Congelarán las pensiones; también los sueldos de los funcionarios, a los que ya le han rebajado más de un 5%; subirán otra vez la electricidad (la mayor subida de los últimos veintiocho años, y un 40% desde el 2005), aunque el Ministro de la bombilla haya trivializado la noticia, diciéndonos que ésta rondará el precio de un cafelito; subirán las tarifas de los trenes de cercanías, y los billetes de los autobuses urbanos e interurbanos, el gas natural, también el de las clases menos pudientes, la botella de butano; dejan a los desempleados sin la limosna de 426 euros; nos subirán la edad de jubilación a 67 años, mientras que los empleados de la banca se prejubilan con 55; tendremos que cotizar, incluso después de muertos, para tener derecho a una pensión decente, en cambio, ellos, los políticos, los preocuàdos por nuestro futuro, tan sólo les basta dos legislaturas para tener derecho a ella, eso es dar buen ejemplo; desaparece la desgravación por vivienda, también los 2.500 euros del "cheque bebé", la joya de la era Zapatero; la cesta de la compra no para de escalar posiciones, la gasolina se dispara, y aunque digan que el IPC está por los suelos, el dinero cada vez vale menos. ¡Vaya un acierto que tuvimos al entrar en el euro!
Este gobierno neoliberal quiere despedirse a lo grande, como los malos toreros, para ser eternamente recordado.
Pero a pesar de que Zapatero nos lo esté poniendo difícil, confío en que seamos inteligentes y sepamos darle un revolcón al nuevo año que se avecina, y, si me lo permitís, dejadme que os desee, de todo corazón, un Feliz y Solidario año 2011.
Pero a pesar de que Zapatero nos lo esté poniendo difícil, confío en que seamos inteligentes y sepamos darle un revolcón al nuevo año que se avecina, y, si me lo permitís, dejadme que os desee, de todo corazón, un Feliz y Solidario año 2011.
Que no puedan con nosotros.
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