Ha muerto a los 88 años
“Little Jimmy Scott”, una leyenda del jazz que emocionaba a todo el que
lo oía por ese registro de voz de contralto
que tanto lo caracterizaba. Scott padecía el síndrome de Kallman, una
enfermedad genética que le impidió desarrollar su cuerpo afectando también a
las cuerdas vocales, dándole ese registro de voz único por el que conmovió a
cantantes de distintas generaciones.
La muerte, una vez más, cumple con su cometido y nos deja sin
esta voz prodigiosa de la interpretación jazzística, aunque no podrá privarnos de oírla en sus registros discográficos.
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