Los pasados días 18, 19 y 20 de septiembre hemos podido
presenciar unas de las noches más
espectaculares del año, la visión de la Luna de la cosecha,
también llamada Luna de los vinos, un fenómeno natural que se
produce los días previos al equinoccio otoñal, en el cual la Tierra
está iluminada las 24 horas, ya que la Luna Llena aparece antes de la puesta
del Sol y se oculta poco después de que éste vuelva a salir por la
mañana.
Antiguamente los agricultores aprovechaban esta luz para
prolongar el día de trabajo en el campo más allá del atardecer y seguir recogiendo su cosecha, de ahí proviene el nombre
de esta Luna.
El tamaño es un efecto óptico que no acaba de ser explicado
ni por astrónomos ni por psicólogos, pero una luna baja en el horizonte parece
más grande de lo que realmente es. El color naranja es un efecto real de la
dispersión de la luz.
Si no han tenido la oportunidad de verla, aquí les dejo una
serie de imágenes publicadas en distintos medios de comunicación. Disfruten de su belleza.
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