Situado en la ladera de la sierra de Hinojales, Huelva, Valdelarco es un pueblo en el que
parece haberse detenido el tiempo. Su caserío ha sido declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de
Andalucía, como elemento singular del patrimonio histórico andaluz.
El elemento que más llama la atención cuando nos aproximamos
a esta localidad (y que la caracteriza), es la vista de sus hermosos
corredores, un tipo de terraza cubierta, llamadas también solanas, que seduce a
todo las personas que la visita.
Entre sus edificios destaca la hermosa iglesia, de estilo
neoclásica, del Divino Salvador, construida en el siglo XVIII por Pedro de
Silva. Se erigió sobre las ruinas de un templo anterior, destruido por el
terremoto de Lisboa de 1761. En el exterior destaca su torre barroca con
capitel de cerámica vidriada, su característico reloj de sol y las portadas de
corte barroco. Su interior, de una sola nave, es muy clásico y en él se
encuentra una talla de la virgen del Rosario.
Son varias las actividades que podemos realizar por sus alrededores,
entre ellas: subir al mirador del Risco de la Manzana, o al Puerto de Lanchar,
donde en su cumbre se levanta la ermita del Divino Salvador, y en el camino a
Navahermosa, hacer la digestión, después de una copiosa comida, en el paraje idílico
de la Fuente de Las Alberquillas, origen del milagro hortofrutícola de la zona.
Primer plano de Valdelarco donde destaca la hermosa torre de su iglesia
Iglesia neoclásica del Divino Salvador
Torre de la iglesia
Ejemplo ilustrativo de un corredor (solana) de Valdelarco
El elemento que caracteriza a Valdelarco son las innumerables solanas que armonizan la arquitectura del lugar
Entorno de la fuente de Las Alberquillas: ídilico lugar donde reposar una sabrosa comida serrana
El agua es el elemento a destacar en el paraje de la fuente de Las Alberquillas
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