Tal día como hoy, un 7 de febrero de 1812, nace en
Portsmouth, distrito de Landport (Inglaterra), uno de los más prolíficos e
insignes escritores de la Literatura Universal: Charles John Huffman Dikens.
Fiel espejo del momento que le tocó vivir, en plena era
victoriana, sus obras reflejan claramente, como si de una pintura realista se
tratara, las costumbres, vidas y relaciones de la sociedad de aquella época.
A través de sus personajes, a veces grotescos e irreales, y
otras excesivamente cargados de sentimentalismo, realiza una exacerbada crítica
social, no exenta en algunos momentos de una fina ironía. Para deleite y
alimento de nuestra imaginación, ha quedado para todos los que lo hemos leído
alguna vez, el dulce sabor de lo que se ha dado en llamar “atmósfera
dikensiana”, donde las figuras zarrapastrosas y los lujosos coches de caballos
se desdibujan entre una espesa niebla. Parte de su obra -“Oliver Twist”,
“David Copperfield”-, es claramente autobiográfica, en ellas se ajustan
parte de sus vivencia infantiles.
Su padre, John Dikens, oficinista de la Pagaduría de la
Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth, se dedica a despilfarrar el
dinero y pronto se ve acosado por las deudas que lo llevan a prisión. Por
aquellos años, las leyes inglesas permitían que la familia del preso viviese en la
misma celda que éste; el pequeño Charles no recibe educación hasta los nueve
años; a los doce, para costear su manutención y hospedaje, además de ayudar
económicamente a su familia, tiene que incorporarse a trabajar en una fábrica
de betún para calzados, diez horas diarias, en condiciones infrahumanas. Su
carácter se verá marcado para siempre cuando tras recibir su madre una
cuantiosa herencia, se niega a sacarlo de la fábrica. Un sentimiento de
desamparo y soledad arraiga en él, llevándolo a devorar ávidamente todas las
novelas que caían en su poder, en especial las de aventuras y picaresca. Una de
las críticas a las que se vio sometido por parte de otros autores
contemporáneos fue precisamente la de “autodidacta”, un hombre hecho a sí
mismo, ya que su educación había sido bastante escasa. Esto no le impide
trabajar en un bufete de procuradores y luego como taquígrafo judicial, más tarde como reportero y cronista
parlamentario. Sus artículos fueron recopilados y publicados en un primer
volumen llamado “Sketches by Boz”, que fue el seudónimo que utilizó en
numerosas ocasiones.
Su obra está plagada de críticas hacia las condiciones en
las que sobrevive la clase proletaria; algunas de sus novelas más famosas se
publicaron por entregas, para que así esta clase menos favorecida tuviera
oportunidad de adquiridlas poco a poco. Su encendida defensa de los derechos
humanos y su actitud antiesclavista le llevan a recibir fuertes críticas y
rechazo en su visita a EE. UU., donde se dedica a impartir conferencias.
Su prolífica pluma le hace caer en una profunda crisis que
lo lleva a abandonar su país y su actividad literaria para viajar por Italia,
Suiza y Francia, en los que conoce a Alejandro Dumas, a un joven Julio Verne, y a Dostoyeski. Carlos Marx llega a decir
de él que "su obra refleja más fielmente la sociedad, que todos los políticos,
publicistas y moralistas juntos".
En su vida personal no fue muy afortunado; contrae
matrimonio con Catherine Thompson Hogarth, con quien tiene diez hijos; la vida
conyugal se convierte en un infierno al que decide poner fin con un muy
escandaloso divorcio para la época. En 1865 sufre un accidente ferroviario del
que, aunque sale ileso, no se recupera anímicamente, y que le obliga dejar de escribir,
dedicándose a realizar lecturas públicas, y volcándose intensamente en el
teatro. Convive con Ellen Ternan hasta el final de sus días. Fallece el 9 de
junio de 1870 en Gads Hill Place (Inglaterra), al día siguiente de sufrir una
apoplejía. Circuló un epitafio impreso en el que se decía: “fue simpatizante
del pobre, del miserable, y del oprimido”.
Su muerte nos privó de uno de los escritores más
significativos de la literatura inglesa, que más fielmente supo captar y
transcribir, a veces, en forma de simples cuentos, la sociedad dura, clasista e
hipócrita que le tocó vivir.
Bibliografía:
- Papeles póstumos del Club Pickwick (1836-1837)
- Oliver Twist (1837–1839)
- Nicholas Nickleby (1838–1839)
- La tienda de antigüedades (1840–1841)
- Barnaby Rudge (1841)
- A Christmas Carol (1843) (conocida también como Canción de Navidad o Un cuento de Navidad)
- Martín Chuzzlewit (1843–1844)
- Dombey e hijo (1846–1848)
- David Copperfield (1849–1850)
- Casa desolada (1852–1853)
- Tiempos difíciles (1854)
- La pequeña Dorrit (1855–1857)
- Historia de los ciudades (1859)
- Grandes esperanzas (1860–1861)
- Nuestro común amigo (1864–1865)
- El guardavía (1866)
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