Chicho Sánchez Ferlosio es un
cantautor que ha pasado casi desapercibido para un amplio número de
personas que consumían este producto musical, y al que no identificarían con
hermosas y oídas canciones que popularizaron otros cantantes, entre ellos,
Víctor Jara, Quilapayún, Amancio Prada, Joan Baez, Soledad Bravo, Joaquín
Sabina, etc. Algunos de sus temas han pasado a formar parte de la tradición
popular y a ser cantado por el “rojerío” de los años setenta, allá donde
hubiera una reunión, una guitarra, una botella de vino y unas ganas locas de
que cambiara la situación política.
Canciones como A la huelga,
Gallo rojo, gallo negro, La hierba de los caminos, La quinta brigada, El cantar tiene sentido, etc.,
son algunos de los temas -más otros muchos que creemos anónimos o tradicionales- que se hicieron populares en labios de otros, pero que
fueron compuestos por este prolífero compositor que murió cantando y recitando
allá donde le llamaran para hacerlo.
Su sentido crítico y su actitud
crítica respecto a la política –y hacia determinados partidos políticos-
hicieron que le “cerraran” el camino hacia el circuito artístico donde otros
cantautores mediocres triunfaran, no sin dejar una profunda huella profesional
y humana entre aquellos que lo trataron de cerca. Hora es de reivindicarlo
también, ahora que debe de estar de juerga allá en el Infierno, con su otro
viejo amigo ácrata, Agustín García Calvo.
Los solidarios: historia de tres amigos
Historia de tres amigos, de la dulce
libertad,
si se hicieron anarquistas, no fue por casualidad.
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
llamados los solidarios que desprecian al poder.
Buscados y perseguidos, por el campo y la ciudad,
si acabaron en la cárcel, no fue por casualidad
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
tres hojas de trebol negro, contra el brillo del poder.
Siguiendo con su costumbre de burlar la autoridad,
si cruzaron la frontera, no fue por casualidad.
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
la negra sombra del pueblo contra el brillo del poder.
Después de una temporada se volvieron para acá,
si temblaron los burgueses no fue por casualidad.
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
tres balas negras de plomo, apuntando hacia el poder.
si se hicieron anarquistas, no fue por casualidad.
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
llamados los solidarios que desprecian al poder.
Buscados y perseguidos, por el campo y la ciudad,
si acabaron en la cárcel, no fue por casualidad
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
tres hojas de trebol negro, contra el brillo del poder.
Siguiendo con su costumbre de burlar la autoridad,
si cruzaron la frontera, no fue por casualidad.
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
la negra sombra del pueblo contra el brillo del poder.
Después de una temporada se volvieron para acá,
si temblaron los burgueses no fue por casualidad.
Buenaventura Durruti, Ascaso y García Oliver,
tres balas negras de plomo, apuntando hacia el poder.
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