Una idea –muy
visual por cierto- de lo que es o puede ser el cuento, de su fascinación y
poder, con la que estoy completamente de acuerdo y que, desde luego, en
absoluto sabría mejorar, es aquella que exponía Cortázar cuando decía que la
novela y el cuento se dejan comparar
analógicamente con el cine y la fotografía.
Mientras en
el cine, como en la novela –decía Cortázar- la captación de una realidad más
amplia y multiforme se logra mediante el desarrollo de elementos parciales,
acumulativos, que no excluyen, por supuesto una síntesis que dé el clímax de la
obra, en una fotografía o un cuento de gran calidad se procede inversamente, es
decir, que el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar
una imagen o un acaecimiento que sean
significativos, que no solamente valgan por sí mismos sino que sean capaces de
actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de
fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucho
más allá de la anécdota visual o literaria contenida en la foto o el cuento.
La
determinación de lo significativo, la administración de lo que cuenta, sobre la
base estricta de lo necesario, de lo preciso, la imprescindible condensación
que debe actuar siempre a favor de la intensidad, me parecen elementos
sustanciales de un género en el que –como también indica Cortázar- todo
debe conducir a una especie de fabulosa apertura de lo pequeño hacia lo grande...
Luis Mateo
Díez
Todos los
géneros literarios se resisten a ser atrapados en el interior de un corsé.
También el cuento, que es una unidad narrativa cuya autonomía, movilidad y
capacidad de mutación desconcierta a los estudiosos. En la mayoría de los
tratados sobre literatura, el cuento no pasa de ser un apéndice de la
novela que se despacha en unas pocas
líneas. Algunos de esos tratados, no excesivamente antiguos, llegan incluso a
exigirle una función ejemplarizante.
No se puede
mantener seriamente, desde ninguna posición teórica, que el cuento sea inferior
a la novela, a menos que consideremos inferior lo más breve. Los rasgos
específicos atribuibles al cuento son los mismos que se pueden atribuir a la
literatura en general. Sin embargo, todo narrador sabe que para
enfrentarse a la escritura de un cuento se requieren posiciones y armas muy
diferentes a las que exige la redacción de una novela. Quizá esto se
pueda resumir afirmando que la posición psicológica frente a una u otra cosa es
distinta, del mismo modo que lo es un corredor de velocidad frente a un
corredor de fondo. El modo en que se reparten las energías, la forma en que se
administran los materiales narrativos, varía mucho en función del territorio
que se ha de atravesar...
Juan José
Millás
Hace ya mucho
tiempo que la novela, ese género voraz e irrespetuoso para el que no hay
fronteras ni nada sagrado, invadió el territorio del cuento logrando que la
mayoría de los escritores que hoy lo practican hagan en realidad, más que
cuentos propiamente dichos, fragmentos o episodios de novelas. El hecho
de que ambos géneros sean narrativos ha
favorecido la confusión y ha facilitado la tarea invasora de la novela, hasta
el punto de que ha llegado a olvidarse que sus respectivas tradiciones son muy
distintas y la del cuento mucho más vieja y más permanente...
...En
oposición a la novela, el cuento, podríamos decir, admite ser contado también
con otras palabras de las que se han empleado
para contarlo (por ejemplo oralmente), o, dicho de otro modo, en él
prevalece o sobresale la historia, a la que, según Isak Dinesen, el
cuentista debe ser “eterna e inquebrantablemente leal”...
Javier Marías
...A mi
entender, los cuentos encierran el sentido prístino del arte de narrar. La
novela es una construcción plural, con elementos accesorios que van sosteniendo
a los elementos principales. Conforme
se avanza en su elaboración, lo sustantivo y lo adjetivo van entrelazándose y
todo ello junto, si se consigue la feliz culminación del proceso, acaba
sosteniendo el texto con similar capacidad de apoyo. Todos los materiales
del cuento tienen una función principal: de ahí la difícil concisión a que obligan,
que no está sólo en el empleo de las palabras, sino –sobre todo- en la previa
selección de los motivos.
...Y es que
la literatura –al contrario que el deporte- no es cuestión de músculos, y
tampoco la mayor envergadura física mejora necesariamente la calidad de sus
productos.
José María
Merino
Si algo me
apasiona del relato como género es su extraño equilibrio entre precisión
y vaguedad. Su compromiso con lo leve le obliga a buscar siempre las
palabras exactas, pero eso no significa que pueda abordar sólo ideas sencilla.
Muy por el contrario, los buenos relatos son pequeños universos en
perpetua expansión, pues se instalan en el potencial infinito que se
esconde en la inteligencia de sus lectores.
..En
cualquier caso, el lector de relatos no puede tener un carácter dócil y
acomodaticio. Ha de estar dispuesto a aportar tanto o más que el autor. Aunque
magnífica, no deja de ser una limitación.
Pedro
Zarraluki
...El cuento
es, sin duda, un género importante. Es importante porque admite grados de
condensación casi poéticos –cosa que no admite nada bien la prosa narrativa en las novelas-
y, sin embargo, nunca es un poema: conserva siempre su esencial ritmo narrativo,
su voz es viva voz de la prosa y, por lo tanto, natural y no artificiosa,
transparente y no traslúcida, como las voces que oímos en los versos. Para que
un cuento sea bueno tiene que ser perfectamente circular y tiene que contener
un elemento de enseñanza, tiene que servir de ejemplo de algo...
Álvaro Pombo
"Entre el cuento y la novela hay la misma
disparidad de criterios que entre un flechazo que dura una sola noche y un
matrimonio de décadas [...]. Los cuentos, se dice, son intensos y las novelas
estables."
Eloy Tizón
"Todo novelista quiere escribir poesía,
descubre que no puede y a continuación intenta el cuento, y al volver a
fracasar, sólo entonces, se pone a
escribir novelas."
William Faulkner
"La gloria del cuento es la brevedad. Hacer impacto. Si en esa brevedad el verbo se hace carne, sale un cuento maravilloso. Y siempre tiene algo de misterio. Se debe encontrar una sobriedad que no quite expresividad. En realidad, nadie sabe lo que es un cuento. Al que cree saberlo, se le nota, porque hace un mal cuento."
Medardo Fraile
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