Si suspenden al juez Garzón, ¿quién defenderá la memoria de tantos luchadores antifranquistas ejecutados durante la dictadura? ¿Será capaz el juez Varela de ponerse al frente, una vez que haya logrado satisfacer a los fascistas de Manos Limpias (¡qué nombre, dios, para gente tan manchada!) y los de la Falange, y acabar con la angustia y la desazón que padecen los familiares de estos demócratas?
Hace falta un par de cojones para ello, y en España, o bien venimos de fábrica ya capados, o la envidia y la venganza (no olvidemos que somos descendientes de Caín, al otro, a Abel, lo mató la envidia del primero) no nos dejan capacidad para realizarlo.
Puede estar orgulloso el juez Varela (también Margarita Robles, enemiga declarada de Garzón desde lo del GAL.) Incluso ha llegado a exigir un comunicado de apoyo a su gestión y al tribunal que entiende el caso, a su amiga y simpatizante del PSOE, Margarita Robles. Y a nosotros ¿quien nos protegerá de estos jueces? Hará real el dicho aquel de “Siéntate en tu puerta y verás el cadáver de tu enemigo pasar”, aunque en este caso, el que "trata de matarlo", no es otro más que él, bueno, y sus colaboradores fachas . Para navidades, todos los mafiosos, fascistas y terroristas de España, le mandarán una caja de viandas -jamón incluido, porque a los jueces, también les gustan las delicateses- y una tarjeta de felicitación, por haberles hecho el gran favor de quitarles de en medio a tan fastidioso enemigo.
Hay ocasiones en la vida, en la que los extremos se tocan, y en el caso contra el juez Garzón, lo estamos viendo: la coincidencia de intereses entre el fascismo español y los rencorosos “progres” saltan a la vista.
Esperemos que no se arrepientan. Mientras tanto, los familiares de los republicanos asesinados esperan, con la paciencia que les enseñó Job, a que llegue el día en que puedan enterrar a sus muertos. Los otros, los fascistas, ya lo hicieron hace muchos años.
Hace falta un par de cojones para ello, y en España, o bien venimos de fábrica ya capados, o la envidia y la venganza (no olvidemos que somos descendientes de Caín, al otro, a Abel, lo mató la envidia del primero) no nos dejan capacidad para realizarlo.
Puede estar orgulloso el juez Varela (también Margarita Robles, enemiga declarada de Garzón desde lo del GAL.) Incluso ha llegado a exigir un comunicado de apoyo a su gestión y al tribunal que entiende el caso, a su amiga y simpatizante del PSOE, Margarita Robles. Y a nosotros ¿quien nos protegerá de estos jueces? Hará real el dicho aquel de “Siéntate en tu puerta y verás el cadáver de tu enemigo pasar”, aunque en este caso, el que "trata de matarlo", no es otro más que él, bueno, y sus colaboradores fachas . Para navidades, todos los mafiosos, fascistas y terroristas de España, le mandarán una caja de viandas -jamón incluido, porque a los jueces, también les gustan las delicateses- y una tarjeta de felicitación, por haberles hecho el gran favor de quitarles de en medio a tan fastidioso enemigo.
Hay ocasiones en la vida, en la que los extremos se tocan, y en el caso contra el juez Garzón, lo estamos viendo: la coincidencia de intereses entre el fascismo español y los rencorosos “progres” saltan a la vista.
Esperemos que no se arrepientan. Mientras tanto, los familiares de los republicanos asesinados esperan, con la paciencia que les enseñó Job, a que llegue el día en que puedan enterrar a sus muertos. Los otros, los fascistas, ya lo hicieron hace muchos años.
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