Las casualidades nunca vienen solas, casi siempre, se buscan. O ¿es simple coincidencia que Zapatero haya ido retrasando el “zapatazo” de la reforma laboral hasta el día 16 de Junio, precisamente el mismo día en que la selección española juega su primer partido en el mundial de fútbol?
Y que el debate de la nación lo haya trasladado a la segunda quincena de Julio, ¿también es coincidencia o pura estrategia evasiva?
Vaya si nos ha salido escurridizo este alicaído gobernante: con los problemas, se supera. Cada día me recuerda más al atolondrado Claudio, al que pusieron en la dirección del Imperio Romano para ser mangoneado por los grupos dominantes y que, al final, terminó deshaciéndose de todo el que le estorbaba y se convirtió –por acción u omisión- en un Emperador sanguinario que veía enemigos por todas partes. También me recuerda a los manipuladores del franquismo -¿en qué escuelas habrán cursado estos “pijos” los master de “aborregamiento humano”, que tanto se parecen a los del pasado?- donde, ante cualquier adversidad política, inyectaban dosis letales de toros y fútbol, que dejaban a la población incapaitada para el ejercicio de la práctica mental . Y no les fue del todo mal, ya que el tirano acabó su vida plácidamente en el hospital. Tan efectiva resultó la estrategia de despiste de masas a los estrategas de entonces, que ahora, esté prócer gobernante "del respeto y la tolerancia" quiere aplicarnos el invento una vez más.
Porque no es coincidencia que el “zapatazo” laboral lo pretenda aprobar un día en que el personal -y hasta los mismos sindicatos- se haya quitado el mono de faena y estén plácidamente ante el televisor, con su cervecita, el gin tonic o el cubata, animando a su querida selección, y les da igual lo que pueda ocurrir al trabajo, al mundo, o al mismo cielo, que ellos están en “standby” y no los mueve ni un cataclismo.
Con el debate de la nación, ocurre lo mismo. Arruinado y liquidado el proyecto social que presentó sólo hace un año (Mayo de 2009), ya no queda ni rastro, con lo cual, si tuvieran un resto de decencia, deberían sentirse fracasados y avergonzados por las promesas incumplidas, pero la ética es la única prueba a la que te someten cuando quieres ser político, y, al ser inversamente proporcional al resto de los exámenes, cuanto menos puntuación obtengas, mejor considerado serás.
Sabedores que son del fracaso político de esta legislatura, tratan de esconderlo en un mes, donde la midad de población está de vacaciones, y la otra mitad, también. Estos hijos del franquismo -pensaban los de buena fe que estaban todos en el PP; ¡craso error!- utilizan las mismas tácticas que sus padres: engañar antes admitir el error; ocultar en lugar de dar la cara; manipular la opinión pública en vez de autocriticarse, etc., volviendo a la ineficaz estrategia de cuando éramos críos, que, cada vez que hacíamos uno trastada, nos ocultábamos debajo de la cama, tratando de aplazar, inútilmente, lo inaplazable: el castigo de tus padres. Todo es válido para un gobierno desprestigiado que, como Claudio, se siente acorralado, ve fantasmas por todo el palacio, que sólo espera capear el temporal, como el boxeador noqueado, en un intento desesperado de que la campana lo salve.
Zapatero, jamás creyó que accedería a la jefatura del gobierno. Se puede ser soberbio pero no del todo idiota. Él sabía de sus limitaciones, pero le seducía estar en la pomada política. Luego vino el 11-M., la manipulación de la desgracia, la reacción de la de la masa y, por una carambola cabalítica, de pronto se encontró en la Moncloa. Desde entonces, el tonto útil, el objeto de manipulación, el Claudio actual, se ha revelado contra sus creadores y amenaza hacerlo también, contra el pueblo que hizo posible el milagro de que un incapacitado llevara las riendas del estado. Desde aquí a que acabe la legislatura nos quedan muchas más cosas por padecer.
Hay veo yo el problema, que son los mismo, los de un lado y los otros.
ResponderEliminarNinguno tiene ideales, son todos peseteros, sin mas.
Las proximas elecciones las minorias se veran reforzadas, y la gran mayoria no votara.
le dimos varias vueltas a la tortilla y seguimos perdiendo los mismos.
En los que mas coinciden por estos alrededores es en que todos son unos chorizos, esa frase var por delante de cualquier opinion, y el final igual, no vota mas.
fue, es y sera capitalismo lo que nos rige, votar a unos o a otros es indiferente.
Estás en lo cierto, Miguel, todos han mamado la misma leche, pero en lo que no estoy del todo de acuerdo contigo es en confiar en la claridad de la gente a la hora de votar. Ya verás en las próximas elecciones: bastarán treinta días de comedura de coco para que todo el mundo vayamos como borregos a depositar el voto. Hasta que no logremos una Abstencio, al menos, de un 60%, los sociatas y peperos no empezaran a coger algo de miedo. Pero eso, aún está por ver.
ResponderEliminarUn saludo.