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Oliverio Girondo: "¡Todo era amor"
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*¡TODO ERA AMOR!*
¡Todo era amor… amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de a...
Hace 1 año
El jardín del Ensueño
No hables a todos de las cosas bellas y esenciales.
No arrojes margaritas a los cerdos.
Desciende al nivel de tu interlocutor, para no humillarle o desorientarle.
Sé frívolo con los frívolos...; pero de vez en cuando, como sin querer, como sin pensarlo, deja caer en su copa, sobre la espuma de su frivolidad, el pétalo de la rosa del Ensueño.
Si no reparan en él, recógelo y vete de su lado, sonriente siempre; es que para ellos aún no ha llegado la hora.
Mas si alguien coge el pétalo , como a hurtadillas, y lo acaricia, y aspira su blando aroma, hazle en seguida un discreto signo de inteligencia...
Llévale después aparte; muéstrale alguna o algunas de las flores milagrosas de tu jardín: háblale de la Divinidad invisible que nos rodea..., y dale la palabra del conjuro, el ¡Sésamo, ábrete!, de la verdadera Libertad.
Amado Nervo.
¡Cuánta belleza...! La fotografía, el texto.
ResponderEliminarGracias por la publicación de estos trabajos, son necesarios para soportar las contingencias del día.
De nuevo, gracias.
Muchas gracias, Anónimo.
ResponderEliminarConfío en seguir satisfaciendo tus deseos.
Un saludo.