Cántico doloroso al cubo de la basura
Tu curva humilde, forma silenciosa,
le
pone un triste anillo a la basura.
En
ti se hizo redonda la ternura,
se
hizo redonda, suave y dolorosa.
Cada
cosa que encierras, cada cosa
tuvo
esplendor, acaso hasta hermosura.
Aquí
de una naranja se aventura
la
herida piel silente y penumbrosa.
Aquí
de una manzana verde y fría
un
resto llora zumo delicado
entre
un polvo que nubla su agonía.
Oh, viejo cubo sucio y resignado,
desde tu corazón la pena envía
el llanto de lo humilde y lo olvidado.
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