Contaba Juan de Arguijo (Sevilla,
1565? – 1623), en uno de sus muchos relatos de la época, que:
“Pedro Bravo de Laguna alababa su heredad de San Juan de
Alfarache (actual san Juan de Aznalfarache), asegurando que sin duda había sido en aquel sitio el Paraíso
Terrenal y no osaba salir de noche a él por no encontrarse con Eva.”
Y no es de extrañar la
convergencia que Pedro Bravo hacía de su propiedad, en el Aljarafe, con el
idílico Paraíso. Algo similar les ha sucedido a los pueblos que nos han
colonizado (Fenicios, Romanos,
Musulmanes, Castellanos, etc.)
La civilización del
Calcolítico ya escogió esta zona para asentar sus poblados y levantar sus
grandes monumentos funerarios (Dólmenes).
Igual ocurrió con los
Tartesios y los Fenicios, que también eligieron esta comarca para levantar
rudimentarios pueblos y Templos (En “El Carambolo”, Camas, quedan restos de un
magnífico templo dedicado al dios Baal y a la diosa Astarté).
Los Romanos la llamaron Vergetum, y eligieron este enclave para construir sus
aristocráticas Villas, por la
generosidad de sus tierras y la belleza de su paisaje.
Los Musulmanes, cuando
vieron el territorio, quedaron cautivados: lo llamaron “al-Saraf”, que traducido quiere decir Otero, elevación desde la que se divisa algo, aunque hay algunos
autores que van más allá de la simple traducción literal y la interpretan como Jardín en
alto, definición que particularmente
comparto. Pues bien, en este Jardín en alto decidieron construir este pueblo musulmán
sus magníficas Alquerías (del árabe al-Qaria),
significativa despensa para la cercana Isbiliya andalusí.
Igual ocurrió con los
Castellanos. Estos siguieron el ejemplo andalusí y no cambiaron nada:
castellanizaron el nombre y la llamaron Aljarafe, y se quedaron con las alquerías de los otros a las
que llamaron Hacienda, y con el paso del tiempo, Cortijos, pero siguieron
considerando –como los anteriores pueblos- como un lugar paradisiaco este
pequeño territorio del suroeste de Sevilla, por eso –repito- no es de extrañar
que Don Pedro Bravo de Laguna creyera que vivía en el Paraíso Terrenal y temiera
encontrarse con la convincente Eva.
Todos buscando el Paraíso y resulta que lo tenéis vosotros ahí .Me alegra saber que lo tenemos en España .Esta en el mejor sitio posible !Gracias por compartir tan buena documentación Manuel.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias a ti por tener siempre algún comentario disponible, Montblanc.
EliminarUn abrazo.
¡Toma yá!
ResponderEliminarMi amigo Manuel, alias "El Enciclopedia", nos documenta con todo lujo de detalles...¡Casi me pierdo esta entrada!
Pues nosotros tenemos una casita en el Aljarafe, en Gines concretamente y ya también estuve bicheando por su historia, es tan interesante como curiosa. Se vive muy bien allí y seguimos pasando días por ese riconcito tan estupendo, ah, y no exageras ni mijita, doy fe de eso...
Muy buena entrada, enhorabuena.
Enga, un abracete.
Eso te ocurre por serme infiel... Busca en las entradas y encontrarás algunas más.
EliminarOtro para ti.