Restos pertenecientes a las columnas del pórtico de un templo romano, dedicado a Hércules, "dios fundador de la ciudad", mandado a levantar por el emperador Antonio Pío. Otras tres columnas como estas, dos están en la Alameda de Hércules y la tercera se rompió en el traslado. Los restos se encuentran en la Calle Mármoles (Sevilla), cercano al cruce de la dos más importantes vías de la ciudad romana, el cardu máximus y el decumanus, lugar escogido para instalar todos los edificios más relevantes: foro, templos, termas, basílicas, curias, escuelas, etc.
Oliverio Girondo: "¡Todo era amor"
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*¡TODO ERA AMOR!*
¡Todo era amor… amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de a...
Hace 1 año
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