Rafael Lozano: Aforismos (2)

¡Nunca estuvo el mono tan enamorado de sí mismo!

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El egoísmo está relacionado con la ausencia de amor.

Quien ama, se entrega y da, sin esperar recibir nada a cambio.

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La generosidad es un acto reflejo de la racionalidad, mientras que la del ego, está íntimamente ligado a nuestro pasado animal.

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Para salvarnos, cuando mantenemos nuestras batallas internas, siempre echamos mano de un culpable externo.

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El hombre que ves,

no es el hombre que soy,

es el hombre que tu quieres ver.

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El hombre que ves,

no es el hombre que soy,

es el hombre que quisiera ser.

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Hay quien teme la soledad física, en cambio, a mí, lo que me aterra, es la soledad compartida.

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Si el mal es la ausencia del bien,

y la fealdad la carencia de belleza,

¿qué es la vida y la muerte?

Conozco a vivos que deambulan como muertos,
y, a su vez, muertos que se pasean vivos por nuestros recuerdos.

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Entre llegar y venir está el tramo más insalvable: morir.

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No tiene sentido seguir buscando.
Si existes, al final terminaré encontrándote.

Aunque me quede sentado, acabarás en mis brazos.

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Nadie debería morir.
La muerte es el mayor atentado criminal que se comete contra la vida.

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El hombre debería ser eterno,
sólo así reventaría en su osadía.

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...Y el hombre creo a Dios, y lo hizo a su imagen y semejanza.