Por lo que cuentan algunos estudiosos de la historia de Sevilla, los peldaños que ayudan a salvar el desnivel que existe en el ángulo noroccidental del solar de la Catedral (esquina calle Alemanes con avenida de la Constitución), puede ser que procedan de las gradas que servían de asiento en el Teatro y Anfiteatro de la vieja Hispalis, cosa que es difícil de aceptar, a no ser que éstas ya estuvieran allí desde que se edifica la Mezquita Mayor de Isbiliya, y los constructores de la Catedral las respetaran, igual que hicieron con el patio de Los Naranjos y La Giralda, documentación que he tratado encontrar y no he hallado, ni siquiera, el año en que éstas se colocaron. De momento, son todo conjeturas, no puedo aportar más datos sobre este tema.
Estas llamativas Gradas de la Catedral se hicieron famosas después del “descubrimiento” de América (en concreto, las que dan para la avenida de la Constitución, en el espacio en el que se ubicaba la fuente del Hierro, lugar donde hoy está enclavada la iglesia del Sagrario), ya que era el lugar escogido por tratantes, comerciantes, prestamistas, etc., para realizar sus transacciones y negocios, incluso a mediados del siglo XVI, para la venta de esclavos, ante la actitud permisiva de las autoridades religiosas. Éstas sólo protestaron y tomaron medidas reprobatorias, cuando los comerciantes empezaron a invadir, con sus cabalgaduras y sus animales, el interior del templo en los días de lluvia, o para cruzar a la parte opuesta (la plaza de la Virgen de los Reyes) y ahorrarse el rodeo.
Estas llamativas Gradas de la Catedral se hicieron famosas después del “descubrimiento” de América (en concreto, las que dan para la avenida de la Constitución, en el espacio en el que se ubicaba la fuente del Hierro, lugar donde hoy está enclavada la iglesia del Sagrario), ya que era el lugar escogido por tratantes, comerciantes, prestamistas, etc., para realizar sus transacciones y negocios, incluso a mediados del siglo XVI, para la venta de esclavos, ante la actitud permisiva de las autoridades religiosas. Éstas sólo protestaron y tomaron medidas reprobatorias, cuando los comerciantes empezaron a invadir, con sus cabalgaduras y sus animales, el interior del templo en los días de lluvia, o para cruzar a la parte opuesta (la plaza de la Virgen de los Reyes) y ahorrarse el rodeo.
Para ello, mandaron colocar alrededor del solar, en el año 1565, un total de 157 columnas encadenadas entre sí, que delimitaban el espacio y la zona donde acababa la jurisdicción civil y comenzaba la religiosa, cosa que hacían respetar gracias a la ayuda de alguaciles que imponían el derecho eclesiástico, incluso en el caso de maleantes que eran perseguidos por la justicia. Algunos investigadores afirman que estas columnas proceden del Circo de la Híspalis romana, que estaba situado en la explanada que hoy ocupa la Catedral y demás plazas adyacentes, pero al igual que ocurre con las gradas, no hay ningún testimonio escrito que lo confirme.
Ante las quejas del Cabildo Metropolitano, el rey Felipe II decidió construir, entre los años 1584-1598, para la Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla, un edificio renacentista a cargo de Juan de Mijares, sobre planos de Juan de Herrera, donde acoger a estos comerciantes que tanto importunaban en la Catedral, y que en 1785 quedó convertido en Archivo General de Indias, por real mandato de Carlos III, en el que se puede investigar todo lo relacionado con la conquista y la colonización de las américas, y que hasta ese momento se hayaba desperdigado en los archivos de Simanca, Sevilla y Cádiz.
Con tu permiso (y sin él, jejeje)te he robado este articulito para ponerlo en mi tema del renacimiento español como curiosidad. No te preocupes que he puesto el enlace, nada de copiar y esas cosas, eh?
ResponderEliminarBss!