Un nuevo ataque caciquil contra Andalucía

Ayer se ha vuelto a repetir lo que, parece ser, se va a imponer como norma de pataleo político en todo el estado: el ataque verbal (esperemos que se quede sólo en eso)) contra Andalucía y los andaluces. Hace poco fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; unos días después el talibán judeocatalán, José Antonio Durán y Lérida, y ayer le ha tocado el rebuzno al presidente de Sacyr, Luis del Rivero, donde en unas incalificables declaraciones a la cadena SER, ha llegado a pedir la supresión del Plan Empleo Rural para nuestra comunidad, alegando que “el PER es un sistema que fomenta la vagancia”, y que si se mantiene, Andalucía “se convertirá en una reserva apache de donde sólo saldrán indios, alcohólicos, y ningún universitario”.

Ellos si han pasado por la universidad, pero se ve a las claras, que ésta no ha pasado por ellos. Cuesta creer que un alto dirigente empresarial, con estudios superiores, llegue a ser tan ignorante. Porque resulta, Sr. Magnate, que del PER, además de las denostadas Andalucía y Extremadura, también se benefician las denominadas Zonas Rurales Deprimidas de Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana, Castilla-León, Murcia, Canarias, Aragón y Asturias. Como verá –este sólo ve lo que quiere-, son unas pocas más las que también poseen reservas indias, pero al ser de Despeñaperros para arriba, no se pueden criticar, ya que son las que les llenan el cesto de votos.

Estos dechados de sapiencia, o ignoran la realidad del asunto, o bien manipulan los datos en beneficio suyo. Porque debieran saber, antes de ladrar, que el PER en Andalucía, solo da empleo a 27.000 jornaleros, de un total de 600.000 que existen, y que la inversión que le supone al estado es inferior a la que destina a la minería asturiana y leonesa, a la industria del automóvil, las empresas eléctricas, los bancos y las cajas de ahorros, y en el pasado, al acero vasco y a la industria textil catalana. ¿Ya no se acuerda este vocero caciquil cuando, hasta hace bien poco, todos los ahorros de las cajas de la “vaga” Andalucía, se destinaban a la financiación de las fábricas catalana?

También ignora este Einstein español, que las universidades de esta comunidad rebosan de estudiantes y que, precisamente ayer, se presentaron a los exámenes de selectividad 31.000 andaluces, lo que ocurre es que luego, cuando tienen la titulación, no encuentran un trabajo para desarrollarlo, porque él, y unos cuantos caciques más, sólo utilizan Andalucía para la caza y el cachondeo, llenándola de incultura y pobreza, pero lo que en realidad les jode, es que ya no pueden pasarse por las plazas de los pueblos, altivos, soberbios, desafiantes, reclutando al ejército de hambrientos que les trabajen los latifundios que aún siguen manteniendo en nuestra tierra, por un cacho de pan duro y unos pocos de garbanzos podridos, como hacían no hace mucho.

Andalucía no levanta cabeza desde que los castellanos nos invadieron. Nos quitaron nuestras casas, nuestras tierras y expulsaron a nuestros antepasados -en el mejor de los casos- cuando no los asesinaron. Nos humillan cada vez que se les antoja, se ríen de nuestro habla, de nuestras costumbres, de nuestra manera de ser, y no pareciéndoles suficiente, de vez en cuando, ellos, los vencedores, los amos, los caciques, nos humillan y nos recuerdan quiénes somos y a donde pertenecemos. Andalucía no pinta nada en España ni en Europa. Tenemos que convencernos que con este tipo de gente no podemos convivir. Cada día es más evidente que no nos quieren. Entonces ¿por qué nos empecinamos los andaluces en querer pertenecer al imperio?