La lectura siempre es una actividad recomendable, máxime en estas fechas en que casi todos disfrutamos de unos días de vacaciones, tener más tiempo y estar relajado incita a ello. Por eso me atrevo a recomendar, “encarecidamente”, la lectura de uno: “La conjura de los necios”.
Me atrevería a decir que, después del Quijote, es el personaje mejor logrado de la literatura universal, igual que el mundo está lleno de Alonsos Quijanos, también lo está de Ignatius J. Reillys, miren si no a su alrededor, una vez que lo hayan leído.
El autor nos lleva, entre carcajadas, de la mano de Ignatius, a la América más profunda, y a través de este histriónico personaje, realiza una despiadada crítica de su país, de la segregación racial que subyace, sobre todo en el sur, que es donde se desarrolla esta historia (Nueva Orleáns), es un despiadado retrato del género humano que nos transporta de la risa a la piedad. Ignatius está rodeado de otros personajes tan peculiares como él, que van apareciendo poco a poco en el transcurso del relato. Uno no sabe con quien quedarse y cual le parece más delicioso e hilarante.
Su autor, John Kennedy Toole (1937-1969), no llegó nunca a ver publicada su obra, se suicidaría unos años antes al comprobar que no triunfaba como escritor. Después de la muerte de éste, la madre dedicó catorce años de su vida en ir de editorial en editorial, hasta conseguir publicarlo en 1980. Fue un éxito rotundo; consiguió el premio Pulitzer al año de ver la luz (1981), convirtiéndose en uno de los libros más vendidos en todos los países.
Imprescindible en el equipaje de estas vacaciones.
Me atrevería a decir que, después del Quijote, es el personaje mejor logrado de la literatura universal, igual que el mundo está lleno de Alonsos Quijanos, también lo está de Ignatius J. Reillys, miren si no a su alrededor, una vez que lo hayan leído.
El autor nos lleva, entre carcajadas, de la mano de Ignatius, a la América más profunda, y a través de este histriónico personaje, realiza una despiadada crítica de su país, de la segregación racial que subyace, sobre todo en el sur, que es donde se desarrolla esta historia (Nueva Orleáns), es un despiadado retrato del género humano que nos transporta de la risa a la piedad. Ignatius está rodeado de otros personajes tan peculiares como él, que van apareciendo poco a poco en el transcurso del relato. Uno no sabe con quien quedarse y cual le parece más delicioso e hilarante.
Su autor, John Kennedy Toole (1937-1969), no llegó nunca a ver publicada su obra, se suicidaría unos años antes al comprobar que no triunfaba como escritor. Después de la muerte de éste, la madre dedicó catorce años de su vida en ir de editorial en editorial, hasta conseguir publicarlo en 1980. Fue un éxito rotundo; consiguió el premio Pulitzer al año de ver la luz (1981), convirtiéndose en uno de los libros más vendidos en todos los países.
Imprescindible en el equipaje de estas vacaciones.
Autora: Carmela
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