Ayer se cumplieron los cien años del feliz acontecimiento. Un 29 de diciembre de 1912, las Ruinas de Itálica, en el cercano pueblo de Santiponce, dejaban de ser una cantera de abastecimiento de materiales para la construcción, pasando a ser una parte importante del patrimonio cultural español. Hasta entonces fueron siglos de abandono, expoliación, comercio ilícito y maltrato, que dejaron a la ciudad en la que nacieron los dos mayores emperadores que tuvo Roma (Trajano y Adriano), en la situación ruinosa en la que la vemos hoy.
Que la experiencia nos sirva de algo y amemos nuestros monumentos como si de algo propio fuera.
¡Feliz centenario!
No hay comentarios:
Publicar un comentario