Obra de Gustav Klimt
EL ENIGMA DE LA MUERTE
¿Has visto alguna vez
el rostro de la muerte?
Yo he dormido junto a ella,
en una cama llena de algodones rojos.
En determinadas ocasiones
me la encontraba por los pasillos,
o sentada en el sofá
leyendo, tranquilamente el periódico.
¿Sabías que a la muerte le gustan las bellas escenas
y que a veces lagrimea de emoción
cuando expira alguna de sus víctimas?
Yo la he visto componer poemas,
dibujar suspiros,
y, por la noche, cuando las penas abruman,
mirar las estrellas.
Es extraña la muerte,
nadie la conoce afondo,
es como una metáfora perfecta
que se pierde en el espacio.
Triste experiencia la de aquellos
que quisieron descifrarla:
a esta señora le encanta el misterio.
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