Ha sucedido en Sevilla. Tenía 53 años, estaba casado, con dos hijos que ahora están huérfanos. Ya no podía aguantar más y terminó ahorcádose en un árbol próximo a su casa, antes de que lo estrangulara, definitivamente, esta maldita crisis que el repugnante capitalismo ha creado.
Trabajaba sin cobrar, llevaba siete meses acudiendo a su puesto de trabajo sin percibir un solo euro. Había acabado con todos los ahorros que guardaba y al final -agobiado- decidió "quitarse" de en medio. Era empleado de una empresa de seguridad (Esabe) que no le pagaba, empresa que presta sus servicios en el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Sevilla gobernado por el PP de Rajoy.
Creo que es la primera vez que en España -desde que empezó la maldita crisis- un trabajador utiliza el suicidio como medio para poder salir del infierno. Espero que sea la última víctima y deseo que todos los almuerzos y cenas que se traguen los políticos a costa del contribuyente, les siente como el peor de los purgantes.
Al final hemos llegado a la situación que idealizaban los neoliberales de la política, con la estimable colaboración de los socialdemócratas, esos traidores vendidos al capital que se denominan socialistas: trabajar sin cobrar, pero teniéndonos que alimentar por nuestra cuenta. En cuatro años hemos retrocedido más allá del esclavismo; al menos, al esclavo le daban un cobertizo para dormir y un plato de comida para alimentarse. El trabajador actual sólo debe conformarse con tener un trabajo... Aunque no le paguen.
¡Maldito capitalismo y malditos todos los que siguen pregonando las maravillas de este caduco sistema!
¡Maldito capitalismo y malditos todos los que siguen pregonando las maravillas de este caduco sistema!
Descanse en paz este trabajador sevillano y que el destino enderece el camino de esta familia que se queda desamparada.
Y a los sinvergüenzas de los políticos, que sigan apretando, a ver cuanto aguantamos.
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