Viñedos de Trebujena: en el valle (y a pesar de la bruma) se divisa el serpenteo del Guadalquivir, poco antes de penetrar en Sanlúcar de Barrameda
Un año más hemos sido invitados a la finalización de la
vendimia en la localidad gaditana de Trebujena. Según los entendidos, será una buena cosecha, de una calidad extraordinaria, ya que la escasez de precipitaciones ha hecho que los niveles de azúcares sean inmejorables. Ésta sólo se ha adelantado un par
de días –a pesar del insufrible calor de este verano-, y ello, más que por la
temperatura, obligado por “razones técnicas”, o sea, por temor a las
destructivas lluvias.
Trebujena está situada dentro del
triángulo del Marco de Jerez. Las uvas que en esta localidad se cultivan –como en el resto
de él- son la Palomino Fina (más de un 80%), la Pedro Ximenez y algunas
pequeñas parcelas de viejas uvas autóctonas que cayeron en desgracia por su
baja “productividad”.
A diferencia de Jerez o Sanlúcar,
aquí los viñedos pertenecen a pequeños propietarios que venden su cuota a la
Cooperativa del pueblo, y el resto de la cosecha se la quedan ellos para llenar
unas cuantas botas de mosto que pondrán a la venta hasta que se agote –como la
tradición marca- a finales de noviembre, en improvisadas tabernas que
instalan en el garaje o salón de la
propia casa (son los denominados “Mostos”), en los que, acompañado de un
plato de aceitunas y en algunos lugares de garbanzos, se bebe este primer vino
fermentado de no más de 12º, que nosotros hemos querido llamar Mosto. También la Cooperativa venderá este
demandado caldo durante los meses de invierno, el resto se utilizará para
rellenar las añosas botas de roble americano, lugar en el que pasarán
por un estado de oxidación que convertirán a este primer mosto en los
preciados vinos generosos que tanto prestigian a la comarca.
El siguiente enlace nos muestra una relación de algunos "Mostos" de Trebujena.
El siguiente enlace nos muestra una relación de algunos "Mostos" de Trebujena.
La magnifica orientación de estos viñedos hacen que los vientos de poniente, procedentes del Guadalquivir y el Atlántico, refresquen las uvas después del fuerte calor del día
Hermosos racimos de uvas Palomino fina, a la espera de la recolección
Esportones repletos de uvas cosechadas
Remolque dirigiéndose a recoger la cosecha
Descargando la uva en la Cooperativa
Y aquí, reposando plácidamente en la bodega, esperando a cumplir años
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