UNA DIMISIÓN ESPERADA: la de Javier Madrazo

Hay un cadáver más en Izquierda Unida. Después de abandonar el puesto de Coordinador General de Ezker Batua (la IU de Euskadi), asumiendo valerosamente la responsabilidad de la última convocatoria electoral, ahora deja también la presidencia que ostentaba desde hace algo más de un año y pasa a engrosar las filas de la organización como militante de base. Es un gesto que le honra, pero deja planteada una pregunta: ¿Qué ocurre en IU para que gente de la valía de Javier Madrazo tiren la toalla y den el penúltimo paso para salirse de la formación? ¿Es que pretenden seguir con las luchas internas, engordando las filas del PSOE, hasta que no quede nada más que el portero que atranque las puertas? Cada día se hace más patente en IU aquella frase que acuñara Alfonsito de "que todo el que se moviera, no saldría en la foto" y esto es lo que está ocurriendo en todas partes, también en Andalucía, si no que se lo pregunten a Jon Ander en Sevilla, el político que mejor definió a Torrijos.

La izquierda cada vez está más huérfana del partido que las aglutine. Personas como Javier son una esperanza dialogante para su inicio. Desde aquí respeto su decisión y confío en que tenga un proyecto ilusionante que, desde Euskadi, como otras tantas veces, se extienda al resto del estado y puedan confluir en él, todo los viejos luchadores que se han quedado por el camino y que hoy pasan a engrosar el Bloque de la Abstención.

Te deseo toda la suerte del mundo, y si tienes que salir del grillero, pues no pasa nada Javi, muchos lo han hecho y aún están bien vivos.