Nuestros sufridos representantes del senado han dado con la solución a los graves problemas económicos que padecemos los españoles: el día 28 de Abril de 2010 (tengámoslo en la memoria, es una fecha para el glorioso recuerdo) se acordó tomar en consideración la propuesta de reforma de Reglamento de la Cámara Alta presentada por 34 senadores nacionalistas, para que en el Senado se habilite el uso de las otras lenguas del Estado, es decir, del euskera, catalán y gallego. Los más optimistas (los que apoyan la medida) aclaran que ésta sólo nos costará a los contribuyentes la módica cifra de 120.000 euros, pero los pesimistas (el que está en contra, el PP) la corrige y la aumenta a 1.224.000 de euros.
La secretaria de organización del PSOE, -también senadora por dicho partido-, en un acto de clarividencia emocional, similar al que tuvo días antes de que accediera Zapatero a la presidencia rotativa de la UE, en la que nos regaló aquello “de la conjunción planetaria, etc.”, esta vez nos anuncia con su increible capacidad de observación, unida a sus poderes futuristas, que “asumamos con naturalidad este paso histórico...”
Total, que si poco se entendían antes, no garantizo el galimatías que se organizará en cuanto se apruebe el proyecto. El senado se convertirá en una ONU a escala pequeña, donde cada padre de la patria, tendrá que agenciarse unos auriculares con los que poder hacer prácticas, para cuando lo destine el partido, por su buen comportamiento, o bien, por rebeldía hacia él, al paraíso deseado de Bruselas.
En esto se entretienen los responsables de sacarnos del agujero. Cada día que pasa, más alejados de las necesidades del ciudadano. Los cinco millones de parados –un millón de ellos, mayores de 45 años, no lo olvidemos- no les interesa, a no ser como arma arrojadiza para lanzarla al contrario, estrategia últimamente utilizada por el PP, partido que, si los de izquierda no espabilan, terminará convertido en uno de extrema izquierda. Sigan por este camino serpenteante de lo intranscendente y de cocinar buñuelos de viento. Esperemos que en próximas elecciones, no echéis pestes de los ciudadanos, hartos de vosotros, que se abstuvieron de ir a votar y los califiquéis de indolentes. Porque, visto lo visto, seréis capaces de todo.
La secretaria de organización del PSOE, -también senadora por dicho partido-, en un acto de clarividencia emocional, similar al que tuvo días antes de que accediera Zapatero a la presidencia rotativa de la UE, en la que nos regaló aquello “de la conjunción planetaria, etc.”, esta vez nos anuncia con su increible capacidad de observación, unida a sus poderes futuristas, que “asumamos con naturalidad este paso histórico...”
Total, que si poco se entendían antes, no garantizo el galimatías que se organizará en cuanto se apruebe el proyecto. El senado se convertirá en una ONU a escala pequeña, donde cada padre de la patria, tendrá que agenciarse unos auriculares con los que poder hacer prácticas, para cuando lo destine el partido, por su buen comportamiento, o bien, por rebeldía hacia él, al paraíso deseado de Bruselas.
En esto se entretienen los responsables de sacarnos del agujero. Cada día que pasa, más alejados de las necesidades del ciudadano. Los cinco millones de parados –un millón de ellos, mayores de 45 años, no lo olvidemos- no les interesa, a no ser como arma arrojadiza para lanzarla al contrario, estrategia últimamente utilizada por el PP, partido que, si los de izquierda no espabilan, terminará convertido en uno de extrema izquierda. Sigan por este camino serpenteante de lo intranscendente y de cocinar buñuelos de viento. Esperemos que en próximas elecciones, no echéis pestes de los ciudadanos, hartos de vosotros, que se abstuvieron de ir a votar y los califiquéis de indolentes. Porque, visto lo visto, seréis capaces de todo.
Un saludo y a seguir haciendo patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario