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miércoles, 24 de octubre de 2012

Ruta V: Subida al Cerro de San Cristóbal desde Almonaster la Real



  Vista del San Cristóbal (cara sur) en la subida




Subida al cerro de San Cristóbal desde el pueblo de Almonaster la Real.

Altura: 917 metros.

Distancia: aproximadamente, 5.5 kilómetros (dependiendo del recorrido que elijas).

Tiempo estimado: 2.5 horas. Algo más si nos detenemos a contemplar el paisaje durante el trayecto y las vistas desde la cima.

Desnivel: 328 metros.

Dificultad: Media.

Recomendación: Elegir para subir un día despejado para que las  nubes o la niebla no nos impidan disfrutar de las vistas que desde él se observan. También equiparnos con un buen calzado antideslizante, hay tramos algo resbaladizos.


 
 Cartel al inicio del recorrido


El sendero parte desde la misma carretera HU-8105 que une Almonaster, Santa Ana y Cortegana (justo casi enfrente del Restaurante Las Palmeras). Allí encontramos el cartel que anuncia y detalla el recorrido. Éste no tiene pérdida ya que está bien señalizado y desde el principio divisaremos la cumbre plagada de antenas y repetidores, objeto de nuestro destino.
La vegetación que encontraremos está formada por Castaños, Alcornoques, Álamos, Quejigos, algún Roble Melojo, Nogales, Cerezos, Olivos, Pinos, Jaras, Zarzas, Madroños de gran porte, Helechos, Cornicabras, Torviscos, Hiedras, Hinojos, y un largo etc.
El primer tramo transcurre por un suelo perfectamente empedrado,  entre algunas viviendas y muros de piedras,  dénsamente poblados de musgos, hiedras y helechos, que hermosean y dan frescura a nuestro paseo.



 Tramo del recorrido entre muretes de piedras y abundante vegetación


 Cuesta de la Aceña, uno de los tramos más resbaladizos y exigentes


En poco tiempo llegamos a la cuesta de la Aceña, nuestra primera dificultad, una serpenteante senda empedrada y –en tiempos de lluvia y neblina- resbaladiza, que nos hace subir bastantes metros. (Antes de subir, o a la vuelta, recomiendo cruzar el pequeño arroyo que fluye a nuestra derecha –donde está uno de los viejos molinos- para poder observar el pequeño salto de agua y, como consecuencia de él, la poza que en aquel espacio se encuentra, y que invita a un apacible chapuzón).


 Salto de agua y poza para recrearnos


Una vez superado este corto tramo, el sendero transcurre entre alcornoques, olivos, castaños, álamos y algunos árboles frutales, llevando a nuestra derecha el bello paisaje de huertas del barranco. El recorrido va tomando altura suavemente y prácticamente no requiere más que un pequeño esfuerzo, en el tramo final, donde el camino gira a la derecha  (dirección este), en el Puerto de las Encrucijadas, por una carril por el que transitan vehículos a motor y en el que podremos degustar unos de los más sabrosos y dulces madroños. (No teman comer cuantos quieran... no emborrachan, ese es otro mito que se ha divulgado falsamente).
En poco tiempo (y sin darnos siquiera cuenta) hemos alcanzado nuestro objetivo: la cima del San Cristóbal. Una vez en él nos encontraremos dos indicaciones hacia los miradores: una al mirador del sur (que es donde se ubican las antenas), desde donde podremos ver Almonaster, Santa Ana a la izquierda, y más al frente el Andévalo. La otra nos lleva al mirador del norte, desde donde podremos admirar un collar de pueblos y aldeas de los que destacan en primer plano Los Romeros, Jabugo, El Castaño del Robledo, Galaroza, etc.  



 Vista de Almonaster y la mezquita. Al fondo el Andévalo

Una vez que hayamos descansado y disfrutado con las hermosas vistas que desde aquí se contemplan, viene la hora del regreso. El recorrido está pensado para hacerlo circular, con tres caminos opcionales –según el grado de dificultad que se quiera-:
  • El primero, desde el mirador sur hasta la carretera, innecesario por arriesgado.
  • El segundo, por la carretera hasta llegar al desvío del barranco, anodino y feo.
  • El tercero, por el camino que es la continuación del que traíamos en la subida, a través de una repoblación de pinos, que hace el recorrido mucho más largo.       
Yo prefiero hacer la vuelta por el mismo camino por donde hemos subido, ya que esta opción permite detenerse con más tranquilidad allí donde no hayamos querido entreternernos en la subida, y puesto que este tramo de regreso circular no aporta ninguna experiencia extra; el único interés se encuentra en el último tramo, cuando el camino abandona la carretera y se interna en el barranco, pero este espacio se puede visitar también por el lugar por donde hemos subido, solo hace falta desviarse un poco del camino.


 Abrevadero del camino


Una vez que hayamos disfrutado de las vistas y del paisaje, ya sólo nos queda internarnos en el pueblo y pasear por sus blancas y hermosas calles... y una recomendación: no marcharse del lugar sin haber visitado su espléndida mezquita de época califal, quedan pocas joyas como estas en nuestra Andalucía monumental. 


 Vista de Almonaster y de la mezquita, a mitad del camino











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