¿Por qué extraña razón, el macho de la mantis religiosa es atraído por ésta, hasta tal extremo, de perder la vida en ello?
Es evidente que los encantos de la hembra pueden ser determinantes, pero no sé yo si estos insectos pierden el tiempo en estas fruslerías anecdóticas, que sólo a la otra clase de bichos –las personas- importa. Cierto es que la muy coqueta no deja de tener su belleza, rematada, además, por una fría impresión de intriga que la hace más atrayente y deseada.
Pero quiero creer que cuando estos machos se acercan a ella, lo hacen empujados por el chip que llevan incrustados en las neuronas, si no, no se entiende que en su afán de perpetuar la especie arriesguen –como ocurre la mayoría de las veces- su propia existencia.
Es evidente que los encantos de la hembra pueden ser determinantes, pero no sé yo si estos insectos pierden el tiempo en estas fruslerías anecdóticas, que sólo a la otra clase de bichos –las personas- importa. Cierto es que la muy coqueta no deja de tener su belleza, rematada, además, por una fría impresión de intriga que la hace más atrayente y deseada.
Pero quiero creer que cuando estos machos se acercan a ella, lo hacen empujados por el chip que llevan incrustados en las neuronas, si no, no se entiende que en su afán de perpetuar la especie arriesguen –como ocurre la mayoría de las veces- su propia existencia.
Es lo que deberían hacer las mujeres con nosotros, servirse, para que la humanidad nunca se extinga, de nuestro deseo animal, y luego, si no devorarnos, al menos mandarnos a paseo cuando nos utilicen, así el hombre cumpliría su sueño más deseado –cubrir a cuantas más hembras mejor- y la mujer quedaría liberada de la dictadura del macho. Hay estudios que demuestran que la mujer puede seguir adelante en la vida sin el hombre, todo lo contrario que nosotros, que nos volvemos unos cacharros inservibles, apocados, aburridos, sin concierto, cuando ellas nos faltan.
Hacer un símil entre la mantis y la mujer quizás sea un error de cálculo, pero sí que no estaría nada mal que afilaran su vanidad y dejaran de ser tan sumisas y dependientes del macho. Un hombre y una mujer bien conjuntados pueden ser la creación animal más extraordinaria del universo, algo ireproducible, ni siquiera por el todopoderoso imitador chino, pero en cambio, mal avenidos, se transforman en la peor máquina destructiva -sobre todo el hombre-, y como siempre, la soga se rompa por el sitio más débil, que, a diferencia de la mantis religiosa, en este caso es la mujer.
Hacer un símil entre la mantis y la mujer quizás sea un error de cálculo, pero sí que no estaría nada mal que afilaran su vanidad y dejaran de ser tan sumisas y dependientes del macho. Un hombre y una mujer bien conjuntados pueden ser la creación animal más extraordinaria del universo, algo ireproducible, ni siquiera por el todopoderoso imitador chino, pero en cambio, mal avenidos, se transforman en la peor máquina destructiva -sobre todo el hombre-, y como siempre, la soga se rompa por el sitio más débil, que, a diferencia de la mantis religiosa, en este caso es la mujer.
Estoy cansado de tanta sumisión. Esto es lo que os pierde. Una cosa es el amor, el cariño, y otra muy distinta la dependencia. Porque ¿qué se puede esperar de un bruto que os maltrata?
Puedo entender que estéis a su lado porque no tenéis donde ir. Están los hijos, la dificultad de encontrar casa, trabajo -la mayoría cometéis la imprudencia de abandonar el empleo para dedicaros por completo a la familia-, y no os queda más remedio que soportarnos. Pero todo tiene un límite y si tu compañero ha dejado de quererte, si le estorbas, si te engaña con otra, si te maltrata, a pesar de las complicaciones, es hora de que hagas las maletas y busquéis un nuevo destino. ¡No quiero más mujeres muertas!
Una mujer fuerte y sensible son dos conceptos que no se contradicen, y que a los hombres exigentes y con dos dedos de frente, es lo que más les gusta y atrae: la dulzura no está reñida con la personalidad, señoras mantis religiosas. Por eso, desde este rinconcito de la blogosfera os pido que nos pongáis en nuestro sitio, y, a la vez, os pongáis también vosotras.
El hombre y la mujer fueron hechos para vivir uno junto al otro. Es más, de la pareja se puede decir que es la sociedad más perfecta. Su número es el adecuado: no sobra ni falta nadie. Unida, es el instrumento más completo y conjuntado, no hay adversidad que los detenga. Pero ¡ay!, cuando llega la desunión, los encontronazos, los engaños, el edificio se derrumba, y lo que era un bloque de granito se convierte en una frágil estatua de arena.
De la mantis escojo el poder, la paciencia, lo enigmático. De vosotras , la belleza -las dos, la interior y la de fuera-, la entrega, la templanza y la delicada manera de hacernos sentir amados. ¿Sería posible una combinación de las dos hembras?
Mientras tanto, prefiero quedarme con vosotras; la otra, la siniestra mantis, me transmite cierto temor.
un gran articulo!!!
ResponderEliminarOjala todo el mundo hiciera un bloque y sirviera de algo.
mucho saludos!!!
Lulob, aunque sólo fuera de adobe me conformaba.
ResponderEliminarUn saludo.
Uy Manuel ,ya le iba a dar para el pelo por la comparación,pero al leer el articulo entero he cambiado de opinión,jejeje,como siempre me ha gustado su articulo.Y completamente de acuerdo,contigo, a más de uno habria que devorarlo sin más,un saludo.
ResponderEliminarEdy, jamás me metería en fuera de juego, además, las cuatro cosas más grande de mi vida, han sido hembras,por eso me duelen tanto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entonces nos convertiríamos en "hombres-objeto" y la pareja, como tal, dejaría de tener sentido.
ResponderEliminarEl sitio del hombre y de la mujer está dentro de un marco de igualdad de derechos y oportunidades.
Un abrazo don Manuel.
Javier, estoy de acuerdo contigo que ese sería el territorio ideal donde debiéramos movernos; otro cosa muy distinta es que muchos de nosotros, lo ignoramos.
ResponderEliminarSaludos.