Siempre que me dispongo a ver una película española lo hago con cierta reserva, ya que son muchos los “infumables” que una se ha tragado a lo largo de su vida; no sé por qué los realizadores españoles se empeñan en hacer películas mediocres, lentas, faltas de contenido y llenas de primeros planos.
Afortunadamente, de vez en cuando, sale una perla como la que acabo de ver, estoy hablando de “Pájaros de Papel”, rodada en 2010 por Emilio Aragón. Es la primera película que dirige y, desde luego, ha dejado el listón muy alto, una pequeña joyita que todavía no entiendo cómo no fue seleccionada para representar a España en los Oscar. Cada plano, cada secuencia, son pequeñas postales, con una iluminación y una fotografía extraordinarias, por no hablar del elenco de actores, todos fabulosos, y de la magnífica banda sonara, compuesta por el propio Emilio Aragón.
El guión sitúa a los protagonistas en el último año de la guerra civil española y primeros de la postguerra; se trata de un grupo de artistas de vodevil -al que se une un huérfano (Miguel)- que subsisten como pueden en la España dominada por el hambre y el terror, formando una extraña familia.
La historia contiene pequeñas pinceladas autobiográficas del padre del director, el inolvidable Miliki, pues, al igual que éste, el pequeño Miguel emigra a Suramérica, donde consigue grandes éxitos, para regresar, años después, a su tierra natal.
Una bellísima película, con una puesta en escena clasicista, conmovedora, pero sin recargados sentimentalismos, de la que, para rematar, diré que es, adueñándome de una frase publicada en una crítica cinematográfica, “Papiroflexia del corazón”.
Afortunadamente, de vez en cuando, sale una perla como la que acabo de ver, estoy hablando de “Pájaros de Papel”, rodada en 2010 por Emilio Aragón. Es la primera película que dirige y, desde luego, ha dejado el listón muy alto, una pequeña joyita que todavía no entiendo cómo no fue seleccionada para representar a España en los Oscar. Cada plano, cada secuencia, son pequeñas postales, con una iluminación y una fotografía extraordinarias, por no hablar del elenco de actores, todos fabulosos, y de la magnífica banda sonara, compuesta por el propio Emilio Aragón.
El guión sitúa a los protagonistas en el último año de la guerra civil española y primeros de la postguerra; se trata de un grupo de artistas de vodevil -al que se une un huérfano (Miguel)- que subsisten como pueden en la España dominada por el hambre y el terror, formando una extraña familia.
La historia contiene pequeñas pinceladas autobiográficas del padre del director, el inolvidable Miliki, pues, al igual que éste, el pequeño Miguel emigra a Suramérica, donde consigue grandes éxitos, para regresar, años después, a su tierra natal.
Una bellísima película, con una puesta en escena clasicista, conmovedora, pero sin recargados sentimentalismos, de la que, para rematar, diré que es, adueñándome de una frase publicada en una crítica cinematográfica, “Papiroflexia del corazón”.
Ficha técnica:
País: España
Año: 2010
Dirección: Emilio Aragón
Reparto: Imanol Arias, Luís Homar, Roger Princep, Carmen Machi, Fernando Cayo, Diego Martín, Oriol Vila, Luis Varela, José Angel Egido, Javier Coll, Lola Baldrich, Concha Hidalgo, Asunción Balaguer, Emilio Aragón "Miliki", Pedro Civera, Francisco Merino, Vicente Quirós.
Guión: Emilio Aragón y Fernando Castets
Fotografía: David Omedas
Música: Emilio Aragón
Autora: Carmela
Acabo de terminar de ver la peli,y me ha parecido,muy real,de lo vivido en aquellos tiempos de la dictadura española,como mantenian en el punto de mira a todo el que sacara los pies de plato en ideologia etc.Como los perseguian,quitando a muchos de ellos anónimante llevandolos a un descampado,pegandoles un tiro y santas pascuas!!.
ResponderEliminarPor ese motivo,es necesario que se le dediquen más medios y atención a la memoria histórica. Hay muchas personas anónimas tiradas en las cunetas, mientras ellos, los asesinos, disfrutan del gran panteón fascista del Valle de los Caídos.
ResponderEliminarUn saludo Edy.