Cuadro "Los dos forasteros", (actualmente llamado también, "Duelo a garrotazos"), de Francisco de Goya
El motivo que impulsó a Goya a realizar esta obra -que, junto a otras, pertenecen a las "Pinturas Negras"-, fue observar la lucha fraticida entre las dos españas que en aquellos años se realizaba. Pintado durante el Trienio Liberal y el ajusticiamineto del general Riego, por mandato de Fernando VII (traidor a la constitución de Cádiz y a la patria, donde los haya), refleja el terrible enfrentamiento entre españoles, representados en el ruedo de la política por liberales (los que querían que las cosas cambiaran) y absolutistas (los que apostaban por dejar las como estaban desde que el hombre logró ponerse de pie), que se prolongó durante el siglo XIX entre progresistas y moderados y que continuó en el siglo XX, hasta desembocar en la penosa guerra civil que padecimos en 1936.
Desgraciadamente, esta es una enfermedad que España no quiere superar. Llevamos 35 años de democracia, donde desde el primer momento (todo lo contrario que suelen practicar los fascistas), a los colaboradores del franquismo, le han sido respetados sus derechos civiles -sin perdirles cuentas por el pasado-, sus bienes inmuebles y dinerarios, sus puestos en las universidades, en la magistratura, en el ejército y continúan con sus medios informativos, medios que traspasan, en algunas ocasiones, la legalidad que ellos exigen y se transforman en elementos que fomentan el golpismo. A pesar de ello, llevan todo el tiempo en que, la mayoría de españoles emplean en trabajar y olvidar, tratando de crear el clima adecuado para retroceder al funesto pasado.
No seré yo sospechoso de defender a Zapatero, pero lo del día 12 de octubre , es para llenarse de sonrojo. El problema radica en que los que montan esta trifulca, son "la gente de bien, la clase educada, los de la visita semanal a la iglesia y amén, los vende patrias". Cualquier excusa es motivo para montar el circo de la desvergüenza, ellos, tan patriotas, tan llenos de valores éticos, tan estrictos y correctos, tan cristianos y "demócratas". Son los que a diario nos ponen como ejemplo de sociedad a la población norteamericana, donde todo los ciudadanos respetan y sienten como propio, al presidente que ha sido elegido en las urnas. Y eso que el abucheado presidente está haciendo más por sus interese que por el de los trabajadores, porque, sépanlo bien señores alborotadores, Zapatero es el submarino que tiene introducido el capital y la derecha, dentro de un partido supuestamente de izquierda, ya que las medidas que toma a favor de vosotros y en contra de la mayoría de los ciudadanos, desde un partido descaradamente de derechas, sería imposible realizar sin que las calles se lleneran de rebeldes protestas.
Lo triste es que a esta gente le da todo igual; les importa un pimiento volver a llenar las casas de hambre, las escuelas de niños rotos, las cárceles de presos, las calles de cadáveres, porque, para ellos, sabedores en última instancia como son, de que fueron elegidos para gobernar por mandato divino, siguen pensando que España es un solar sembrado de patatas que sólo pertenece a ellos, igual que la bandera, los símbolos, las fuerzas armadas, y que el resto de los ciudadanos, por el hecho de no nacer en su mundo, o por no estar encuadrados en sus movimientos políticos, no tienen derecho al disfrute de la paz al que todos aspiran. Como diría Machado:
y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Cuando los veo en la calle, o en alguna tertulia de televisión, o los oigo en la radio, no puedo evitar sentir un escalofrío que recorre todos mis huesos y pienso: si esta gente encontraran las condiciones propicias y se les dejara, volverían a teñir de rojo la faz de la patria que tanto dicen amar. Son como el carnicero: se han acostumbrado a la sangre y nada los detiene en sus pretensiones. Sólo saben hablar con el tiro en la nuca. ¿Habrá que resignarse y seguir viviendo, siempre, con el temor a que estos privilegiados un día nos la jueguen? La sociedad civil no se lo merece pues sólo quiere estar en paz, hacer realidad sus sueños y soñar con un futuro mejor para sus hijos, algo que no está en la mente de este montón de energúmenos que tienen bien resuelta sus vidas y la de su entrañable descendencia.
Retomando a Machado, acabaré diciendo :
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón
Hagmos lo posible para que una nueva tragedia no se haga realidad y que la sociedad madura, la trabajadora, la evolutiva, se oponga a cualquier retroceso en nuestras vidas.
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