir es un nuevo acto de utilización del poder que se ha producido en el entorno del Ayuntamiento de Sevilla (los últimos meses le crecen los enanos: cobros de comisiones ilegales –los famosos maletines- a empresarios, venta de los terrenos de Merca-Sevilla a una empresa “amiga”, etc.): la adjudicación en el año 2006 de una caseta de feria, de propiedad pública, para el concejal socialista de este ayuntamiento, Alfonso Mir y de la que se han beneficiado el futurible nuevo alcalde de la ciudad, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y otros muchos dirigentes del partido.

Para los que no son de la ciudad y, por lo tanto, desconocen las dificultades que entrañan ser titular de una de estas casetas de feria (hay personas y entidades que llevan solicitándola más de 25 años), el caso les puede resultar banal, pero para los nacidos aquí, sabemos de la “importancia social” que proporciona ser poseedor de una de ellas, y por lo tanto, a estos “nuevos señoritos” sevillanos, su soberbia social, su alejamiento de los principios éticos que, en teoría, debieran defender, su implacable lucha por rivalizar con los señoritos de viejo cuño, no les permite esperar tantísimos años para poder disfrutar del nuevo escalafón social que disfrutan. En una sociedad simplista y vacía de contenidos éticos y morales como la actual, donde lo que más se valora es “el tanto tiene, tanto vales”, el acceso descarado de individuos a la política y a las parcelas de gobierno para lograr escalar posiciones económicas y sociales que no lograrían fácilmente a través de sus profesiones, han convertido la actividad del político, en un trampolín perfecto para la consecución de sus objetivos.

Actitudes como estas, están convirtiendo la política española en un lodazal, sólo apta para desenvolverse individuos sin principios ni escrúpulos morales, a los que les da igual la situación de crisis que padece el país, ni les importa, –aunque luego en las elecciones ejerzan de “rojos”- lo mal que lo estén pasado miles de trabajadores y desempleados españoles. Ellos sólo están pendientes de su bienestar personal y de las posibilidades económicas y sociales que les brinda el puesto que desempeñan, insaciables siempre en los límites de sus pretensiones, sin detenerse a pensar, lo más mínimo, si en sus intentos devoradores derriban el edificio utópico de la sociedad igualitaria. Pertenecen a una nueva élite que más que caminar, levitan, felices, sobre nuestras cabezas.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Exposición deTartesos: 2.700 años despues.

Conjunto de piezas que componen el tesoro de "El Carambolo"




Para los que se encuentren en la ciudad de Sevilla, hay una exposición, “El Carambolo, 50 años de un tesoro, que se ha prorrogado hasta el 28 de Febrero, y que pueden ver en el Museo Arqueológico de la ciudad, que no pueden dejar de viistar; es la muestra original del Tesoro del Carambolo, hallado casualmente en el cerro del mismo nombre, en el año 1958, y que desde el año 2000 no se mostraba al público.

La muestra,
compuesta por las 21 piezas de oro de 950 gramos de peso procedentes del propio tesoro, acompañadas de otras muestras museísticas, hace un recorrido por la protohistoria andaluza, especialmente, la sevillana, y abre, de nuevo, el debate de si estas joyas son tartésicas o fenicias, a raíz de las nuevas excavaciones que se han efectuados en el conjunto del carambolo, y que han dado como resultado, la aparición de un santuario que se cree dedicado a Astarté y a Baal.

La exposición no entra en la discusión que se ha entablado entre los enemigos de situar a la mítica tartesos en Andalucía, y los que aseguran que sí; sólo se limita mostrar y documentar hallazgos y lugares donde se han encontrado, y sus paralelos cronológicos y coincidentes en otras partes del mundo.

La exposición bien merece la pena visitarla para contemplar la belleza y la perfecta elaboración de estas 21 piezas que componen la parte principal de la muestra, además, queda el añadido de que estás presenciando unas joyas que, ya fueran creadas para un rey, o bien, para sacerdotes, la realidad es que asombra ver la perfección con la que se trabajaba hace 2700 años.

Para finalizar, y aprovechando que el Guadalquivir pasa por esta tierra, planteo un interrogante: ¿tan difícil sería que una civilización que fue capaz de levantar los dólmenes de la Cueva de Menga y la del Romeral, en Antequera, o el de La Pastora, Matarrubilla, Ontiveros, en Sevilla, no hubiera podido ser el artífice de tal fabricación? ¿Por qué no pudo producirse una combinación de las dos civilizaciones y el resultado de este mestizaje fuera este tesoro? Ahí queda mi aportación y la intermediación a los dos argumentos extremos. Aprovechen y visítenla, se convertirán en unos adictos tartésicos.

La burla de los sindicatos



Los sindicatos se echan a la calle. No los moviliza ni la justicia de la demanda que reivindican, ni la defensa de la clase trabajadora que dicen representar, ni siquiera, la vergüenza que debieran sentir por llevar dos años de feroz crisis callados, sin ninguna reacción ante el gran incremento de parados que padece el país. No seamos optimistas y creamos que, al fin, han recobrado la cordura. Nada más alejado de la realidad. Los sindicatos se lanzan a la calle impulsados por la pérdida de prestigio que están adquiriendo, temerosos de que la poca influencia que tienen sobre los trabajadores desaparezca; porque ese es el riesgo que tiene convertirse en “sindicatos oficialistas”, siempre al servicio del gobierno de turno que les mantenga el nivel de ingresos y las prebendas que las simples cuotas de afiliados no les permitiría.

La historia del sindicalismo –al menos en España- nunca ha estado sobrado de buena fama. Durante los años finales del franquismo siempre hubo un fuerte debate sobre el modelo de sindicalismo que se implantaría cuando llegara la democracia, y la verdad es que no hubo mucho acuerdo, pues ya, en aquel entonces, cuando tan fácil era coincidir, teníamos enormes divergencias. Estaban lo dos grandes, CC.OO. y UGT, controlados por dos partidos, el PCE y el PSOE, aunque en el caso de Comisiones convergían sectores comunistas de partidos a la izquierda del PCE, cristianos de bases e independientes, cosa que no ocurría en la UGT, convertida desde hacía mucho tiempo en correa de transmisión del partido.

La actividad sindical nunca fue bien vista en los sectores izquierdista, debido al carácter economicista y poco revolucionario que entrañaba; el sindicalismo, de siempre, nunca se ha planteado el cambio de las estructuras sociales, sólo mejorarlas y, como mucho, hacerlas mas aceptables; además, ya desde entonces, la mayoría de dirigentes sindicales que se conocían marcaban una pauta bien definida del burócrata oficial que reconocíamos en los funcionarios del sindicato vertical franquista, con lo que a muchos nos producía bastante repelús la actividad sindical y sólo la tocábamos de paso, dejándola en manos de aquellos que nacieron para ella.

Aquí no entro a cuestionar la labor de UGT, ya que es un sindicato afín al partido y al servicio de él, aunque Nicolás Redondo tuvo la suficiente dignidad y el compromiso histórico, como para plantarse ante el desenfreno derechista de Felipe González, y hacerle una huelga general. Lo que de verdad me inquieta es la actitud de CC.OO. que, desde la salida de Marcelino Camacho, todos sus continuadores en la secretaría general se han precipitado en una cuesta abajo, donde el afán de protagonismo y el desmedido intento de querer seguir manteniendo los ingresos gubernamentales, lo están convirtiendo en un movimiento regresivo y antisocial, lejos de los intereses reivindicativos de los trabajadores.

Así que cuidado. Esta semana se echan a la calle, no a contradecir a Zapatero ni a cuestionar los recortes que quiere introducir en el mundo del trabajo, ni a responsabilizarlo de la culpa que tenga en esta tragedia del paro que está llevando a miles de trabajadores al submundo del desempleo. Que no nos engañen. Los sindicatos salen a la calle porque ven que el intento de paralización social, después de los cuatro millones y medio de parados, la subida de impuestos, los recortes en prestaciones sociales, etc., es bastante descarado y cuesta mucho trabajo mantenerlo; por eso, en un gesto bastante torpe por complacer al mundo del trabajo, y con el beneplácito del presidente del gobierno, (que quede claro, esta movilización la hacen con su consentimiento) sacan a la calle a los desesperados de España, para que se desahoguen un rato y puedan aguantar otros dos años calladitos y quietos.

martes, 23 de febrero de 2010

Más muertos civiles en Afganistán

Ayer, en Afganistán, los aviones de la fuerza que, supuestamente, están ahí para proteger a la población civil del peligro talibán, volvieron a matar a 27 civiles (una caravana de mujeres y niños) en un nuevo bombardeo desesperado, contra todo lo que se mueve en ese territorio y lleva el ropaje del país. ¡Y ya van por las doscientas, más que milicianos! El empecinamiento absurdo de EE.UU. –acompañado en su errática actitud por los países comparsas europeos- están llevando a que la intervención salvadora que ellos pretendían, se esté convirtiendo en una amenaza, aún mayor, contra el desgraciado pueblo civil afgano. No se puede admitir tanta improvisación, ni tanta ostentación militar contra un ejército que casi no tiene balas con que disparar, y que su única arma efectiva, contra las potencias invasoras, está basada en el conocimiento del terreno y en la paciencia, algo de lo que no carecen los pueblos pobres.

La dinámica que ha originado las modernas guerras actuales, con la acuñación, y bien pronto, aceptación, del nuevo término de “efectos colaterales”, donde engloban en él tanto un “error humano”, como una masacre salvaje en todas las reglas –casos recientes de Irak y Palestina-, están convirtiendo “las últimas empresas de salvamento”, en toda una sarta de despropósitos. Da risa ver en TV el despliegue militar terrestre y aéreo, contra unas milicias que sólo poseen piojos y hambre. El ridículo que causan las tropas de Obama, “el redentor”, y sus aliados de la OTAN, es para no tenerles ni temor ni respeto, a pesar de los muertos que van dejando por donde pasan.

La táctica que emplean de destrucción masiva y castigo máximo a la población, no es más que un intento desesperado en su dificultad de triunfo definitivo, para que las consecuencias sociales que producen tanta sangre y tanto arrasamiento, lleven a aceptar a los talibán “buenos”, o sea, a los mismos que gobernanban antes, a asumir el control del país nuevamente, pero permitiéndoles salir a ellos, los “salvadores occidentales”, lo menos tocado posible en el crédito. EE.UU. sabe, perfectamente, que allí no conseguirá nada, como le ocurrió en Vietnam y en Irak, y ahora trata desesperadamente de solucionar el contencioso afgano de la manera menos vergonzosa posible, y poder acudir al nuevo conflicto que tiene en mente (Corea, Irán) porque ellos, los USA, menos en casa, en cualquier sitio se encuentran bien, metiendo el dedo en el ojo del primero que se cruce en su camino; los lobbys judíos que controlan la fabricación de armas y la economía en ese país se lo exigen continuamente, y sus gobernantes no pueden quedarse quietos desoyendo a los que les han ayudado a acceder a ese puesto.
Europa, y en especial España, ha de replantearse sinceramente qué papel jugamos en ese país donde llevamos tanto tiempo metidos, con una gran inversión económica y la pérdida de vidas de compatriotas. Afganistán no tiene salida satisfactoria. La única vía medio acertada fue la que impulsó la Unión Soviética, antes de que EE.UU. dicidiera contrarrestar la situación estratégica que el territorio afgano representaba, preparando a un "salvador" Ben Laden, y promocionando a los fanáticos islamistas, para que les complicara la existencia en aquel país a los soviéticos. Lo que les ocurrió, de la misma manera que con Sadam Husein, es que el invento se volvió contra ellos, y, como ejemplo para los siguientes, hubo que darles un escamiento. Pero norteamerica siempre se olvida, que ellos pelean por el dominio mundial y la necesidad de hacer más dolares, mientras que el fundamentalista talibán lucha por algo que ellos desconocen: creencias.

lunes, 22 de febrero de 2010

Iglesia San Luis de los Franceses: Una joya del barroco sevillano.





La iglesia que vamos a visitar está situada en la actual calle de San Luis, antigua calle Real -vía elegida por los reyes para acceder a la ciudad, de ahí el nombre- en el barrio sevillano de la Macarena. Esta maravilla formaba parte del conjunto del noviciado que la Orden de los Jesuitas tenían establecido en ese lugar, y al que, años más tarde, decidieron añadirle una imponente capilla, llena de ostentación y lujo -como era política tradicional en la presentación de esta orden- aprovechando que era zona de paso obligado para las salidas y entradas de la corte en Sevilla.

Construida entre 1699 y 1730 por Leonardo de Figueroa, de estilo barroco, pero con gran influencia romana, reforzada con los toques cálidos de la arquitectura sevillana, por lo que hay quienes opinan que intervinieron otros autores. La primera impresión que te produce nada más verla desde la calle, es que vas encontrar un gran templo debido a las proporciones que esgrime desde fuera, pero nada más lejos de la realidad. Su bella fachada, compuesta de dos cuerpos, ofrece una perfecta ordenación de líneas clásicas, raras de observar en los edificios barrocos de la época, en la que se alternan la piedra y el ladrillo, con un gran desarrollo de ésta, tanto en altura como en anchura, y su división en cinco calles que parecen corresponder en el interior con cinco naves que correrían perpendiculares a la calle, lo que no es más que un engaño del barroco, pues una vez en el interior nos encontramos dentro de una iglesia reducida, con gran desarrollo vertical, que en nada se corresponde con el templo que anunciaba la fachada. Si alzamos algo más la vista, veremos dos hermosas torres que flanquean su frontis y, entre las dos, surge la airosa cúpula a la que se subordina la planta, de tipo circular, destacando cuatro pequeños brazos semicirculares, de clara influencia italiana.

Una vez que hemos accedido al interior nos encontramos dentro de una iglesia minúscula, con planta de cruz griega, aplicando las nuevas técnicas de iluminación natural empleadas en el siglo XVII, que te hace elevar la mirada hacia la magnífica cúpula, pintada con frescos de Lucas Valdés, con representaciones del Candelabro de los siete brazos, los Panes de la proposición, el Arca de la Alianza, etc. El retablo mayor está dedicado al titular de la iglesia, San Luis, rey de Francia, quizás en un intento de los jesuitas –que ya empezaban a tener problemas con la corona- por agradar al monarca español, representada en aquellos años por Felipe V, descendiente directo del rey francés. La efigie de este último está pintada en un lienzo en la parte superior de éste, y se le atribuye a Zurbarán, aunque hay investigadores que lo ponen en duda. El autor del retablo es Duque Cornejo, y es una vasta fantasía cobijada por un manto que pende de una corona, resultando todo él un bello conjunto.

El resto del espacio está ocupado por unas series de retablos, donde se puede visualizar un escogido programa iconográfico de exaltación a la Compañía de Jesús, pues allí encontraremos a San Francisco Javier, San Estanislao de Kostka, San Ignacio, etc. y donde se ve expresa claramente "el horror vacui", seña de identidad del arte en esta época. Algunas de las esculturas son de Duque Cornejo y las pinturas de Domingo Martínez.
La iglesia representa uno de los ejemplos más sobresalientes del barroco sevillano; una de las claves de este edificio es la innovación: un tipo de arquitectura y una planta única
en el arte sevillano.
El conjunto dejó de ser noviciado hace dos siglos y, desde entonces, hasta hace poco años ha sido hospicio hasta que pasó la iglesia a titularidad de la Diputación de Sevilla, y el resto del conjunto al Centro Andaluz de Teatro. Tenemos la suerte de contemplar la iglesia tal cual la veían los novicios hace trescientos años, gracias a que al estar fuera del culto durante bastante tiempo se ha salvado de las reformas que en otras se han realizado

Y, ahora,
pasemos al interior de ella y disfrutemos con su belleza.





domingo, 21 de febrero de 2010

El tiempo, querido enemigo

Pasamos nosotros, el tiempo, sin compasión, continúa sin detenerse a mirar si le seguimos o nos hemos quedados metidos en un socavón. El tiempo, ese compañero infiel que te traslada a mundos pretéritos, siempre triunfa sobre nuestras pretensiones, sobre nuestras vidas, y cuando necesitamos que nos transporte a lomo de su cabalgadura, para descender el terraplén que, poco a poco, día a día, hemos ido escalando, se niega a reconocernos y sigue, altivo, su camino. No hay quien lo detenga, el tiempo es concreto y definitivo.

Pero hay un elemento esencial que puede con él: es el recuerdo. Éste puede archivarse en el cerebro, en un objeto, también en un detalle, o bien en un libro. Es el único arma que poseemos contra su feroz crueldad . Hoy, que he querido revelarme contra su aplastante radicalidad, he recurrido a éste último elemento y me he trasladado, con la magia de sus páginas, a los años setenta. Esto es volver la mirada atrás en el camino que recorremos.

Selección de poemas del libro “Plenitud”, 1975: un pequeño racimo de propósitos.


...................

...Cuando creemos que
todo es suficiente y
nos damos cuenta,
que nada es nada.

...Y necesitas algo
dentro de ti que te falta.
Cierras los ojos,
alzas la mano
y te estremeces.

¡Quisieras
estar tan llena!

....................

Era de mañana
y me hallaba en el río.

¡Cómo me conmovía!

El agua reflejaba
mi imagen, hasta
la más íntima.

....................

La chimenea ardía.
La alcoba me olía
toda ella,
a invierno profundo,
a distancias...

...Y era tan raro:
¡debería oler a humo!

.....................

Llanto roto,
no vacío.

Llanto pasado,
no marchito.

Hombre solo,
no perdido.

Brazo quieto.
no herido.

........................

Vacía
que está mi casa.

Sin jardín,
sin puertas,
sin ventanas.

.......................

Por un momento
cerramos los ojos...

Se abrieron
las bocas
y escogieron
lo más dulce
del momento:

La otra boca.

.....................

Se nos posó un
pajarillo delante
y los dos
coincidimos en decir:

¡Oh, qué bello!

Y lo recogimos
a media.

.....................

...Y amarte
como se aman
el mar y la playa.

Una ola, un suspiro;
una ola, una mirada;
una ola, un abrazo;
una ola, un te quiero;
una ola,...
¡no sé
por qué sueño!

.....................


Todo es válido para luchar contra la severidad del tiempo; hagamos, pues, de nuestro compromiso una herramienta válida para conjurarlo. Y si le añadimos una canción, queda finiquitado el invento.



sábado, 20 de febrero de 2010

Deberes para el fin de semana





PARA LEER






Leopoldo Alas y Ureña, más conocido por “Clarín”, nacido en Zamora, el año 1852; con siete años se traslada la familia a Oviedo; muere en 1901. Clarín ha sido uno de los grandes intelectuales del siglo XIX; estudió en Madrid, donde cursó Filosofía y Letras, teniendo como profesor a Francisco Ginés de los Ríos. Fue un intelectual comprometido con las ideas progresistas que imperaba a finales de ese siglo. Al final de su vida, decepcionado por los acontecimientos políticos, sustituyó ese dinamismo histórico por una moral individual que reivindicaba la emancipación del hombre a través de la cultura, y defendía que el avance de la sociedad estaba ligada al progreso moral del hombre. De él leeremos el cuento “El gallo de Sócrates”, donde Clarín, a través de la ironía que le caracterizaba, parodia a la metafísica y critica a los seguidores ciegos que no utilizan la razón. El maestro trata de enseñarlos a razonar, y los alumnos, en lugar de aprehender la sabiduría, se convierten en todo lo contrario que el sabio pretendió. Buena lectura.






PARA OIR









Jethro Tull es el nombre de una banda británica de rok progresivo que mezclaron el folk británico, el blues, y el jazz, logrnado una música muy especial y característica, surgida en 1968 y que, durante la primera mitad de los 70, tuvieron una gran influencia. El nombre lo tomaron de un ingeniero agrónomo inglés que inventó una máquina sembradora sin ninguna relación con la música; su líder principal, Ian Anderson, de origen escocés, compuso la mayoría de las canciones, tocaba la flauta, la guitarra acústica y era la voz principal del grupo. Por la banda pasaron un sin fin de componenetes, lo que haría interminable la lista de todos ellos, además, siempre se comentó, que Ian tuvo madera de solista, y que el grupo, lo que hacía era acompañarlo. De su extensa discografía, yo me inclino porque oigamos el, para mí, mejor disco de todos: el "Thick as a Brick", grabado en el 1972, consistente en una sola canción, dividida en dos partes. El tema está compuesto a base de movimientos y motivos sin solución de continuidad que se repiten contínuamente y dan unidad al conjunto de la pieza. Es un larga sinfonía donde el quinteto logra redifinir lo entroncado que están todas las músicas cuando se hace bien, y nos deja un regusto a música barroca aderezada con el rok más progresivo que se escuchaba en aquel momento. Pónganse cómodo y no se pierdan una nota.











PARA VER




La película para esta semana,"Senderos de gloria" va a ser un poco más complicado localizarla, aunque siempre queda la posibilidad de bajarla de la red, merece la pena.

El director es Stanley Kubrick y se rodó en el año 1957, protagonizada por un joven -y extraordianrio en la interpretación- Kirk Douglas.

Maravillosa película antimilitarista, donde nos muestra una batalla de los franceses durante la I Guerra Mundial, donde el protagonismo de los despachos imparten órdenes lejanas a la realidad. La toma de una colina imposible que controlan los alemanes, hacen que el regimiento al que se le ha encargado regrese derrotado, por lo que el alto mando francés, decide tomar represalias contra sus soldados para dar ejemplo. A partir de ahí se produce un juicio donde deja al descubierto las limitaciones del ser humano en su empeño de soberbia. La justicia es lo de menos, lo que importa es el escarmienro. Todo un tratado de filosofía sobre lo que no debe ser el gobierno de las personas.

Impresionantes travelling por las trincheras, exelentes algunas de las imagenes y magistral final. Merece la pena el esfuerzo de buscarla; la mente lo agradecerá.







PARA EL ALMA


La ausencia es una forma del invierno

Como el cuerpo de un hombre derrotado en la nieve,
con ese mismo invierno que hiela las canciones
cuando la tarde cae en la radio de un coche,
como los telegramas, como la voz herida
que cruza los teléfonos nocturnos,
igual que un faro cruza
por la melancolía de las barcas en tierra,
como las dudas y las certidumbres,
como mi silueta en la ventana,
así duele una noche,
con ese mismo invierno de cuando tú me faltas,
con esa misma nieve que me ha dejado en blanco,
pues todo se me olvida
si tengo que aprender a recordarte.


Luis García Montero



viernes, 19 de febrero de 2010

Smash: Esta vez venimos a golpear





Nació el grupo Smash en Sevilla, en el año 1968, en la cantera de grandes músicos que, en aquellos años, surgían en Sevilla, al abrigo de la Glorieta de los Lotos, Parque de María Luisa, de tan buenos recuerdos para los enamorados de la música de aquellos tiempos.
Los componentes, al principio, fueron Julio Matito, voz solista y bajo (qué manera de tocarlo), y alma de la agrupación; Gualberto, líder musical, guitarra, sitar, clavicordio, tablas (fue de los primeros, junto a Ravi Shankar, en introducir el sitar en la música rock,); Antoñito, a la batería; Henrik, guitarra y violín. Luego se incorporaría, Manuel Molina, casi al final de su existencia, cuando optaron por introducir el experimento comercial del rock-andaluz, origen de la zaga de grupos que más tarde surgieron en este tipo de música.

Smash fue un grupo adelantado a su tiempo, que introdujo en el país la música más avanzada que se hacía en aquél entonces en el mundo, la “underground”, y que poco después tocaría también el gru
po catalán, Máquina, pero a años distancias de ellos. El nivel de calidad e inteligencia musical de los cuatro componentes estaba (y aún está) por encima de la media de los grupos españoles, y cuando se les cogía “calentitos”, con el "duende" que caracterizaban a los viejos cantaores de flamenco, lograban composiciones admirables, lejanas de lo subterráneo, y próximos a cuando los Beatles se ponían en plan ingeniosos (por ejemplo, el tema “Forever Walking”.)

En los años en que Smash surgieron era difícil, para un grupo de las afueras de Madrid, la promoción, y aún más complicado, la grabación de discos. Tenías que estar introducido en la mafia que controlaba el mercado, o hacer algo “curioso” que les obligara a aceptarlo. El grupo vivía de actuaciones en directos en los pocos club y pub que por aquel entonces había, también de conciertos en teatros, y que yo recuerde, sólo sólo una vez acudieron a la TVE, cuando comenzaron a comercializarse con la música fusión-flamnenco que al final hicieron.

Su discografía está compuesta de varios sencillos y dos LP que grabaron uno en 1970, “Glorieta de los Lotos”, y el siguiente en 1971 “We come to smash this time”. A finales de este año se uniría al grupo Manolo Molina, como cantaor y guitarrista de flamenco, y grabarían el sencillo con el que más se conocerían “El Garrotín”, investigando en el nuevo estilo que crearía tendencia más adelante, pero que personalmente, a mí no llegó a convencer jamás. En el año 1973 se disolvió por conflictos internos (fuertes personalidades de Julio y Gualberto) y en 1979 moriría Julio Matito, con lo que acabaría con los pocos intentos que hubo de reunificación. Gualberto ha continuado con la fusión del rock con la música flamenca y la hindú; Antoñito ha colaborado con otros como Kiko Veneno, Pata Negra, Silvio, y actúa aún en locales musicales, acompañado de un grupo. En algunas ocasiones se han vuelto a reunir para conmemorar con un concierto la creación del grupo. Si tuviera que elegir entre sus muchas canciones tal vez elegiría “Scouting”, la bellísima “
Look at the raimbouw”, “Light blood, dark Bleeding”, “It´s Only Nothing”, y sobre todas “We Come to Sash the Times”, genial.

Para quien no los conocía, espero que el hallazgo les haya gustado, y para los que sí sabían de ellos, pues buen recuerdo.


jueves, 18 de febrero de 2010

Los compromisos sociales

Cuando se llega a cierta edad se transforma en cotidiano andar yendo al hospital o al cementerio, y siempre dando gracias a que sólo sea de visita. No es que los enfermos o los muertos de los demás no te importen, pero, a fuerza de ser sincero, te afectan, indiscutiblemente, menos.

Hoy ha sido uno de estos días, donde el compromiso social al que todos, alguna vez en nuestra vida, nos vemos obligados a cumplir, me ha llevado a asistir a un funeral del padre de una persona cercana, al cual no conocía. Lo primero que te sorprende, nada más llegar a la iglesia donde se oficiaba la misa, es comprobar lo arraigado que está aún este concepto del “cumplir” en el mundo rural (no he dicho que el finado vivía en un pueblo), donde “el qué dirán” pesa todavía mucho y la gente acude a estos actos sólo para que los vean, y no por el aprecio que sintieran por el difunto en vida.

Además, no hay nada más adecuado para ponerse al corriente de las habladurías de los últimos meses en el pueblo, de las enfermedades de los parientes y allegados, de la competición por imponer quien tiene más pies de olivos y quien más gorda la cartilla; ahora la iglesia, o lo que es lo mismo, la antesala de ella, se ha convertido en el nuevo ágora que sustituye al caduco velatorio que los flamantes tanatorios han mandado al paro. Aquello sí que era un acto social por todo lo alto, con su anís y sus dulces, el repaso y puesta al día de los últimos chistes, el comentario escatológico de los últimos actos donde acudieron, etc., del que, este actual, sólo ha sabido coger su parte más superficial y menos comprometida.

Porque no me dirán ustedes que no encerraba compromiso y comprensión, pasarse toda una noche en “planta”, sin apenas una silla de enea para sentarse, a base de copazos de aguardiente y de cientos de chistes que, al final, acababan siendo “verdes”, para más tarde, de mañana, volver al trabajo, regresar a casa, y acompañar al difunto al cementerio, con sólo tres taxis para un ciento de personas, a las que no les quedaba más remedio que el autobús, o caminando. Ahora, no. En la iglesia se acaba el compromiso. En ocasiones corre el riesgo el muerto de tenerse que ir él solito para el cementerio. Después del pésame a la familia, -eso sí, todos afectadísimos, algunos incluso más que los propios allegados- nadie quiere saber nada más del entierro. Y ahí se queda en la puerta de la iglesia el féretro, esperando que alguien le eche una mano al de la funeraria para introducirlo en el coche, -con esto de la crisis, también andan reduciendo personal- y poder conducirlo al lugar de su último y definitivo descanso.

Hasta las cosas que debieran ser serias, con nuestra actitud de hipocresía las llegamos a convertir en crueles parodias. Nada nos detiene en nuestra estrategia interpretativa.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Tarde, pero al fin se hace justicia

En el día de ayer, con más de treinta años de retraso, se ha saldado una de las deudas que la democracia española tenía contraída con unos personajes que, en momentos difíciles, y en un peligroso sector, el militar, se enfrascaron en los últimos años del franquismo en un combate, casi romántico, para que el ejército dejara de interferir en las aspiraciones de libertad que exigía, cada día más, el pueblo. Este puñado de valerosos militares pertenecía a la UMD (Unión Militar Democrática) lo componían aproximadamente ciento sesenta oficiales, aunque este número debe quedar en entredicho por las limitaciones que producía la clandestinidad, y el porcentaje de algunos que, aunque no se integraron totalmente, simpatizaban con el movimiento y colaboraban en determinadas actividades.

Las aspiraciones de cambio en la población llegó a ser tan extendida en aquellos años que ni siquiera el último y más temido reducto de inmovilismo se quedó al margen del empuje de cambio, pues, además del grupo de oficiales que se organizaban dentro de la UMD, también funcionaba otro grupo, relativamente numeroso, dentro de la tropa, que componían los Comités de Soldados, personas provenientes, en su mayoría, del mundo de la izquierda radical, calificada en aquellos entonces como de extrema izquierda y que en determinados cuarteles llegaron a tener cierta influencia.

Los distintos gobiernos de la democracia siempre han mantenido una actitud tibia respecto a restablecer los derechos que correspondían a estos militares que fueron detenidos y juzgados sin garantías por el franquismo (hablamos del año 1975 y seguían funcionando como en el 36); Suárez se atrevió a indultarlos, pero sin derechos a poder volver a sus anteriores puestos en el ejército; más tarde, Narcís Serra los reintegró al ejército, pero a puestos “técnicos”, sin opción de dirigir la tropa. Así, poco a poco, hemos ido tapando nuestras vergüenzas hasta llegar al día de hoy, donde, con buen juicio, la ministra Carme Chacón los ha condecorado y por fin se les ha hecho justicia. Pero este reconocimiento llega tarde, muy tarde, porque la mayoría de estos militares ya están jubilados y el objetivo que pretendieron los enemigos de la democracia, de apartarlos del ejército español, al final, con la complicidad de los distintos gobiernos timoratos, se ha cumplido. España es un país aficionado a homenajear a personas acabadas o muertas; de esa manera, ni los contrarios se sienten fuertemente agraviados, ni los ancianos festejados tienen ánimos ni le quedan fuerzas para la réplica.

Ahora sólo queda que algún día se recuerde, en algún otro acto oficial, a este grupo de soldados anónimos, que lucharon junto a estos de la UMD –algunos oficiales fueron captados por estos soldados para la UMD, curioso, pero cierto- y que al igual que ellos, sufrieron la represión del franquismo en oscuros castillos militares. La democracia española también les debe un agradecimiento y un merecido homenaje, aunque no se les impongan medallas ni estén presentes. Desconozco si la ministra sabe que estos Comités existieron en los cuarteles españoles, y, a riesgo de ser perverso, ampliar este interrogante al resto de sus compañeros socialistas, porque si esto así, y me temo que jamás hayan oído hablar de ellos, mal lo tienen estos antiguos soldados para que reciban su merecido homenaje.




martes, 16 de febrero de 2010

Obama, USA, o el palo en el avispero

Teníamos un dicho en mi barrio que decía que: “tienes menos fuerza que una “Casera” “destapá.” Y es lo que le ha ocurrido a Obama, que con solo un año de mandato se ha quedado sin gas y está lapidando las expectativas que algunos manteníamos, de que en EE.UU. cambiara algo, pero ¡milagro de este país!, cambian los hombres que se instalan en la Casa Blanca, el nombre del partido, pero nunca la política que elaboran. Desde que tengo uso de razón, este país se ha caracterizado siempre por inmiscuirse en los asuntos propios de otras naciones soberanas, tratando de girar la manera de gobernar (siempre de forma militarista) de los dirigentes que a ellos no les convenía, y apoyando, sin importarles lo más mínimo, a otros gobiernos corruptos y sanguinarios.

Desgraciadamente, Obama sigue la estela de los más recalcitrantes presidentes republicanos en cuanto a política exterior; no teniendo bastante con la que tienen montado por el resto del mundo, ahora, en un intento osado por hacer más difícil la convivencia de los pueblos, continúa en su táctica absurda de buscar enemigos donde no los hay. La maquinaria armamentística le exige que no se detenga en su tarea de crear conflictos bélicos, en un afán bochornoso de sacar al mercado los productos en stock que muy pronto quedaran anticuados, sin importarles lo más mínimo el derramamiento de sangre que el negocio produzca. Por otra parte, los poderes fácticos le animan a continuar con esta política intervensionista, que tan buenos resultados les ha proporcionado a sus anteriores homólogos, para alejar la atención del ciudadano medio de la problemática social interna del país.

No de otra manera se explica la insistencia de esta potencia en seguir metiendo el palo en el avispero, y provocar el enojo de las, hasta el momento, tranquilas avispas que aún no habían picado. El problema de este país es que finiquitado la amenaza soviética, él, por sí solo, se inventa los enemigos. Se acabó también Yugoslavia; abandonan, vergonzosamente, Irak, “a la chita callando” –ellos no corren jamás el riesgo de la derrota total, aunque, como en Vietnam, el hecho de la retirada es ya un fracaso- y ahora preparan el camino para salir también de Afganistán, ante la impotencia de acabar con el monstruo talibán que ellos mismos crearon; su estrategia magistral es entrar como elefantes en cacharrería y, cuando peor está la cosa, recogen el petate y dejan el patio enfangado.

Ahora es Irán y Corea los que están en el punto de mira de la superpotencia; el motivo esgrimido en los prolegómenos a que nos tienen acostumbrados antes de la intervención, nos repiten hasta el cansancio, que son un peligro mundial porque están enriqueciendo uranio (ya lo dijeron de Irak; a pesar de las trampas que nos quisieron meter, “las armas de destrucción masiva”, jamás aparecieron- como si un país soberano no estuviese en su derecho de poseer lo que USA, Reino Unido, Francia, China, Israel, etc.; es más, ¿por qué no se pronunciaron cuando India y Pakistán lo hicieron? Cuesta creer que, a partir de ahora, EE.UU. y sus satélites sean los únicos árbitros que decidan en las condiciones que ha de gobernarse un pueblo, a riesgo de que te invadan y te metan el palo avispero en el ojo. El mundo necesita una inyección de moralidad, si no llegaremos a acostumbrarnos al olor fétido de las inmundicias.





lunes, 15 de febrero de 2010

La leyenda

Como a la mayoría de los mortales, a este que está detrás de la pantalla, también le apetece, de vez en cuando, hacer un alto en el camino, procesar datos y, una vez elaborados, archivarlos. También le encanta detenerse, cuando asciende por una empinada escalera de caracol, y acercarse a contemplar la distancia que le separa del suelo, peldaño a peldaño, vuelta tras vuelta, sin apenas esfuerzo. Siempre he tenido presente en mi vida el símil de la escalera con el acontecer diario de nosotros: los días, no son más que los pequeños peldaños de mármol que pisamos cotidianamente y que los pasamos sin apenas enterarnos; los años, son un descansillo para el largo trecho, y donde, por toda lógica, deberíamos detenernos a tomar aliento.

No es verdad que sea muy estricto en el cumplimiento de esta norma; quizás, como le ocurrirá a la mayoría de vosotros, recurro a ella en momentos de dificultades o intranscendentes, pero nunca en el momento programado. La buhardilla de la casa suele ser el lugar elegido para este cometido; ella se presta con su espacio elevado, su destino final de todo cachivache descartado, su utilización como papelera provisional de todo papel, revista, folleto, catálogo o libro que no encuentran alojo abajo; ella es, repito, el santuario pagano donde me refugio para esta actividad. Allí, clavado de rodillas, cual si de una prosternación se tratase, o sentado en una banqueta, ejerzo la afición de rebuscar entre los montones de cajas apiladas, secuencias de mi ayer que quedaron archivadas en esta serie de objetos, y que, de vez en cuando, suplen la ingratitud que contra nosotros ejerce la memoria.

Y fue en una de estas cajas donde encontré tan valioso recuerdo: dos páginas –no recuerdo si eran centrales o no- de la revista semanal de “El País”, no sé exactamente de qué mes; sería, tal vez, por abril de 1991. Lo que puedo asegurar es que formaba parte de una publicidad sobre algo de fotocopiadoras, en la que incluían todas las semanas una historieta o alguna leyenda, y cual no fue mi sorpresa y satisfacción al leer la de ese día. Hoy, recalando en los recuerdos que este hallazgo me reporta, paso a transcribírsela a ustedes:

LA LEYENDA
Hace años, en un lejano país, había un rey
que amaba las flores.

Un día llegó a palacio un viajero que le habló de un jardín
tan bello que no podía describirse con palabras.

El Monarca, que buscaba la perfección por encima de todo,
pensó que nunca sería feliz si no contemplaba ese jardín
con sus propios ojos.

Así, pues, decidió ir a visitarlo y envió mensajeros para que
anunciaran su próxima llegada.

El jardinero, hombre humilde y sabio, no se consideró
merecedor de tal honor aunque, por amor a su Rey, preparó el jardín
para que pudiera ser digno de tan alto personaje.

El día señalado se levantó antes de amanecer y cortó todas las flores
excepto una, la más perfecta.

El Rey, al llegar, se postró ante la única flor
de todo el jardín y, demostrando su gran sabiduría,
lloró de felicidad y le dijo al jardinero:
“Tú sabes que en una sola flor está
la perfección de todas las flores, realmente eres
el más grande jardinero de todo mi reino.”


(No puedo deciros de quien es el texto. La revista también lo omitía.)

domingo, 14 de febrero de 2010

¿Una justicia para pobres y otra para ricos?

Sólo ha transcurrido dos días desde la publicación de mi post pidiendo la apertura de un debate serio sobre la necesidad de la implantación de la cadena perpetua revisable, y hoy, nada más abrir los periódicos, leo, con estupefacción, una noticia que me ratifica, aún más, en mi demanda: la puesta en libertad de Luis Roldán, aquel ex director de la Guardia Civil que se aprovechó del cargo para enriquecerse. Fue condenado a 31 años de prisión, y después de cumplir ¡SÓLO! 15 de condena, que no de cárcel, porque desde el 2005 disfruta de un régimen de segundo grado que le permite pasar todo el día en su casa, pasear tranquilamente por Zaragoza, y luego, regresar a dormir a un Centro de Inserción Social, nada de cárcel.

Recordemos que este delincuente social no ha devuelto prácticamente nada de lo robado, ya que los jueces sólo han logrado recuperar 1.600.000 euros de los embargos que sobre algunas cuentas corrientes y propiedades realizaron, pero que esta cantidad sólo representa el 8% de lo que le adeuda al estado, ya que el resto del botín, unos 10.000.000 de euros (¿no se marean ustedes con las cifras? ¿No les da la impresión que es un relato ficticio de cine negro?) Se encuentran escondidos a buen recaudo en un ignorado paradero; también se le conocen dos propiedades en París y una Villa en las Antillas francesa valorada en 3.7 millones de euros, etc.

¿Cómo es posible que la democracia no se proteja contra estos elementos nocivos y viva expectante, cómo estos individuos se aprovechan de sus cargos políticos para saquear la triste economía del país? ¿A quien amparan los responsables gubernamentales, no queriendo modificar estas leyes estúpidas? ¿No será sólo un acto de corporativismo, o tal vez, de autoprotección para cuando les toque a ellos? Porque al desgraciado, ya sabemos que esta manera de enjuiciar no los roza (y cuidado, que no se quiera ver en mis declaraciones ninguna simpatía por el “chorizo”); ejemplos tenemos de delincuentes que por
robar una barra de pan le cayó un año de condena, y a otros muchos que, encontrándose del todo rehabilitados, después de siete años de haber rehecho su vida –que según nos repiten hasta la saciedad, es la función de esta justicia-, pues bien, estas personas las obligan a volver a la cárcel a liquidar lo que les falta por cumplir de condena.

Lo que ocurre en España con la justicia es “de puro cachondeo”, como dijera el ex alcalde de Jerez de la Frontera; no se puede aceptar dos varas de medir el delito y dos maneras diferentes de interpretar la justicia; no se puede tolerar una justicia blanda para los ricos y los cargos públicos, y otra, feroz y exigente, para los pobres. El país (sus ciudadanos) o nos tomamos en serio este tema o corremos el riesgo de que esta institución, que no sé si alguna vez fue respetable, se desmorone por sus incongruencias. La tarea es bien difícil cuando hay tantos intereses de por medio, pero, o le ponemos empeño, o nos hundimos con ella.

San Valentín: Un día propicio para el engaño.

En una sociedad como en la que estamos, vacía de valores, sin contenidos éticos ni morales, motivados siempre por la apariencia y viviendo del camuflaje y la improvisación, necesariamente necesita de estos días para reparar las carencias de los otros trescientos sesenta y cuatro de inactividad y olvido. Porque a la humanidad, lo que más le fatiga son las carreras de fondo, donde el agotador día a día, pone a prueba su poder de resistencia; a esta sociedad, lo que le caracteriza, son las pruebas de velocidad; son más brillantes y exigen menos constancia.

Asombra pasear por la calle y observar la de reclamos publicitarios que hay para cumplir con este día rehén de los mercados; recuerdo que, cuando joven, casi no se hablaba de él, hasta que unos grandes almacenes se propuso, a base de repetir un año tras otro, eslóganes babosos, que los ciudadanos pasaran por sus departamentos si no querían que, gracias a la pareja, el día se les transformaran en un infierno.

Luego, con el paso del tiempo, nos fuimos idiotizando y el resto de los comercios, que vieron el filón que la estupidez les proporcionaban, adoptaron la misma política publicitaria para ellos, y hoy te encuentras a las agencias de viajes ofertando prometedores viajes para enamorados –habitación y baile incluidos-, como si la ausencia de estos fueran los causantes de la escasez de cariño; las floristerías te seducen con el ramo de rosas más singular y románticas, digna de regalar a la persona que más odias durante el resto del año; las perfumerías, sus magníficos y caros productos, para ocultar el olor que despide el amor mal conservado; y, por último, lo más asombroso, las cestas de frutas variadas que, en un intento de ampliar mercado, exhiben las verdulerías del barrio, para tratar de quitar el mal regusto que la carencia de afecto, durante el resto del año, te deja en el alma.

Para los que somos mastines, las fogosas salidas de los galgos no nos impresionan; sabemos que el trayecto a recorrer es bien largo y que en cualquier revuelta, nos lo encontraremos echado. El amor, como al resto de las cosas importantes en la vida, hay que tratarlo con delicadeza y respeto; solo así lograremos concluir nuestros días de estancia en esta vida medio satisfechos.







sábado, 13 de febrero de 2010

Deberes para el fin de semana

PARA LEER


Manuel Rivas, nacido en la Coruña el año 1957.
Dio sus primeros pasos como escritor en el mundo de la poesía. Lo conocí, por casualidad, en Enero de 1991; en una emisora de radio estatal presentaron el libro y leyeron parte de este relato: la impresión que me causó este autor aún la recuerdo con agrado. Anoté su nombre, la editorial y el título, y en cuanto regresé a casa me puse a buscarlo por las librerías. Valió la pena, todo él está lleno de frescura y propósitos; en los relatos marca perfectamente las pautas, sobresaliendo algunos desenlaces, donde la palabra revienta inundándolo todo. De este libro titulado “Un millón de vacas” he seleccionado “Primer amor” donde se puede comprobar a la perfección los detalles apuntados. Basilio Losada decía de él: “¿Es un poema o un relato el cuento que, titulado Primer amor, se incluye en este libro? Apenas una página, un diálogo aparentemente insustancial, que no arranca, y una frase que es como el verso catorce de un soneto magistral, el que da sentido a los otros trece.” Recréense en la finalización de esta hermosura de relato.


PRIMER AMOR

Gaby, Gabriela, es mayor que yo. Creo que mucho mayor. Me lleva, por lo menos, dos años. Después de tanto tiempo, no esperaba encontrarla en la aldea, en Aita, pero allí estaba, sentada lánguidamente en la bancada de piedra de los Brandariz, entre dos tiestos de geranios.
-Hola.
-Hola.
-¿Qué tal?
-Bien. ¿Y tu?
-Bien. Muy bien. Bueno, fatal.
En realidad, era mucho mayor que yo. Tres años, quizá.
-Estás muy delgada.
-Tu también estás muy delgado.
Llevaba una falda larga y tenía los pies desnudos. Eran unos pies grandes, de hombre.
-Estuviste fuera.
-Sí.
-A lo mejor yo también me marcho.
-¿Ah, sí?
-Sí. Voy a marcharme. Estoy pensando hacer un viaje. Pero muy lejos, ¿sabes? A Australia o a un sitio de ésos –digo yo.
-Sería fabuloso.
-Sí, casi seguro que me voy a Australia. Un amigo mío tiene allí a sus padres. Se hizo radioaficionado y habla con ellos por la noche.
-Yo estuve en Barcelona, ¿sabes? Viví con gente y así.
-Ah, Barcelona, claro. Nunca he hecho un viaje, ¿sabes? Me gustaría hacer algo importante. Australia, o algo así.
-Debe ser alucinante. Tan lejos.
-Mi amigo dice que si hiciéramos desde aquí un agujero que atravesara toda la tierra, saldríamos a Australia. ¿Qué tal en Barcelona?
-Bien. Bueno, regular. Mal.
-Mi amigo me regaló un reloj. Te despierta con la música de Cumpleaños Feliz. Happy birthday to you. También tiene la hora de Tokio, y de Londres, y de Nueva York. Y puedes anotar teléfonos y guardarlos. Es como un ordenador. Mira, mira, fíjate.
-¡Oh, qué bien, es fantástico! ¿Sabes? Yo tengo una hija.
-¿Una hija?
-Sí, ¿quieres verla?
Y me invitó a pasar, sonriendo, como si le doliera sonreír.



PARA OIR




George Ivan Morrison, Van Morrison , nace en Belfas (Irlanda del Norte), el 31 de Agosto de 1945.
Su contacto con la música comienza desde muy pequeño: su madre era cantante y su padre, un gran aficionado. Así fue como el pequeño Van se familiarizó con cantantes como Jelly Roll Morton, solomon Burke y Ray Charles, entre otros, y estilos de música como el jazz, blues y folk.
A los doce años su padre le compra la primera guitarra; poco más tarde un saxo; a los diecisiete abandona la casa y se va de gira por Europa con un grupo de juventud que poco después abandona, para seguir en solirario. Su primer disco "Astral Weeks" lo graba en 1968 y es calificado por la crítica como de "hipnótico, mediático, con un poder musical único". En 1970 el segundo "Moondance", otro de los mejores.
Van Morrison toca la guitarra, el saxo, el piano y la armónica, y su música está influenciada por el folk, el country, el gospel y el blues, y todo los críticos coinciden en considerarlo uno de los cantantes más influyentes de la música contemporánea; incluso algunos aseguran que " ningún blanco canta como él".
Oíremos su primer disco, "Atral Weeks", -para mi gusto, el mejor, y tiene bastantes y buenos- y de él, la canción que da título al disco. Disfrutarlo.




PARA VER



De Kenneth Branagh “Mucho ruido y pocas nueces”, del año 1993.
Basada en una obra de Shakespeare (como suele ser habitual en todas las cintas de este director) la película es una muestra del bien hacer cinematográfico a nivel técnico (se luce Kenneth), fotográfico (es una explosión de alegrías en tonos verdes y blancos) y de diálogos (magistral la adaptación de los diálogos), sin caer en el peligro del aburrimiento en el que suele entrar mucho cine británico. Protagonizada, adaptada, producida y dirigida todo por él, destaca la genial interpretación, en su papel de soltera resabiada, de Emma Thonpson, y magistral, Denzel Washington, en el papel de un príncipe navarro que regresa de la guerra. Destacable, también, el corto papel que interpreta Michael Keaton, que lo consagró como un fenemenal actor.
El argumento, aquí, es lo de menos. La comedia de Shakespeare sólo es una excusa para pasearnos por los entresijos que teje el amor para que al final todos sean felices y coman perdices, pero con la rotundidez y belleza de algunas de las frases que el autor de teatro nos tiene acostumbrado. La película se rodó en la Toscana italiana y no pudo ser más acertado el lugar escogido.
Película para el disfrute de los sentidos y pasar un agradable rato.





PARA EL ALMA

Despedida
Puedo estar orgulloso.
Se cae la casa
pero mis hijos huyeron al bosque
con la cabeza llena de pájaros.


Suicidio campesino
Y luego están los muertos de la tierra,
elegantes en las ramas,
serenamente colgados al amanecer de los manzanos,
con sus ojos de nieve,
como aves viejas que no pudieron emigrar.


Ecos
Nuestra guerra es vuestra armonía.
Nuestra derrota, vuestro paisaje.
Se nos caen las hojas.
Vosotros hacéis poemas.


Manuel Rivas

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