Son imágenes un tanto insólitas
(pero reales) de la Sevilla del pasado. Se trata de las pequeñas bibliotecas
que el bueno de Aníbal González se le ocurrió diseñar para algunas glorietas
del parque María Luisa que las personas de mi generación tuvimos la suerte de
conocer y disfrutar, ya que –¡por desgracia!- esta rutina diaria acabó en la década
de los 70. Hoy siguen esas librerías en sus respectivas glorietas (algunas destrozadas por la visita indeseble de los bárbaros de siempre), pero sus anaqueles sólo están ocupados por el polvo que deposita sobre ellos la ausencia de libros. Hemos pasado de ser un pueblo medio hambriento por la escasez de alimentos a un pueblo sobrealimentado pero culturalmente famélico, sólo basta meterse en las RR.SS.... ¡Duelen los ojos ver cómo escribe y se expresa el personal!
Yo también lo conocí. Nostalgias enormes de aquella etapa...
ResponderEliminarLas imágenes hablan sin palabras...
¡Algunos tiempos pasados sí fueron mejores!
EliminarUn saludo.