Cuando la perplejidad de las noticias son tan contundentes que logran taponar la válvula de escape de mi sistema operativo, suelo recurrir a las noticias que son más surrealsitas, ellas me aportan el aditivo necesario para digerir las tormentosas, las inevitablementes dañinas, o bien, me sumerjo en el mensaje concreto y delicioso que aportan los maestros de la viñeta. En este caso he elegido a Manel Fontdevila, que viene que ni pintado para resumir la ola de recortes a la que bien dados son nuestros maravillosos políticos. Como siempre, la sanidad, la educación y la dependencia, son los chivos expiatorios de cualquier crisis, incluso la espiritual, lo paga con ellas.
Arrieritos somos y en el camino de los más incultos nos veremos.
Arrieritos somos y en el camino de los más incultos nos veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario