“Para conocer a los hombres hay que observarlos en sus acciones. En el mundo los oímos hablar, hacen gala de sus discursos y ocultan sus acciones, pero las desvela la historia y los juzgamos por los hechos. Hasta sus palabras sirven para valorarlos, ya que, comparando lo que dicen con lo que hacen, nos percatamos de lo que son y de lo que quieren parecer; cuanto más disimulan mejor los conocemos”.
De “Emilio o de La Educación”.
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