Loreena: ¡Mi gran descubrimiento de principios de los 90! Metida y revuelta en un totum revolutum musical donde entraba todo lo que nos sonaba a nuevo, new age, la armonía musical de esta cantante vino a dimensionar el arte ancestral de los pueblos céticos.
Fue una corriente de aire fresco que ventiló la despiadada música con la que la anterior década nos había castigado. Belleza y sensualidad musical se dan la mano en la voz de esta canadiense que se reivindicó con la canción celta y que en el directo ratifica su valía artística.
Fue una corriente de aire fresco que ventiló la despiadada música con la que la anterior década nos había castigado. Belleza y sensualidad musical se dan la mano en la voz de esta canadiense que se reivindicó con la canción celta y que en el directo ratifica su valía artística.
Es una hora y media de concierto que vale la pena oir para disfrutar y poner en su sitio a los desbocados caballos del alma, grabada además, en el renacentista Palacio de Carlos V de la Alhambra de Granada. Todo un lujo.
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