Referéndum ¡YA!

La de Sevilla fue una más de las cincuenta concentraciones rápidas que, a través de las redes sociales, se produjeron en España, exigiendo al gobierno la convocatoria de un referéndum en el que se nos pregunte a todos los ciudadanos qué tipo de estado preferimos.

La monarquía hace tiempo que quedó obsoleta, no ya por el desfase histórico en el que ésta se encuentra , sino, además, por la grave descomposición a la que la ha llevado sus propios benefactores: los Borbones. Por ello, poder decidir qué jefe de estado preferimos es una necesidad democrática que no puede dejarse pasar, algo que los dos partidos que se reparten el bacalao (PP-PSOE), no están dispuestos a consentir. Es curioso que en todos estos últimos años de tomas de decisiones conflictivas estos partidos sólo hayan sido capaces de reunirse y ponerse de acuerdo en dos únicas ocasiones:

1. La reforma del artículo 135 de la Constitución, para dejar nuestra economía en manos de agentes extranjeros que nunca votamos.
2. Y esta más reciente, en la que han decidido adelantar la sucesión monárquica, ante el temor de que el incremento de apoyos que registran los partidos de izquierdas, hagan inviable este tinglado que tantos beneficios les ha reportado a ellos.

No se puede perder más tiempo. Consultar a los ciudadanos sobre el tipo de estado que prefieren, es algo que no se puede dilatar por más tiempo. En la transición nos la coloron por la amenaza golpista de los militares. Han pasado ya casi cuarenta años de ello. Hoy se reconoce -¿sólo de "boquilla?- que somos un país con una democracia consolidada sostenida por un pueblo adulto y responsable. Si esto es así ¿qué impide que se le consulte?

Poder elegir entre Monarquía y República no es una concesión generosa del gobierno, es un derecho.

Y porque los Borbones viven como reyes, República ¡YA!, o, al menos, que se celebre un Referéndum en el que todos nos expresemos.
Si fueron posible dos, ¿por qué no puede ser realidad una tercera?