PARTIDOS ESCAÑOS Nº VOTOS % VOTOS
CIU.................62 ............1.198.010 .......38.47%
PSC................ 28 ...............570.361 .......18.32%
PP.................. 18 ...............384.019 .......12.33%
ICV................ 10 ...............229.985 ........7.39%
ERC............... 10 ...............218.046 ........7.00%
CI................... 4 ................. 102.197 .......3.28%
CS................... 3 ................ 105.827 ........3.40%
La primera reflexión que se me ocurre después de analizar los resultados de las elecciones catalanas, es que los electores- hartos de soportar a un gobierno compuesto por tres partidos que se empecinaban en gobernar de espaldas a sus problemas, realizando, en cada gestión y cada acto, un remedo esperpéntico de la política ultra nacionalista y esquizofrénica de CIU- hayan decidido votar directamente al partido que desde siempre se ha caracterizado por ello, siendo responsables el tripartito, de que los ciudadanos hayan corrido, a la hora de hacerlo, un tupido velo de amnesia sobre los casos de corrupción que persiguen al partido triunfador, entre los más graves, el caso del Liceo y el de las comisiones ilegales, entre otros.
Se entiende que la gente -agobiada por el estado semipoliciaco, sancionador, mutilador de la bellísima lengua española, insolidario, recaudador, en que habían convertido los antiguos gobernantes estos casi ocho años de mandato- hayan preferido olvidar “los temas menores”, como la corrupción, y recurrir a los convergentes para que les solucionen los graves problemas económicos que éstos no han sabido resolver.
La segunda reflexión sería analizar y entender cómo un sector del PSC ha preferido quedarse en casa, antes que dar su confianza a un partido que traiciona, cuando gobierna, el discurso socialdemócrata y "rojillo" que mantienen en sus discursos y en sus programas, y por la peligrosa deriva nacionalista en la que se ha metido éste. No olvidemos que entre sus filas coexisten -además de los seguidores del antiguo partido de Joan Reventós (Partit Socialista de Catalunya-Congrés y del Partit socialista de Catalunya-Reagrupament) miembros del Partido Socialista Obrero Español (en 1978 se fusionan los tres dando nacimiento al actual Partido de los Socialistas Catalanes), menos identificados que los anteriores con las aspiraciones independentistas, por formar parte de la comunidad inmigrante que llegó a Cataluña, procedentes de otros lugares del estado, en busca de las habichuelas, y que siempre fueron conocidos por pertenecer "al cinturón rojo" de Barcelona.
Dentro del mismo partido cohabitan dos fuerzas diferentes que entran en colisión a la hora de la defensa de sus prioridades; para los primeros, lo que prima, es el reconocimiento nacional y soberanista de su tierra, mientras que para los segundos, lo importante, es la defensa de su puesto de trabajo, el derecho a poder vivir, pensar y hablar sin temor a ser represaliado, y el mantenimiento de reciprocidad y solidaridad con el resto de pueblos del estado. Esta fue una cuestión que se le estaba yendo de las manos a Zapatero en la anterior legislatura presidida por Maragall, la cual quiso remediar poniendo al frente del partido a una persona de su máxima confianza y que, en principio, estaba enclavado entre los miembros que no se caracterizaba por su defensa del nacionalismo, pero con el transcurrir del tiempo y su insuperado complejo de haber nacido en Andalucía, le convirtió en más catalán y soberanista que cualquier payés.
Ahora cunde el pánico en Ferraz, porque lo que empezó a desboronarse en Galicia y luego en las europeas, ha tenido continuidad en Catalunya, y amenaza convertirse en la tónica habitual en las próximas elecciones municipales, autonómicas y estatal, y es que a los traidores no se les quiere ni en su casa y, más tarde o más temprano, siempre acaban pagando sus traiciones. ¿Qué estará pensando aquel joven -si no fue un montaje del partido, ya estamos viendo que en este arte son únicos- que gritó a Zapatero, después del triunfo electoral, "¡No nos triciones!".
La tercera reflexión es comprobar cómo se han quedado huérfanos de representación política los ciudadanos de izquierdas. Ezquerra Republicana jamás lo ha sido, tanto es así que sus votos van, indistintamente, de CIU hacia ellos como del partido republicano al convergente: es una masa nacionalista radical que se desplaza de bando según la ocasión y el mensaje soberanista que difunden los dos partidos, incluso han servido para llevar al parlamento al grupo "friki" de Laporta.
En cuanto a Iniciativa per Cataluya Verds, deduzco que no tiene nada que ver con el antiguo partido de los comunistas catalanes, aquella gente reivindicativa y luchadora que siempre estaba al frente de todos los combates ciudadanos, laborales, solidarios, y no acabo de entender qué hace Izquierda Unida dentro de una organización, más parecida a Green Peace, que a un movimiento obrero y revolucionario.
La cuarta –y última- hacer un toque de atención para que observemos los resultados. Los independentistas suman en total 76 escaños, a los que en un futuro –todo es posible- se les podría unir los 10 de ICV y más de las tres cuartas partes del PSC –todo depende de donde sople el viento-, mientras que los estatales quedan relegados a los 21 que suman el PP y Ciudadanos, más los agregados del sector no nacionalista del PSC. A todo esto hay que añadir que el paso a la oposición de Ezquerra y la entrada de un “hooligans” peligroso, como es Laporta en el terreno de juego, puede llegar a transformar el parlamento catalán –y con él, el hermoso y pacífico territorio- en un terreno conflictivo donde las cuestiones soberanistas primen más que cualquier otro problema, corriendo el riesgo de que Cataluña se “batasune”, y todo lo estatal llegue a estar perseguido más aún que en este momento, que ya sería bastante grave.
La tercera reflexión es comprobar cómo se han quedado huérfanos de representación política los ciudadanos de izquierdas. Ezquerra Republicana jamás lo ha sido, tanto es así que sus votos van, indistintamente, de CIU hacia ellos como del partido republicano al convergente: es una masa nacionalista radical que se desplaza de bando según la ocasión y el mensaje soberanista que difunden los dos partidos, incluso han servido para llevar al parlamento al grupo "friki" de Laporta.
En cuanto a Iniciativa per Cataluya Verds, deduzco que no tiene nada que ver con el antiguo partido de los comunistas catalanes, aquella gente reivindicativa y luchadora que siempre estaba al frente de todos los combates ciudadanos, laborales, solidarios, y no acabo de entender qué hace Izquierda Unida dentro de una organización, más parecida a Green Peace, que a un movimiento obrero y revolucionario.
La cuarta –y última- hacer un toque de atención para que observemos los resultados. Los independentistas suman en total 76 escaños, a los que en un futuro –todo es posible- se les podría unir los 10 de ICV y más de las tres cuartas partes del PSC –todo depende de donde sople el viento-, mientras que los estatales quedan relegados a los 21 que suman el PP y Ciudadanos, más los agregados del sector no nacionalista del PSC. A todo esto hay que añadir que el paso a la oposición de Ezquerra y la entrada de un “hooligans” peligroso, como es Laporta en el terreno de juego, puede llegar a transformar el parlamento catalán –y con él, el hermoso y pacífico territorio- en un terreno conflictivo donde las cuestiones soberanistas primen más que cualquier otro problema, corriendo el riesgo de que Cataluña se “batasune”, y todo lo estatal llegue a estar perseguido más aún que en este momento, que ya sería bastante grave.
Demos una tregua al tiempo y confiemos en que Más y Convergencia, apliquen en su política la sensatez que les viene caracterizando y dirijan su atención a los problemas inmediatos de los catalanes -la crisis económica- y no a los secundarios -el independentismo-.
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