Agua, piedra, trinar de pájaros y una espesa vegetación, son los elementos que caracterizan a este hermoso recorrido
Ruta IX: El Talenque-Valdelarco
Trazado: Lineal
Distancia: 6
km. ida y vuelta
Duración: 2 horas
Altura máxima: 657 m.
Altura mínima: 572 m.
Desnivel: 85 m.
Dificultad: Baja
Duración: 2 horas
Altura máxima: 657 m.
Altura mínima: 572 m.
Desnivel: 85 m.
Dificultad: Baja
Caminando hacia Valdelarco, nuestro primer destino
Este es un sendero que transita
por el viejo camino que comunicaba las poblaciones de Navahermosa y Valdelarco.
El recorrido es corto y fácil, pero lleno de atractivos
visuales, debido al entorno paisajístico y ambiental por el que transcurre. El
agua será el elemento principal en todo el trayecto, unido a la gran masa
vegetal que lo cubre y tapiza: castaños, alcornoques, encinas, pinos, sauces,
chopos, madroños, perales, cerezos, junto con algunas higueras y nogales, darán
sombra y frescor a nuestro paseo. Bajo el bosque de galería por el
que se precipita el arroyo, el suelo está cubierto de una espesa alfombra de
helechos, ranúnculos, zarzas, juncos, clavellinas de roca y berros. Los laterales soleados del camino están tomados por hermosos macizos de adelfas,
aulagas y jaras, que colorean el paisaje, mientras que las hiedras y los tomatillos del diablo pueblan los muros de piedras que separan las propiedades.
El recorrido parte de la zona noreste de El Talenque
Comienza en El Talenque, un área
recreativa próxima a Navahermosa, y discurre a través de un encajonado barranco
por el que se desliza un refrescante arroyo que nos ha de acompañar –unas veces
por la derecha, otras por la izquierda-, hasta una empinada y empedrada cuesta
que nos llevará a las huertas próximas a Valdelarco.
Hasta aquí no tendremos ninguna
dificultad para orientarnos -sólo basta seguir el camino empedrado y observar
las señales que encontraremos-. Una vez llegado a este punto tenemos dos
opciones para entrar al pueblo:
1. Seguir
de frente, ya convertido éste en pista, rodeando las huertas por el este, que
se cruza con los caminos a Hinojales y Cortelazor.
2. O
tomar el de la izquierda (es el que recomiendo), pegado a la loma de la montaña, que transita por un
bosque de castaños y que nos llevará a otro lugar delicioso del camino (“La
fuente de las Alberquillas”), en el que podremos hacer un alto y
refrescarnos, antes de llegar a Valdelarco, en el cual entraremos por una
estrecha y sombría calle en la que sus casas están semiderruidas.
Comentar de paso que Valdelarco está enclavado en uno de
los parajes más bellos de la sierra de Huelva, y que su caserío ha
declarado Bien de Interés Cultural, como elemento singular del patrimonio histórico
andaluz.
El regreso será el mismo. Como
alternativa, la salida del pueblo se puede realizar por el camino contrario que
utilizamos para entrar.
El agua, los helechos, hiedras, madroños, juncos, etc, serán nuestros compañeros de viaje
La abundante sombra y la intensa humedad crean un microclima específico que hacen posible realizar este camino aún en época estival
Hermoso macizo de Aulagas
Suelo tapizado de soberbios helechos
Durante el recorrido hay que ir sorteando el arroyo que, travieso, se cruza una y otra vez en el camino
Chopera
El bosque de galería y la gran cantidad de agua que encontramos en el trayecto, posibilitan transitar aún en días de fuerte calor
Nuevo cambio de orientación del arroyo
Cercano a Valdelarco, el bosque de castaños, salidos de su ivernación, nos recibe
Área de descanso, bajo una vieja y soberbia higuera, en la zona de la Fuente de las Alberquillas
Fuente de agua potable de las Alberquillas
Desde lejos, ya vislumbramos nuestro destino: Valdelarco
Valdelarco: donde aún se puede soñar con el pasado
Muy bonito el recorrido, a ver si tenemos ocasión de hacer estas cosas juntos.
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