Vista del San Cristóbal (cara sur) en la subida
Subida al cerro de San Cristóbal
desde el pueblo de Almonaster la Real.
Altura: 917 metros.
Distancia: aproximadamente, 5.5
kilómetros (dependiendo del recorrido que elijas).
Tiempo estimado: 2.5 horas. Algo
más si nos detenemos a contemplar el paisaje durante el trayecto y las vistas desde la cima.
Desnivel: 328 metros.
Dificultad: Media.
Recomendación: Elegir para subir un día despejado para que las nubes o la niebla no nos impidan disfrutar de las vistas que desde él se observan. También equiparnos con un buen calzado antideslizante, hay tramos algo resbaladizos.
Cartel al inicio del recorrido
El sendero parte desde la misma
carretera HU-8105 que une Almonaster, Santa Ana y Cortegana (justo casi
enfrente del Restaurante Las Palmeras). Allí encontramos el cartel que anuncia
y detalla el recorrido. Éste no tiene pérdida ya que está bien señalizado y
desde el principio divisaremos la cumbre plagada de antenas y repetidores,
objeto de nuestro destino.
La vegetación que encontraremos
está formada por Castaños, Alcornoques, Álamos, Quejigos, algún Roble Melojo, Nogales,
Cerezos, Olivos, Pinos, Jaras, Zarzas, Madroños de gran porte, Helechos, Cornicabras, Torviscos,
Hiedras, Hinojos, y un largo etc.
El primer tramo transcurre por un
suelo perfectamente empedrado, entre
algunas viviendas y muros de piedras, dénsamente poblados de musgos, hiedras y helechos, que hermosean y dan frescura a nuestro paseo.
Tramo del recorrido entre muretes de piedras y abundante vegetación
Cuesta de la Aceña, uno de los tramos más resbaladizos y exigentes
En poco tiempo llegamos a la
cuesta de la Aceña, nuestra primera dificultad, una serpenteante senda
empedrada y –en tiempos de lluvia y neblina- resbaladiza, que nos hace subir
bastantes metros. (Antes de subir, o a la vuelta, recomiendo cruzar el pequeño
arroyo que fluye a nuestra derecha –donde está uno de los viejos molinos- para
poder observar el pequeño salto de agua y, como consecuencia de él, la poza que
en aquel espacio se encuentra, y que invita a un apacible chapuzón).
Salto de agua y poza para recrearnos
Una vez superado este corto
tramo, el sendero transcurre entre alcornoques, olivos, castaños, álamos y
algunos árboles frutales, llevando a nuestra derecha el bello paisaje de
huertas del barranco. El recorrido va tomando altura suavemente y prácticamente
no requiere más que un pequeño esfuerzo, en el tramo final, donde el camino gira a
la derecha (dirección este), en el
Puerto de las Encrucijadas, por una carril por el que transitan vehículos a
motor y en el que podremos degustar unos de los más sabrosos y dulces madroños.
(No teman comer cuantos quieran... no emborrachan, ese es otro mito que se ha
divulgado falsamente).
En poco tiempo (y sin darnos
siquiera cuenta) hemos alcanzado nuestro objetivo: la cima del San Cristóbal.
Una vez en él nos encontraremos dos indicaciones hacia los miradores: una al
mirador del sur (que es donde se ubican las antenas), desde donde podremos ver
Almonaster, Santa Ana a la izquierda, y más al frente el Andévalo. La otra nos
lleva al mirador del norte, desde donde podremos admirar un collar de pueblos y
aldeas de los que destacan en primer plano Los Romeros, Jabugo, El Castaño del
Robledo, Galaroza, etc.
Vista de Almonaster y la mezquita. Al fondo el Andévalo
Una vez que hayamos descansado y
disfrutado con las hermosas vistas que desde aquí se contemplan, viene la hora
del regreso. El recorrido está pensado para hacerlo circular, con tres caminos
opcionales –según el grado de dificultad que se quiera-:
- El primero, desde el mirador sur hasta la carretera, innecesario por arriesgado.
- El segundo, por la carretera hasta llegar al desvío del barranco, anodino y feo.
- El tercero, por el camino que es la continuación del que traíamos en la subida, a través de una repoblación de pinos, que hace el recorrido mucho más largo.
Abrevadero del camino
Una vez que hayamos disfrutado de
las vistas y del paisaje, ya sólo nos queda internarnos en el pueblo y pasear
por sus blancas y hermosas calles... y una recomendación: no marcharse del
lugar sin haber visitado su espléndida mezquita de época califal, quedan pocas
joyas como estas en nuestra Andalucía monumental.
Vista de Almonaster y de la mezquita, a mitad del camino
No hay comentarios:
Publicar un comentario