Sígueme también en este otro blog:

martes, 6 de abril de 2010

LA MUJER EN EL FRANQUISMO: ¿Esposas o esclavas?



Me pasa mi hija un documento Power Point, que a su vez le han pasado compañeros de la enseñanza, y con el que está trabajando con sus alumnos. Desconocemos el origen y el nombre de la autora -me arriesgo a creer que es mujer-, por lo tanto, no puedo dar el nombre de su creadora, aunque de antemano, se lo agradezco.

A mi me cogió cercana esta época y a la que más tarde sería mi mujer, una vez que terminó los ocho años del antiguo bachillerato, se vio obligada a realizar estos cursos de la
Sección Femenina, a manera de master, para que le validaran los estudios adquiridos, si su pretensión era integrarse al mundo del trabajo, o simplemente, poder viajar al extranjero.
Yo siempre he mantenido (reconozco que lo que digo no es políticamente correcto) que el machismo no es una ideología creada por los hombres para el dominio de la mujer. El machismo es una actitud social, primitiva, discriminatoria y permisiva, donde todo el mundo se aprovecha de la parte que más le interesa. Desconozco quién fue el primero en ponerla en funcionamiento, (propablemente serían los hombres, una vez que se dieron cuenta del protagonismo que tenían en la consecución de la progenie y desmontaron la sociedad matriarcal) pero que desde que tengo uso de razón, ha sido fomentado, mantenido y propagado por la mujer, aunque los grandes beneficiados del invento seamos nosotros los hombres. Pregunto: ¿hay alguien más machista que el niño-hombre criado en una familia de madre viuda, rodeada de hermanas, la abuela y las tías? Y una segunda: ¿quienes eran las encargadas -al menos en mi tiempo de niño- de educar a los hijos en la casa, si no la mujer? El marido siempre estaba ausente del hogar y del resto de responsabilidades; él con traer dinero a casa, dar alguna bofetada de vez en cuando, para dejar patente su autoridad, ya estaba cumplido.

Además, tengo cercano el caso de un matrimonio donde han llegado a separarse porque "la mujer no se realizaba correctamente", ya que el marido -persona de ambiente burgués que llegó a conocer las ideas progresistas a través del contacto con compañeros de trabajo- le hacía la mayoría de faenas de la casa. También el caso que vivimos mi mujer y yo con una abogada cercana al pensamiento feminista que en cierta ocasión necesitamos. Antes de acceder a los juzgados, entramos a un bar cercano a tomar un café; mi mujer y la abogada se sentaron en una mesa, y yo, "como establecen los cánones establecidos por el machismo", me dirigí a pedirlos y a servirlos, y, mientras lo hacía, le comenta la señora letrada; "¿ves tú?, para esto si es bueno tener hombres."
¿Y las que siguen permitiendo que les cedan el paso al entrar? ¿Y las que salen de "marcha" y consienten (¿de forma "feminista" habría que llamar?) que vaya pagando el hombre? ¿Y las que entran en las fuerzas de seguridad del estado, con las miras puestas en un trabajo administrativo o convertirse en "portavoces" del cuerpo?

Como otras muchas cosas de este mundo, la practica está muy alejada del la teoría, y que -como personas que somos- cada cual se beneficia (hay que decir que desgraciadamente) de lo que le cae en suerte. Pero las encargadas de acabar con las desigualdades entre hombre y mujer, está claro que no han ser los dogmáticos, ni las desfasadas feministas (éstas solo pretenden darle la vuelta a la tortilla, no eliminar las injusticias) ni los modernos al uso -inventores de nuevos términos, cuotas y "palabros"- que siguen manteniendo en el fondo, los desequilibrios actuales.
Yo, desde mi modesta opinión de hombre, digo y creo, que el avance de la mujer está en personas anónimas que -como el caso de mi hija y de muchas como ellas- trabajan calladamente el día a día, vencen las dificultades por ellas mismas, no aceptan que les regalen nada y rechazan que las traten en el devenir cotidiano como a seres inferiores o disminuidos. Ese debe ser el proceder emancipador de la mujer: llenar, como ya lo están haciendo, las aulas de alumnas, ir ocupando poco a poco los puestos de dirección de las empresas y de los distintos gobiernos, etc., pero con una condición, ¡os lo pido por favor!, cuando lo consigáis, hacerlo como mujeres, no tratéis de imitar en vuestro mandato al varón, que por desgracia, algunas, para eliminar complejos, lo hacen.

A continuación veremos cómo el régimen de Franco, a través de "La Sección Femenina", preparaba a la mujer de entonces para que fueran "buenas esclavas de los esclavos."

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...