Playa de María Trifulca en la orilla izquierda del río
El calor parece no querer
marcharse, así que vamos a tener que ir a darnos un chapuzón a una de las
muchas zonas de baño que tuvo Sevilla años atrás: la playa
de María Trifulca, donde la mansedumbre de las aguas de la finalizada Corta
de Tablada permitían que determinadas zonas del canal acogieran estos espacios
playeros donde los sevillanos menos pudientes pudieran mitigar las calores del terrible verano
sevillano.
El nombre del lugar no está
claro. Unos dicen que lo recibe de una tal María que regentaba uno de los
muchos tenderetes donde se vendían bebidas y comidas, y que, por su carácter
cuartelero, montaba de vez en vez “unas trifulcas” para enmarcar,
mientras otros comentan que el nombre le vino “por las muchas broncas que en
el lugar se originaban”.
Nueva imagen de la misma playa con el embarcadero que servía de trampolín: en la parte superior derecha se puede ver los "hotelitos" del recien creado barrio de Heliópolis.
Habría que especificar que la
playa, en concreto, eran dos: la “Familiar”, donde acudía el ciudadano
“normal”: familias, parejas de novios, niños –despistando a sus padres-, etc.,
que estaba situada en la orilla izquierda del cauce del canal, al final de la reciente construida barriada de Heliópolis, a la altura del
antiguo cauce del río Guadaíra, después que desviaran su curso para que
desembocara pasada la esclusa.
La “otra”, justo enfrente,
en la orilla derecha, próximo al cortijo del Batán, y se accedía a ella a nado,
en barca o cruzando por el puente de Alfonso XIII. Ésta segunda playa no tenía
buena reputación porque por allí
“comerciaban” prostitutas y
homosexuales que, en improvisados chozos y tenderetes, “refrescaban” los
ardores de los clientes que acudían al lugar, por lo que el “sevillano de bien”
se cuidaba mucho de no dejarse ver por allí.
La dos playas estuvieron bastante
concurridas, la Familiar, como es obvio, más. El lugar contaba con innumerables
ventas donde comer y beber, tenderetes de frutas y bebidas, fotógrafos,
barqueros, etc., con lo que el éxito del día de baño estaba garantizado.
Para que nos hagamos una idea más
precisa de su localización, las dos playas vendrían a coincidir –más o menos-,
con la situación del actual puente del V Centenario, y estuvo activa desde
finales de 1920 hasta principios de los 60, donde la aparición del 600 y la
mejora de los ingresos familiares, hicieron que el destino de los domingueros
sevillanos se encaminara hacia las playas de Huelva y Cádiz, que hasta entonces
había estado “vetada” para ellos.
Imagen aérea de la Corta de Tablada; el círculo indica el lugar donde estaba la playa; en la parte superior se ve el barrio de Heliópolis y el desafortunado devío de 9oº del cauce del río Guadaíra.
Y esta otra actual para que nos podamos hacer una idea más exacta de dónde se ubicaba la famosa playa de María Trifulca.
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