Que me perdone el dependiente lo inoportuno de la fotografía, pero el interés por hacerla reside en las botas de vino de esta bodega de Cádiz -única, tal vez, de las que quedan en esta ciudad donde sólo sirven este preciado líquido y en la que no se te ocurra pedir cerveza, ni refrescos, ni tapa, porque no hay-, en la que además del nombre del caldo aparecen dos placas más con el precio actual y el de hace no sé cuantos años. Reconozco el fallo periodístico, pero en mi descargo diré que los dependientes no estaban para muchas preguntas, por la acumulación de clientes. Como pueden apreciar, bien difícil nos lo están poniendo a los consumidores de cultura enológica.
Hay quienes protestan por el precio que está alcanzando la gasolina de 98 octanos... ¡Se ve a las claras que no consumen ésta de los barriles!.
Pues de buena gana me bebía un manzanilla a la salud de todos.
ResponderEliminarEsa bodega tiene "solera".
Saludos.
Anna
Anna, cuando bajes por aquí ya nos beberemos una para que nuestra salud no decaiga.
EliminarUn saludo para ti y buen fin de semana.