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jueves, 7 de enero de 2010

La ministra y el coro de dinosaurios


Ayer ya era noticia, para los periodistas derechones, la ministra de defensa, Carmen Chacón, por la vestimenta que llevó a la recepción que se celebra cada Pascua Militar. Pero cual no es mi sorpresa que nada más despertar y poner los informativos de la manaña, el tema, en toda las tertulias que no son adeptas a este gobierno, era el mismo. Por lo que se ve, para estos mercenarios de la "desinformación", el mayor problema del país, en este preciso momento, es el modelito que ha escogido esta señora para tan señalado acontecimiento. Con este, ya van dos años con la monserga del trajecito, y me temo, para alegría mía y disgusto de estos rancios voceros, que les va a seguir dando de qué hablar los venideros, ya que no observo en ella ningún síntoma de remordimiento ni actitud de enmienda, pues, es lo malo que tienen las personas con cerebro y, apostaría lo que fuese, a que a esta ministra le sobra lo que le falta al resto del gobierno.

Así que no seré yo quien la defienda, ni falta que hace, que ella solita bien lo consigue de la manera más efectiva y convincente: con indiferencia hacia estos camorristas y actuando, en cada paso que da, de la manera más adecuada. ¿Que os fastidia que una mujer no vaya con vestidos cuando el protocolo lo manda? Y qué, pregunto. ¿El protocolo no se hizo para saltarlo? O es que yo estoy mal enterado. ¿No se veían más ridículos Zapatero y algunos ministros con el chaqué? ¿Y no contemplaron, aunque sólo fuese un minuto, el aspecto de la exrepublicana Leticia, embutida en esa tripa de morcón que algún matarife le proporcionara?

Lo que les fastidias a estos come sopa, no es que se rompiera el protocolo. Bien poco les preocupa a ellos, como poco les importa la crisis, ni los cuatro millones de parados, ni la gripe A, ni el sida, ni el aborto, ni siquiera su manoseada España. A estos soldados de la pluma lo único que les motiva es la imposición de su ideología, la conquista del poder ejecutivo, y si las condiciones lo permiten, retroceder, nuevamente, cuarenta años. Estos enemigos del progreso sólo temen que determinadas personas actúen como crean y puedan contagiar al resto, y esto si sería peligroso.

Adelante, Sra. Ministra. Me tiene, en este caso concreto, a su lado.

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