El pasado sábado se cumplieron cien años del nacimiento de uno de los mejores directores de cine de España, hablo de Luis García Berlanga, responsable de películas tan rotundas y contundentes como “Plácido”, “El verdugo”, “La escopeta nacional” “Los jueves, milagro”, “Bienvenido, Mister Marshall”, “La vaquilla”, y un largo etcétera.
Berlanga renovó el cine de posguerra y supo retratar con un aire de mordaz ironía la sociedad anquilosada del franquismo, así como el desenfreno corrupto que surgió en la transición política posterior.
Merecido es este humilde homenaje a este cineasta que tanto hizo por el séptimo arte y que tanta influencia ejerció sobre la nueva generación de directores españoles.
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