En la parte de acá, yo, éste, el inacabado ser impaciente. De la otra parte, tú, tú, tú, la deseada, la paciente amorosa, como una mujer, mi esperanza. Tomando aliento, sentado, no me atrevo a traspasar tu frontera por temor a tu indulgencia, a tus caricias, a tus amores. Da miedo tu quietud, tu entrega, tu apicible beneficiencia. Eres un huracán desbocado, que penetra y perfora mis sentidos, calladamente, rumorosa, atenuante, adormeciendo mi dolor con la frescura de tus aires. Miro, y cuando te veo, me recojo en mí mismo, como caracol espumoso de tus sueños. ¡Qué ocultas en ti que nos transformas y nos ablandas! ¡Qué encierras en tus entrañas que nos confundes y nos limitas! Como a una mujer, hermosa mía, te deseo y me asaltas cada mañana cuando te veo. Tu luz, tu verdor, tu inaccesibilidad, hacen que me demore en mi entrega, pero cada día estoy más cerca de ti y más lejos de otros amores.
Oliverio Girondo: "¡Todo era amor"
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*¡TODO ERA AMOR!*
¡Todo era amor… amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de a...
Hace 1 año
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