Se acaba el 2012, año que algunos politicastros han elegido
para desmontar el estado de bienestar
social que tanto trabajo y sacrificio nos ha costado levantar a la mayoría de
la población trabajadora. Entre ellos, el más destacado de todos es el Pinocho Rajoy,
sin olvidar al inepto de Zapatero, que fue quien le mostró el camino
que debía seguir para ser reconocido por la dueña de Europa.
Éste que acaba es un mal año para demasiada gente: nefastas
reformas laborales; ineficaces medidas económicas que sólo han beneficiado a los
mafiosos de la banca; crueles recortes en sanidad, enseñaza, la ayuda a los
dependientes; injustificados desahucios; aumento de los ladrones de guante
blanco, etc. Todo para contentar a la Dama de Berlín y a los especuladores. El
país, en un año, ha regresado a los años cincuenta, y lo peor de todo es que el
próximo que entre a “desgobernarnos” no tendrá los cataplines suficientes como
para revocar lo que este Pinocho gallego ha deshecho.
El año se acaba y otro nuevo comienza. Soy pesimista -muy
pesimista-, y no creo que por el sólo hecho de cambiar unos dígitos logremos
modificar nuestra caída hacia el precipicio. Sólo anhelo que esta crisis que
sufrimos la mayoría, afecte también a los que han contribuido en traerla, o
sea, a banqueros, empresarios y políticos; que tengan que sufrir la cola del
paro, esperando un par de horas para sellar su cartilla de desempleados... y que dios me perdone por albergar tanta malicia en unos días en
la que todos debemos fingir ser buenos.
Y para la gente de buena voluntad: ¡Feliz Año Nuevo!
Feliz año nuevo, aunque las perspectivas sean las mismas. Que no nos falte la salud y una pizca de humor para plantarle cara a la crisis.
ResponderEliminarAnna
Ojalá sea así, Anna. A ver si somos capaces de cambiar el curso de los acontecimientos.
EliminarFeliz año nuevo.
Manolo, si este año ha sido maldito, como calificaremos al 2013 ?
ResponderEliminarHasta Rajoy dice que va a ser un año muy malo,yo creo que el 13 va ha hacer honor a su mala fama.
Feliz año.
Juan, no seamos superticiosos y confiemos en que sólo le afecte al gafe de Rajoy.
EliminarFelicidades pareja.