William Somerset Maugham: Frases escogidas

Si hubo un libro que marcó de manera considerable mi juventud –y mi forma de ver la vida-, ese fue “El filo de la navaja”, del escritor británico William Somerset Maugham, en el que el protagonista del mismo, Larry (un prometedor joven norteamericano que estaba destinado a vivir cómodamente en el reino del dólar), a raíz de una experiencia en la guerra, descubre que la vida es algo más de lo que tiene frente a sus narices.

He vuelto más de una vez a releerlo, y he de reconocer que su mensaje sigue estando vigente, y, si me apuran, de más actualidad que cuando cayó por primera vez en mis manos. Anímense a leerlo, y mientras tanto, aquí les dejo una selección de frases del citado autor.

Que les sirvan de provecho.

Frases escogidas

• En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas : ley, opinión pública y conciencia.
• Acuérdate de esto: cumplir el deber no tiene más mérito que lavarse la cara. No basta cumplirlo, pues el deber se impone. La única cosa que vale es amarlo.
• Cada hombre tiene secretos que él mismo ignora.
• Cuando sólo se piensa en el pasado, es que no se tiene futuro.
• El dolor une, a veces, pero no enseña a vivir.
• Si no quieres que te mientan, no preguntes.
• En tiempos de hipocresía, cualquier sinceridad parece cinismo.
• La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas.
• La gente te pide críticas, pero en realidad sólo quiere halagos.
• La sensación de la distancia depende menos del espacio que del tiempo.
• Los tres deberes fundamentales de la mujer son: ser bonita, ir bien vestida y no contradecir.
• No hay ninguna mujer que valga nada para el hombre, a menos que el hombre esté enamorado de ella; en este caso, vale todo lo que cuesta.
• Si la gente sólo hablara cuando tuviera algo que decir, el ser humano perdería muy pronto el uso del lenguaje.
• Tres clases hay de ignorantes: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.
• Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca del sol; encuentra niebla, desciende y explica el magnífico espectáculo que ha visto.
• Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento.
• Los proverbios y las máximas son el último refugio de los desamparados.
• Uno, con la edad, se libra del deseo de hacer las cosas como los demás y hace tranquilamente y sin miedo lo que le parece a él.
• El hombre es el único animal que ha de verse horriblemente desfigurado por la vejez.
• La lectura no da al hombre sabiduría; le da conocimientos.
• Adquirir el hábito de la lectura es construirse un refugio contra casi todas las miserias de la vida.
• Sólo el amor y el arte hacen tolerable la existencia.