Ya lo habrán oído. Jubilación forzosa a los 67, sin ninguna escapatoria. Porque, ya me dirán ustedes, quien es el guapo que va a cotizar 38 años y seis meses, para poder hacerlo a los 65. Así que ya lo saben –y si no, yo se lo repito-, gracias “al empuje” de CC.OO. y UGT, la cosa queda más o menos como detallo.
· Todo aquel que cotice por debajo de los treinta y ocho años y medio, se jubilará a los 67.
· Para cobrar el 100% de la pensión, se necesitrá haber cotizado 37 años.
· El período de cálculo para fijar la cuantía de la pensión subirá, de los 15 años en que está hoy, a 20 o 25 (aún queda por fijarlo, aunque ya adelanto que será 25)
· La jubilación anticipada, a los 61 años, a la que actualmente se pueden acoger todos los trabajadores que estén en el paro y hayan cotizado más de treinta años, se desplaza a los 63, con lo que consiguen que la agonía de esos trabajadores se eternice.
¡Pueden sentirse orgullosos los dos sindicatos! Y también sus afiliados, que no sienten ninguna vergüenza por el trapicheo de sus líderes y los mandan a paseo. No entiendo qué sangre corre por las venas de estos trabajadores que no se espantan ante semejante traición. Ya pueden dormir tranquilos los dirigentes del sindicato vertical. De un plumazo, los “espabilaos” de CIU, les han resuelto el gran conflicto interno que tenían planteado. En un “plis plas”, estos mafiosos de la política, se lo han solucionado. El truco estaba en hacer lo que quería Zapatero, pero sin necesidad de escandalizar, y la clave estaba en que no se mencionara el tema tabú: la edad de jubilación, aunque en la práctica, todas las medidas aprobadas se encaminan al mismo precipicio: los 67 años.
Ha sido preciso que acuda en ayuda de nuestros “estimables” sindicalistas y sus interlocutores gubernamentales, la parte más judía de la población española, los convergentes. Siempre, cuando el “malo” necesita un cable, allá que están ellos.
Ya pueden descansar tranquilos, gobierno y sindicatos. Los segundos no se verán obligados a hacer una huelga general que no quieren, y los primeros no recibirán un nuevo desgaste en su ya deteriorada reputación.
La cosa está bien gris. El personal anda como si no fuera con él. Casi todos somos espectadores de un suceso que parece que estuviera ocurriendo a tres mil kilómetros de distancia, lejos, muy lejos de nuestras fronteras. Oímos, vemos, pero da la impresión que la cosa no va con nosotros, que sólo le va a tocar al vecino de enfrente.
Con un 43% de paro juvenil (4 de cada 10 jóvenes está sin trabajo); con una media de edad de 26 años para acceder al primer empleo; con los tipos de contratos basura que permiten la ley; con el riesgo de cumplir 45 años y quedarte parado, edad en la que se te cierran todas las puertas para encontrar un nuevo trabajo, las perspectivas no pueden ser más adversas para los trabajadores manuales, que tal como se ha pactado la ley, lo que se les garantiza es una pensión mínima para todos. Así que a partir de que se apruebe, ya sabe lo que ganará el que se jubile: 600 euros al mes, eso sí, para todos, porque la desgracia compartida parece que es menos y nos produce consuelo.
Lo que sí estarán garantizados, serán los viajes del Inserso, que por lo visto es lo que “mola” entre los mayores; los viajes y los bailes de salón. Mientras esto no falte, todos contentos.
¡Que el dios de los indolentes nos acoja y nos perdone!
· Todo aquel que cotice por debajo de los treinta y ocho años y medio, se jubilará a los 67.
· Para cobrar el 100% de la pensión, se necesitrá haber cotizado 37 años.
· El período de cálculo para fijar la cuantía de la pensión subirá, de los 15 años en que está hoy, a 20 o 25 (aún queda por fijarlo, aunque ya adelanto que será 25)
· La jubilación anticipada, a los 61 años, a la que actualmente se pueden acoger todos los trabajadores que estén en el paro y hayan cotizado más de treinta años, se desplaza a los 63, con lo que consiguen que la agonía de esos trabajadores se eternice.
¡Pueden sentirse orgullosos los dos sindicatos! Y también sus afiliados, que no sienten ninguna vergüenza por el trapicheo de sus líderes y los mandan a paseo. No entiendo qué sangre corre por las venas de estos trabajadores que no se espantan ante semejante traición. Ya pueden dormir tranquilos los dirigentes del sindicato vertical. De un plumazo, los “espabilaos” de CIU, les han resuelto el gran conflicto interno que tenían planteado. En un “plis plas”, estos mafiosos de la política, se lo han solucionado. El truco estaba en hacer lo que quería Zapatero, pero sin necesidad de escandalizar, y la clave estaba en que no se mencionara el tema tabú: la edad de jubilación, aunque en la práctica, todas las medidas aprobadas se encaminan al mismo precipicio: los 67 años.
Ha sido preciso que acuda en ayuda de nuestros “estimables” sindicalistas y sus interlocutores gubernamentales, la parte más judía de la población española, los convergentes. Siempre, cuando el “malo” necesita un cable, allá que están ellos.
Ya pueden descansar tranquilos, gobierno y sindicatos. Los segundos no se verán obligados a hacer una huelga general que no quieren, y los primeros no recibirán un nuevo desgaste en su ya deteriorada reputación.
La cosa está bien gris. El personal anda como si no fuera con él. Casi todos somos espectadores de un suceso que parece que estuviera ocurriendo a tres mil kilómetros de distancia, lejos, muy lejos de nuestras fronteras. Oímos, vemos, pero da la impresión que la cosa no va con nosotros, que sólo le va a tocar al vecino de enfrente.
Con un 43% de paro juvenil (4 de cada 10 jóvenes está sin trabajo); con una media de edad de 26 años para acceder al primer empleo; con los tipos de contratos basura que permiten la ley; con el riesgo de cumplir 45 años y quedarte parado, edad en la que se te cierran todas las puertas para encontrar un nuevo trabajo, las perspectivas no pueden ser más adversas para los trabajadores manuales, que tal como se ha pactado la ley, lo que se les garantiza es una pensión mínima para todos. Así que a partir de que se apruebe, ya sabe lo que ganará el que se jubile: 600 euros al mes, eso sí, para todos, porque la desgracia compartida parece que es menos y nos produce consuelo.
Lo que sí estarán garantizados, serán los viajes del Inserso, que por lo visto es lo que “mola” entre los mayores; los viajes y los bailes de salón. Mientras esto no falte, todos contentos.
¡Que el dios de los indolentes nos acoja y nos perdone!
Es una desfachatez,una verguenza,dicen que con los ciudanos que estan en activos no es suficiente para pagar tanta pensión.El pais se vuelve viejo,debido a la poca natalidad,ya ni los inmigrates quieren mas hijos,algo que era un recurso para aumentar la natalidad.
ResponderEliminarEs el pez que se muerde la cola,ustedes me diran Sres mandatarios.¿Que familia se puede dar el lujo de aumentar su prole en la situación que nos encontramos?Seria descabellado...un saludo Manuel.
Edy, lo penoso -y perdonad mi reiteración-, es la calma con la que se lo toma la gente.
ResponderEliminar¡Aquí hay truco! No me creo lo de los 5 millones de"parados",a no ser que por parado se contabilice, quietos.
Un saludo también para tí.
yo soy parada y me estoy dando cuenta de que esto a la larga afectara a otro ambito muy importante: el de los estudios.
ResponderEliminaraguien que estudia una carrera y acaba a los 25, con la situacion de hoy encontraria trabajo a los 30, y cotizaria x los pelos y con el tiempo cada vez mas gente dejara de estuiar xa poder cotizar. Ahora hay demasiada gente cualificada pero...¿y dentro de 10 años??
un saludo Manuel y genial entrada
No le demos más vueltas, Lulob. Su u´nico objetivo era reducir el importe de las pensiones, y esto, "gracias" nuestra pasividad y a las centrales sindicales, lo han logrado en un 20%. Al final, todos seremos Jubilados de pensiones Mínimas.
ResponderEliminarUn saludo y ojala pronto cambie tu situación, y la de Edy... y la de miles de españoles que lo están pasando canutas.