Bodega del marco de Jerez
Introducción
Los vinos del Marco de Jerez son, injustamente, los grandes olvidados de la escena enológica española. Afortunadamente hay una nueva generación de consumidores que está revitalizando el mercado del vino, pero –por desgracia-, sólo tintos, habiéndose convertido en determinadas zonas del país, incluso, en atrayentes focos turísticos, ignorándose en cambio los vinos de Jerez, verdaderos tesoros del pasado que tenemos la ocasión de degustar todavía en el presente.
Los vinos del Marco de Jerez son, injustamente, los grandes olvidados de la escena enológica española. Afortunadamente hay una nueva generación de consumidores que está revitalizando el mercado del vino, pero –por desgracia-, sólo tintos, habiéndose convertido en determinadas zonas del país, incluso, en atrayentes focos turísticos, ignorándose en cambio los vinos de Jerez, verdaderos tesoros del pasado que tenemos la ocasión de degustar todavía en el presente.
Y digo todavía, porque la mayoría de estos vinos son
escasamente rentables para los propietarios de las bodegas que los producen,
puesto que cualquiera de ellos, para que se acojan a la denominación de origen,
deberán tener una edad mínima de tres años, a un precio, el más “nuevo” de
estos, significativamente inferior al de cualquier tinto joven.
Otro factor que los mantiene en el ostracismo de la información es que al seguir elaborándose con las mismas técnicas de hace siglos, sistema clásico de criaderas y soleras, estos vinos nunca son noticia, a diferencia de lo que suele ocurrir con los tintos, donde “nuevas” técnicas productivas, la contratación de un “prestigioso” enólogo, o la simple construcción de una novedosa bodega, hacen que estos caldos sean noticia un día sí y el otro también.
Otro factor que los mantiene en el ostracismo de la información es que al seguir elaborándose con las mismas técnicas de hace siglos, sistema clásico de criaderas y soleras, estos vinos nunca son noticia, a diferencia de lo que suele ocurrir con los tintos, donde “nuevas” técnicas productivas, la contratación de un “prestigioso” enólogo, o la simple construcción de una novedosa bodega, hacen que estos caldos sean noticia un día sí y el otro también.
Esperemos que la tendencia cambie y que esta nueva generación de consumidores (y
amantes) de vinos lleguen a conocer estos tesoros enológicos que se producen en
la provincia de Cádiz, algunos, como el fenómeno de la Manzanilla, único en el
mundo.
Con la publicación en este blog de una serie de post referentes a ellos, confío en colaborar en el conocimiento de estos caldos. En ellos se hablará resumidamente de los distintos vinos que se producen, las
uvas que se emplean, los sistemas de elaboración que se utilizan, las peculiaridades de cada caldo,
etc. Esa es mi intención y mi deseo, a la espera de que el vino de Jerez se conozca de manera sufuciente y llegue a tener la apreciación que se
merece, si no, corremos el riesgo de que esta cultura centenaria se nos vaya al
garete. Si esto ocurre, luego será difícil rescatarla.
Centenario sistema de criaderas y soleras
Entradas relacionadas:
Vinos del marco de Jerez: Delimitación geográfica
Vinos del marco de Jerez: Clasificación de los mostos
Vinos del marco de Jerez: Manzanilla
Vinos del marco de Jerez: Fino
Vinos del marco de Jerez: Amontillado
Vinos del marco de Jerez: Oloroso
Vinos del marco de Jerez: Palo Cortado
Vinos del marco de Jerez: Delimitación geográfica
Vinos del marco de Jerez: Clasificación de los mostos
Vinos del marco de Jerez: Manzanilla
Vinos del marco de Jerez: Fino
Vinos del marco de Jerez: Amontillado
Vinos del marco de Jerez: Oloroso
Vinos del marco de Jerez: Palo Cortado
No hay comentarios:
Publicar un comentario